El tomate Madroño (Jardín Siberiano) fue inscrito en el Registro Estatal en 2013. En los últimos años, los horticultores han tenido la oportunidad de cultivar esta variedad en sus huertos y comprobar tanto sus valiosas propiedades como sus inconvenientes.
Características generales de la planta
Esta es una variedad distinta, no un híbrido. Las semillas se pueden usar para propagar plantas. Para ello, es recomendable seleccionar tomates que coincidan con las características y la descripción de la variedad que aparece en los catálogos. Existe una variedad alemana similar llamada Fresa Roja.

El madroño es un arbusto indeterminado que crece libremente y alcanza alturas superiores a los 2 metros en invernadero. En huertos abiertos, los cultivadores limitan artificialmente el crecimiento del tallo, desprendiéndolo un mes antes del final de la temporada de crecimiento. Esto se hace para dar tiempo a los racimos florales ya formados a cuajar, que posteriormente maduran y alcanzan la madurez técnica.
La variedad de tomate madroño es semiprecoz, y el tiempo desde la germinación de la semilla hasta la aparición de los primeros frutos maduros es de 110 a 115 días. La fructificación es prolongada y continúa hasta el final de la temporada. Se forman de cinco a siete racimos en el tallo, cada uno con seis a diez ovarios del mismo tamaño. Una baya pesa aproximadamente 200 g. El rendimiento promedio por mata es de 5 a 7 kg de producto comercializable.
No se recomienda plantar arbustos vigorosos demasiado juntos, por lo que solo se colocan dos plantas por metro cuadrado. Para aumentar la producción por arbusto, se recomienda guiarlo en dos o tres tallos y atarlos a un soporte.

Los tomates madroños son una variedad siberiana. Se adaptan a las fluctuaciones de temperatura diurna y nocturna y producen grandes cantidades de fruta incluso con lluvias prolongadas. Cosechados en su punto óptimo de maduración, maduran bien en interior. Resisten eficazmente las infecciones fúngicas. Sin embargo, los horticultores también señalan que el tizón tardío daña la cosecha del madroño en la misma medida que otras variedades.
Las únicas desventajas que cabe mencionar son su poca tolerancia a la sequía y al calor. Si el madroño carece de humedad, los brotes pueden caer. A temperaturas superiores a 35 °C, el polen se vuelve estéril y no se desarrollan ovarios.
Características de las fresas
El nombre de la variedad proviene de sus característicos tomates en forma de corazón, que recuerdan a las fresas maduras. El parecido se acentúa aún más por su piel de color rojo brillante, y el arbusto de dos metros de altura, cubierto de largos racimos de estas "fresas", resulta simplemente irresistible.

La piel del fruto es fina pero resistente; las bayas no se agrietan durante la maduración ni el enlatado. Los tomates pueden almacenarse durante varios días sin perder su aspecto comercial y transportarse largas distancias. Los tomates verdes maduran bien en interiores.
La pulpa presenta un color intenso y uniforme, sin un núcleo claro; solo se aprecia una mancha blanca cerca del pedúnculo. Un corte transversal revela de 3 a 4 cámaras seminales con pocas semillas. La textura del fruto es tierna y jugosa, similar a la de la pulpa del melón maduro.
Las opiniones de los jardineros sobre el sabor de la fruta son concordantes. Su alto contenido de azúcar y materia seca le confiere a las fresas un sabor dulce y ligeramente ácido con un delicado aroma a tomate. Las frutas contienen licopeno y una gran cantidad de vitaminas y minerales.

Las fresas se cultivan principalmente para consumo en fresco. Sus frutos, hermosos y uniformes, resultan ideales para rebanadas y aperitivos. Una ensalada de verduras frescas adquirirá matices adicionales de pulpa rojo coral, y una cena romántica puede complementarse con sándwiches con corazones de tomate.
Los tomates de este tipo se utilizan tradicionalmente como ingrediente en cualquier plato a base de tomate; su pulpa brillante se añade al caviar de verduras y a diversas salsas, y se puede utilizar en platos horneados.
Las bayas sobrantes para ensalada se almacenan para el invierno. Los madroños no son aptos para encurtir ni marinar: su fina piel puede reventar y la delicada pulpa no conserva su estructura. Sin embargo, su elaboración en zumos o salsas es un excelente uso. La consistencia de la pulpa permite la máxima extracción de su pulpa espesa, que se puede hervir rápidamente sin riesgo de perder muchas vitaminas durante el procesamiento.

Tecnología agrícola de cultivo
La futura cosecha depende de la preparación de las plántulas. Para obtener un buen material de siembra, siembre las semillas 60-70 días antes de trasplantarlas a su ubicación definitiva. Para el cultivo de las plántulas, prepare un sustrato con partes iguales de arena, tierra fértil y humus. Para desacidificar la mezcla, añada 2 cucharadas de tiza o cáscaras de huevo molidas por cada 10 kg de tierra.

Vaporice el sustrato en el horno o sumérjalo en una solución caliente de permanganato de potasio. Después de enfriar, esparza las semillas sobre tierra húmeda y cúbralas con 0,5 cm de arena o tierra seca. Cubra el recipiente con un vaso. Germine las semillas a 25 °C.
Cuando las plántulas desarrollen 2 o 3 hojas verdaderas, se deben trasplantar a espacios de 10 x 10 cm o a recipientes individuales de 0,5 litros. Evite que las plántulas se sequen; riegue solo cuando la capa superficial del suelo se haya secado. No es necesario fertilizar.
Puedes trasplantar las plantas al jardín a mediados de mayo (en un invernadero) o principios de junio. Una semana después de plantarlas, abónalas con mezclas de nitrógeno (nitrofoska, fertilizantes orgánicos, etc.) para aumentar la masa verde.

Tras la apertura del primer racimo floral, abone las plantas con una mezcla de fósforo y potasio (3 cucharadas de superfosfato y 10-20 g de fosfato monopotásico por cada 10 litros de agua) o ceniza de madera (300-500 g por cada 10 litros). Repita este abono después de 2 semanas. No aplicar mezclas de nitrógeno durante el crecimiento del fruto.
Los madroños se entrenan eliminando todos los brotes laterales hasta el primer racimo floral. Se puede dejar un brote lateral por encima de este racimo si se necesitan dos tallos. Para el tercer tallo, se deja un brote lateral por encima del segundo racimo. Los brotes restantes se deben eliminar a medida que crecen.











