Diversos abonos verdes contribuyen a que el suelo sea más nutritivo y fértil. Actúan como fertilizante, lo que aumenta significativamente el rendimiento de los cultivos. Cultivar alfalfa como abono verde ofrece numerosas ventajas. Enriquece el suelo con nitrógeno, lo que favorece el desarrollo de los cultivos. Sin embargo, la siembra y el cuidado de la alfalfa requieren ciertas consideraciones.
Variedades y cultivares existentes de la planta.
Hoy en día se conocen muchas especies y variedades de alfalfa.
En este caso se suelen utilizar como abono verde:
- El guisante azul se considera la planta más común. Es una planta perenne con flores moradas que forman densos racimos. Se caracteriza por un sistema radicular robusto. Los tallos alcanzan de 30 a 80 centímetros. Tras la floración, aparecen vainas espirales en los arbustos.
- El lúpulo puede ser anual o perenne. La planta se caracteriza por sus tallos rastreros o ascendentes con numerosas hojas. Las inflorescencias contienen de 10 a 30 pequeñas flores amarillas. Los frutos son judías de una sola semilla. En la naturaleza, la planta se presenta como maleza, creciendo en campos, prados y zonas montañosas.
- El lirio amarillo en forma de hoz es una planta perenne con tallos erectos o postrados que alcanza los 60 centímetros de altura. Sus flores amarillas forman densos racimos. Tras la floración, aparecen en los arbustos vainas en forma de hoz con múltiples semillas. Miden entre 10 y 15 milímetros de largo.
Ventajas y desventajas como abono verde
El uso de alfalfa como abono verde tiene muchas ventajas:
- Enriquecimiento del suelo con nitrógeno. Esta característica es típica de todas las leguminosas.
- Un sistema de raíces bien desarrollado asegura una circulación adecuada de agua y aire.
- Esta hierba es poco exigente en cuanto a condiciones de crecimiento y tolera fácilmente las bajas temperaturas y la sequía.
- La capacidad de alcalinizar el suelo. Esta propiedad se considera una de las más valiosas.
Sin embargo, la alfalfa también tiene algunas desventajas:
- El alto costo de las semillas se debe a la popularidad del abono verde.
- Las dificultades de crecimiento surgen durante el primer mes tras la plantación. Durante este período, la planta requiere suficiente humedad y luz.
- El encalado es esencial al plantar en suelos salinos o muy ácidos. De lo contrario, la alfalfa no producirá suficiente follaje.

Cómo sembrar y cuidar adecuadamente
La alfalfa se puede sembrar después del forraje de invierno, la papa y el maíz. Después de este abono verde, se recomienda plantar cereales, repollo, tomates y rábanos. En otoño, se recomienda plantar la alfalfa tras un arado profundo a una profundidad de 30 centímetros. En primavera, se puede sembrar inmediatamente después de rastrillar con un rodillo. Se recomienda enterrar las semillas en el suelo a una profundidad máxima de 2 centímetros.
Dado que la alfalfa es perenne, se recomienda plantarla en las zonas más descuidadas durante dos años. Esto ayudará a maximizar la inversión.
Para asegurar una mejor germinación de la alfalfa, es necesario romper la cubierta de la semilla a mano y secarla bien. Si los brotes emergen con normalidad, no es necesario regarlos en exceso. La planta suele recibir suficiente humedad de la precipitación. El riego excesivo puede afectar la germinación.

¿Cuándo es mejor cultivar: en primavera o en otoño?
La planta suele plantarse a mediados de marzo, justo después de que se derrita la nieve. En esta época, el suelo está muy húmedo, lo que favorece la germinación de las semillas.
Los agrónomos también señalan que la alfalfa se puede plantar en otoño, en septiembre u octubre. En este caso, los primeros brotes deberían aparecer a principios de mayo. Los cultivos que sobrevivan el invierno experimentarán una estratificación natural. Esto aumentará la resistencia de las plantas a enfermedades y plagas.
Cuándo y cómo cortar el césped correctamente
Se recomienda cortar la alfalfa durante la etapa de floración más activa, entre 55 y 60 días después de la siembra. El césped cortado debe dejarse en los bancales para que se descomponga naturalmente. También es perfectamente aceptable compostarlo inmediatamente.
Si hay mucha hierba, una parte puede utilizarse como forraje. Después de un mes, se recomienda cortar el rebrote resultante, pero es importante evitar los tallos leñosos.
Al plantar alfalfa en primavera, córtela durante la floración, cuando al menos una pequeña parte haya formado hojas y brotes. Evite cortarla durante la lluvia; se recomienda hacerlo en días soleados.

Es importante recordar no cortar la planta demasiado bajo. De lo contrario, los brotes jóvenes simplemente morirán. Si los brotes no se han abierto completamente, córtelos a unos 5 centímetros. Si las flores están completamente abiertas, córtelas a 10 centímetros.
No se recomienda cortar el abono verde con demasiada frecuencia. Esto debilitará gravemente las plantas y provocará su muerte. Si la alfalfa se ve demasiado débil, se recomienda posponer la siega.
Cómo incorporarlo al suelo después de cortar el césped
Tras cortar los arbustos inmediatamente después de plantarlos, es mejor dejarlos crecer en los parterres durante un año más. Esto garantizará que el suelo reciba la máxima cantidad de nitrógeno. Si el abono verde se cultiva en una superficie pequeña, un año es suficiente. Tras el corte final, el abono verde debe dejarse en la superficie del suelo y se debe continuar el trabajo después de una lluvia o un riego abundante.
Durante este tiempo, el césped cortado se asentará y amarilleará. Una vez seca la tierra, se debe excavar el área hasta la profundidad de una pala. Se recomienda hacerlo en otoño. Durante el invierno, los residuos del césped se descompondrán y se convertirán en fertilizante de alta calidad.
La alfalfa es un abono verde beneficioso que enriquece el suelo con valiosos nutrientes y mejora su estructura. Esto contribuye a un mejor desarrollo del cultivo y a un mayor rendimiento.










