- Razones de la falta de fructificación en los arándanos
- Errores en el cuidado de los cultivos de bayas
- Lugar de aterrizaje sombreado
- suelo acidificado
- Falta de polinizadores
- Drenaje insuficiente
- Falta de mantillo
- Enfermedades
- Manchado necrótico
- Filamentos de las ramas
- Enanismo
- Mancha anular roja
- Mosaico
- Moniliosis de los frutos
- Podredumbre gris
- Parasitismo del hongo Phomopsis
- Cáncer de tallo
- Mancha doble de la hoja
Mucha gente se pregunta por qué sus arándanos no dan fruto y qué hacer al respecto. Las causas pueden ser diversas. Principalmente, se deben a prácticas agrícolas inadecuadas. Otros factores que contribuyen son las infecciones fúngicas o bacterianas. Una causa común de la pérdida de frutos son las plagas.
Razones de la falta de fructificación en los arándanos
Si el arándano de su jardín no florece ni da fruto, lo primero que debe sospechar es que no lo ha cuidado bien. Los arándanos no prosperan en parterres previamente ocupados por patatas u otras verduras. Es mejor plantarlos después de las hierbas perennes.
Además, la planta no asimila bien la materia orgánica, por lo que se planta en un suelo que no ha sido fertilizado con dichas sustancias durante los últimos cinco años.
Una causa común de la falta de frutos es una plantación inadecuada. Al comprar, elija un arbusto que esté en un recipiente grande. En recipientes pequeños, el sistema radicular de la planta se entrelaza demasiado.

Para plantar correctamente la planta, sumerja el recipiente en agua durante 15 minutos. Luego, retire la maceta y enderece el sistema radicular. De lo contrario, algunas raíces permanecerán intactas. Esta planta no dará fruto y morirá al cabo de un tiempo.
El sistema radicular del arbusto se encuentra en la capa superficial, a una profundidad mínima de 25 centímetros. Por lo tanto, no se deben usar herramientas de jardinería para desherbar la planta. Las raíces dañadas no podrán recuperarse.
Se recomienda aflojar el suelo poco profundo, un máximo de 30-35 milímetros.
Errores en el cuidado de los cultivos de bayas
Al cultivar arándanos, es importante considerar diversos matices. Esto ayudará a garantizar buenos resultados y una fructificación abundante.

Lugar de aterrizaje sombreado
Un arbusto de arándanos no dará frutos si no florece bien. Plantar la planta a la sombra suele ser la causa de este problema. Aunque los arándanos prosperan en zonas sombreadas con alta humedad, no lo harán sin luz solar constante. La falta de luz adecuada afecta negativamente la floración.
Además de la luz, la planta necesita protección contra el viento. Una humedad adecuada también es crucial. Un sistema de riego artificial se considera la solución óptima. Esto permitirá que la planta esté expuesta a la luz solar y reciba la humedad adecuada.
suelo acidificado
Una causa común de la disminución del rendimiento se considera la selección incorrecta de la composición del suelo para el cultivo. La planta no prospera en suelos alcalinos o neutros.

Para solucionar este problema, se utiliza la acidificación artificial del suelo. Para que los arándanos prosperen, se requiere un pH de 3,5 a 4,5.
Falta de polinizadores
Los arándanos se consideran autofértiles. Sin embargo, para una floración y fructificación óptimas, necesitan polinizadores. Es importante que las plantas tengan periodos de floración similares. Por lo tanto, los expertos desaconsejan plantar un solo arbusto de arándanos. Es mejor plantar varias plantas con una separación de 1,5 metros.
Drenaje insuficiente
Un buen drenaje garantiza la eliminación del exceso de líquido. Esto ayudará a prevenir la pudrición de las raíces. En el caso de los arándanos, esta opción es necesaria al plantarlos en turba o suelo arenoso.

Se recomienda usar piedras pequeñas para formar una capa de drenaje. Deben colocarse en el fondo del hoyo antes de plantar. Si se usa una maceta, el drenaje también debe colocarse en el fondo. Para un correcto desarrollo de la planta, esta capa debe tener al menos 5-10 centímetros de grosor.
Falta de mantillo
La corteza de árbol, el aserrín, las hojas y la arena son buenos mantillos para el suelo. La turba, el heno o la paja también son excelentes opciones. El aserrín se considera la mejor opción, ya que ayuda a prevenir el drenaje rápido del agua en el suelo. Además, el material se descompone lentamente, por lo que no es necesario reponerlo rápidamente.

Al usar mantillo, es importante seguir ciertas pautas. El grosor de la capa no debe exceder los 10 centímetros. Al plantar, el aserrín debe esparcirse a 50 centímetros del tallo.
La primera aplicación de mantillo se realiza inmediatamente después de plantar la planta en su ubicación definitiva. Las aplicaciones posteriores se realizan según sea necesario. En este punto, el grosor de la capa de mantillo debe reducirse a 5 centímetros. Es importante tener en cuenta que las hojas y la paja se descomponen rápidamente, por lo que este tipo de mantillo debe reemplazarse anualmente.
Enfermedades
Existen muchas enfermedades que pueden afectar negativamente el desarrollo de los arándanos y provocar una disminución del rendimiento.
Manchado necrótico
Esta enfermedad se caracteriza por la aparición de manchas redondas y rojas en las hojas de la planta. Inicialmente, afecta el follaje más viejo y luego toda la planta.

