El crecimiento, desarrollo y fructificación de plantas de jardín y hortalizas dependen directamente de la calidad del suelo. Un suelo suelto y fértil con acidez neutra permite un jardín floreciente y cosechas abundantes y de alta calidad de hortalizas, bayas y frutas. Sin embargo, cuando la acidez supera considerablemente el nivel aceptable, se utiliza el encalado para añadir nutrientes esenciales al suelo.
¿Por qué es necesario el encalado del suelo?
Además de reducir la acidez, el encalado mejora la composición y la fertilidad del suelo, enriqueciéndolo con nutrientes y sustancias beneficiosas. Como resultado, los cultivos en este tipo de suelo se caracterizan por una excelente fructificación y un mayor rendimiento.
Las principales razones para aplicar cal a un terreno son:
- Durante las reacciones químicas que ocurren cuando la cal entra al suelo, se liberan compuestos de magnesio y calcio, que son necesarios para el correcto crecimiento y desarrollo de las plantas;
- Las bacterias y microorganismos beneficiosos, de los que depende la fertilidad del suelo, no sobreviven en un ambiente ácido;
- Después del encalado aumenta la eficacia de los fertilizantes orgánicos y minerales;
- La cal apagada ayuda a reducir la cantidad de metales pesados y sustancias tóxicas en el suelo.
Para reducir la acidez del suelo, se utiliza cal, ablandándola primero con agua fría. Esta solución se llama "cal de pelusa" y se utiliza en forma seca, añadiéndose al suelo a principios de primavera o en otoño, después de la cosecha.
¡Importante! Debido a la incapacidad de obtener nutrientes y humedad del suelo ácido, el crecimiento y desarrollo de las plantas se ven inhibidos o incluso detenidos por completo.
¿Qué grados de acidez existen?
La cantidad de pelusa añadida al suelo depende directamente de su acidez.
- Un valor de pH de 6,5 a 7,3 y superior se considera neutro.
- Un suelo ligeramente ácido se define como un pH entre 5,4 y 6,3.
- El suelo ácido se define como un valor de pH entre 4,6 y 5,3.
- Los suelos más ácidos se consideran suelos pantanosos con un pH de 3,5 a 4,6.
Un nivel de acidez superior a 7,4 pH indica la presencia de un componente alcalino en el suelo. Este tipo de suelo no requiere desacidificación y se considera carbonatado.
¡Importante! La acidez del suelo, ya sea baja o alta, indica la presencia o ausencia de nutrientes y sustancias beneficiosas.

Tipos de suelos según acidez
Para reducir la acidez del suelo, además de óxido de calcio o cal apagada, se utilizan harina de dolomita, ceniza y tiza triturada.
El suelo que presenta un tinte blanquecino, que indica una alta concentración de sustancias ácidas, requiere atención especial.
Tipos de suelo que requieren desoxidación:
- La turba de tierras bajas o el suelo pantanoso se consideran altamente ácidos;
- A la variedad ácida pertenecen también los suelos coníferos, arcillosos y turbosos;
- El suelo del césped y del brezo contiene una pequeña cantidad de ácidos, por lo tanto es ligeramente ácido;
- El suelo de hojas y césped rico en humus se considera neutro.
¡Importante! Si el nivel de acidez supera el nivel neutro, el suelo se considera carbonatado, alcalino y no requiere encalado.

Métodos de determinación
El pH se determina con dispositivos especializados o papel tornasol, disponibles en centros de jardinería y tiendas. Si no se dispone de estos, la acidez del suelo se puede determinar con artículos domésticos.

Soda
Para comprobar la presencia de suelo con alto contenido de ácido en una parcela de jardín, utilice bicarbonato de sodio común.
Coloque una pequeña cantidad de tierra en un recipiente adecuado y, con agua, forme una pasta espesa. Espolvoree bicarbonato de sodio sobre la mezcla resultante. Si la mezcla empieza a burbujear o formar espuma, indica un mayor contenido de sustancias extrañas en la tierra. Este tipo de tierra requiere encalado.