Filamentos de las ramas
Esta enfermedad permanece asintomática durante cuatro años. Los arbustos afectados experimentan una ralentización del crecimiento. Las hojas adquieren un tono rojizo, se arrugan y se curvan. Los brotes se cubren de rayas que parecen encajes.
Enanismo
El micoplasma causa la enfermedad. Las plantas afectadas presentan un desarrollo deficiente. Las ramas se cubren de frutos pequeños e insípidos. A veces, los frutos desaparecen por completo. Las hojas se reducen gradualmente, tornándose amarillas y luego rojas.
Mancha anular roja
A mediados del verano, las hojas de la planta se cubren de manchas rojas. Poco a poco, todo el arbusto se infecta, provocando su muerte.
Mosaico
A medida que la enfermedad progresa, las hojas de la planta se cubren de manchas amarillas. Se tornan amarillas cerca de los pecíolos y verdes cerca de las puntas. Los ácaros son responsables de la propagación de la enfermedad.

Moniliosis de los frutos
Con esta condición, parece como si toda la planta hubiera sido dañada por las heladas. Se trata de una infección fúngica que hiberna en los frutos secos. Cuando la planta se ve afectada, la parte superior primero se marchita y amarillea. Luego se oscurece y muere. Las flores también se vuelven marrones y mueren. El fruto se oscurece y pierde su sabor.
Gradualmente, la infección fúngica causa daños en la madera y agrietamiento de la corteza. Aparecen crecimientos gomosos en los arbustos. En casos graves, la planta muere.
Para prevenir el desarrollo de la enfermedad, es importante recoger las hojas y frutos caídos de debajo de los arbustos. Estos restos deben quemarse. La planta debe tratarse con caldo bordelés. También se pueden utilizar otros fungicidas.

Podredumbre gris
Esta enfermedad se caracteriza por la aparición de manchas marrones o rojas en ramas, follaje y bayas. Estas manchas posteriormente se tornan grises. La enfermedad comienza en las partes superiores de la planta y se extiende gradualmente hacia abajo.
A medida que se desarrolla, se observan graves daños en la fruta. El moho gris es especialmente peligroso en climas húmedos.
Si las esporas de hongos llegan a las flores, se observa una reducción grave en el rendimiento.
Las plantas que reciben demasiado fertilizante nitrogenado son las más susceptibles a la enfermedad. También corren riesgo las plantas densamente plantadas que carecen de una ventilación adecuada.
Los hongos hibernan en las hojas caídas. Por lo tanto, es fundamental recolectarlos y quemarlos. Para asegurar una adecuada circulación del aire, mantenga una distancia suficiente entre los arbustos al plantarlos.

Parasitismo del hongo Phomopsis
Cuando los arándanos se infectan, los brotes nuevos se secan y se enroscan. Las áreas afectadas pueden medir entre 3 y 35 centímetros. Las hojas se tornan marrones, se secan y se caen, cubriéndose de manchas rojizas de hasta 10 milímetros.
Para combatir la enfermedad, se recomienda destruir los brotes dañados y tratar la propia planta con preparados utilizados para combatir el cáncer del tallo.
Cáncer de tallo
Esta es una de las enfermedades más peligrosas. Inicialmente, las cicatrices de las hojas se cubren de manchas rojas. Luego, los brotes de la planta se ven afectados. Con el tiempo, aumentan de tamaño, se vuelven ovalados y se oscurecen. Gradualmente, las manchas se expanden y cubren todo el brote. Finalmente, el brote muere.
Los arbustos jóvenes son los más susceptibles a la enfermedad. Los brotes más viejos se cubren de lesiones ulceradas, grietas y corteza descascarada.
La prevención puede ayudar a evitar problemas. Evite plantar arándanos en bancales con alta humedad. Los expertos también desaconsejan la fertilización excesiva con nitrógeno. Las ramas dañadas deben podarse y destruirse de inmediato.

Para combatir la enfermedad, se recomienda usar productos como Euparen y Topsin. Se recomienda tratar los arbustos tres veces, con 7 días de diferencia. El primer tratamiento se realiza antes de la floración y el segundo después de la cosecha. Se recomienda usar caldo bordelés después de la aparición de las hojas. También se aplica dos veces en otoño, después de la caída de las hojas.
Mancha doble de la hoja
Esta enfermedad causa daños en las hojas. Comienza a finales de marzo, con la aparición de numerosas manchas pequeñas de 2 a 3 milímetros de diámetro. Posteriormente, su número aumenta. En verano, estas lesiones comienzan a crecer, alcanzando de 6 a 13 milímetros de diámetro. En condiciones de alta humedad, la enfermedad se propaga con mucha mayor rapidez.
Para combatir este problema, se utilizan productos como Euparen y Topsin. En primavera y otoño, también está aprobado Rovralem.
La falta de frutos en los arándanos puede deberse a diversos factores. Para lograr un éxito significativo en el cultivo, es importante identificar la causa y actuar con prontitud.