Té de hojas de cereza o grosella
Para determinar la calidad del suelo de un jardín o huerto, se pueden utilizar hojas verdes de grosella o de cerezo.
- Se recogen las hojas, se preparan con agua hirviendo y se dejan en infusión durante 20-30 minutos.
- Añade tierra de la parcela del jardín al caldo resultante y déjalo reposar unos minutos.
- Como resultado, el líquido debería volverse azul o verde.
¡Importante! Si la decocción se vuelve azul, la acidez es demasiado alta. Una infusión verde indica un ambiente neutro o alcalino.

vinagre de mesa
Para determinar si el suelo es adecuado para la siembra, utilice vinagre de mesa común.
Extraiga un puñado de tierra de su jardín o huerto y añada unas gotas de vinagre. Si se produce una reacción vigorosa, acompañada de silbidos y espuma, la tierra es neutra o tiene poca materia extraña. La ausencia de reacción química indica una mayor acidez del suelo.
Para identificar las zonas problemáticas, se recomienda recoger un puñado de tierra de diferentes partes del jardín o huerto.

Jugo de uva
Utilizando jugo de uva, se prueba la acidez del suelo a principios de la primavera, al inicio de la temporada de crecimiento, o a fines del otoño, después de la cosecha.
Se vierte un puñado de tierra en un vaso con la bebida. Si no se produce reacción, la concentración de sustancias extrañas es demasiado alta.

Otros métodos
Hay otras formas de determinar la calidad del suelo de una parcela de jardín.
- Si en la zona crecen activamente dientes de león, acedera, menta piperita y llantén, la acidez del suelo es demasiado alta y requiere encalado adicional. Sin embargo, el trébol y la quinua demasiado crecidos indican un suelo neutro o alcalino.
- Una capa gris o blanquecina en la superficie del suelo indica que el suelo no es apto para el cultivo de la mayoría de los cultivos de hortalizas, bayas y frutas.
- Si después de regar o llover se observa una película en los charcos y el color del agua adquiere un tono rojizo, significa que el suelo tiene un alto contenido de ácido.
¡Importante! Los métodos tradicionales pueden determinar la presencia de ácidos en el suelo, pero no el nivel exacto de pH, que determina la cantidad de cal utilizada.

Reglas para hacer
El encalado se realiza a principios de la primavera, 3-4 semanas antes del inicio de la plantación, o a finales del otoño, después de la cosecha final.
Los métodos de aplicación de cal y la tasa de su aplicación dependen directamente de la composición y calidad del suelo:
- en caso de alta acidez del suelo, utilizar hasta 900 g de fertilizante apagado o mezcla de dolomita por 1 m2 de área;
- en suelo ácido no añadir más de 800 g de cal apagada por el mismo volumen de área;
- con un nivel de acidez bajo, se requerirán de 500 a 700 g del preparado por metro cuadrado de terreno;
- Para un suelo con un indicador neutro, no se requieren más de 300 g de óxido de calcio por 1 m2 de parcela de jardín.
La sustancia se esparce sobre la superficie del suelo, después de lo cual se trata el suelo, enterrando la cal a una profundidad de 15-20 cm de la superficie.

Errores comunes y cómo evitarlos
Para obtener los máximos resultados del encalado del suelo, es necesario seguir la secuencia de operaciones y evitar los siguientes errores:
- No utilice cal viva para este trabajo. No beneficiará a las plantas y provocará quemaduras graves en los rizomas.
- Solo se debe usar agua fría para apagar la cal. Añadir agua hirviendo al polvo resultará en piedras grandes y duras inutilizables.
- No se deben realizar trabajos de desoxidación simultáneamente con la aplicación de estiércol de vaca al suelo. Se produce una reacción química entre estas sustancias, inutilizando tanto el estiércol como el fertilizante.
Además, al encalar el suelo se reduce el uso de fertilizantes a base de calcio.



