- Historia de origen y características
- Las variedades más bellas
- Regiones adecuadas para el cultivo
- Detalles del aterrizaje
- Selección y preparación del sitio
- Tiempos y patrones de siembra
- Cuidado de plántulas y plantas adultas
- Modo de riego
- Horario de alimentación
- Poda y atado a soportes
- Protección contra enfermedades y plagas
- Propagación de la clemátide de montaña
- Semillas
- Esquejes
- Acodar y dividir el arbusto
- Las principales dificultades en el cultivo
Las plantas trepadoras con flores son populares entre los jardineros, y la variedad de clemátide de montaña merece especial atención. Posee cualidades estéticas inigualables y es ideal para la jardinería vertical, así como para el diseño artístico de setos, arcos y pérgolas. Considerada la reina de las plantas perennes con flores similares a enredaderas, la clemátide se distingue por su abundante floración, su maravillosa fragancia y su amplia paleta de colores.
Historia de origen y características
La Clematis montana se considera una planta herbácea o leñosa perenne, perteneciente a la familia Ranunculaceae. La variedad fue descrita por primera vez por el botánico franco-suizo Augustin Pyramus en 1818 en su libro, donde describió la clasificación de todas las plantas con flores. La Clematis montana se popularizó en Europa en 1831.
Clematis Mountain tiene las siguientes características:
- La clemátide es una planta leñosa de hoja caduca, su longitud es de 8-8,5 m;
- El arbusto se distingue por sus tallos delgados, trepadores y densamente ramificados de color púrpura;
- los procesos tienen forma cilíndrica, nervaduras, en ocasiones pueden aparecer grietas;
- La planta está fijada al soporte mediante peciolos largos y rizados;
- La variedad Montaña se caracteriza por un sistema radicular superficial y raíces carnosas y delgadas;
- Las hojas son redondas o cuneiformes e incluyen folíolos peciolados cortos de 4-9 cm de largo;
- La paleta de colores de los cogollos está representada por el blanco, el rosa, el lila y el crema;
- Las flores de la clemátide de montaña son simples o se reúnen en una inflorescencia en forma de escudo o panícula.
Los brotes florecen rápidamente y a mediados de mayo ya están fragantes con el aroma de vainilla.
Las variedades más bellas
Como resultado del trabajo de mejoramiento, se desarrollaron dos variedades híbridas de Clematis de montaña:
- Rubens (rosa);
- Montana (Grandiflora).

El Rubens se distingue por sus grandes flores, que van del rosa rojizo al lila, y su sutil aroma a vainilla. Se considera una planta perenne alta, que alcanza una altura máxima de 10 metros. Su profusa floración comienza a principios de junio.
Los pétalos rosados armonizan con el follaje verde brillante, y la planta también combina bien con otras plantas similares a enredaderas.
Montana también se considera un arbusto alto y leñoso que se enrosca rápidamente alrededor de pérgolas, terrazas o cercas. Esta variedad se distingue por sus hojas grandes y de un verde vibrante, sus grandes flores blancas y sus pétalos de cuatro puntas. Los primeros brotes comienzan a florecer a principios de junio.
Regiones adecuadas para el cultivo
La Clematis montana crece en todo el mundo. A finales del siglo XIX, comenzó a exportarse a:
- Asia occidental;
- Porcelana;
- Asia Oriental;
- Butano;
- India;
- Nepal;
- Pakistán;
- Myanmar (Birmania).

El hábitat natural de esta planta perenne, similar a una enredadera, son los bosques, las laderas y las cordilleras. En Rusia, la clemátide prospera en las regiones meridionales; debido a su baja resistencia al invierno, no es adecuada para climas templados ni septentrionales. La planta requiere protección invernal adicional: poda, fijación de los brotes, aislamiento con mantillo, como ramas de abeto u hojas secas, y envoltura con agrofibra. Se colocan tablas o pizarra sobre la planta.
Detalles del aterrizaje
Para cultivar con éxito la clemátide de montaña, se recomienda seleccionar cuidadosamente la ubicación, la composición del suelo y el momento de la siembra. Para evitar que la planta se vuelva susceptible a enfermedades infecciosas, se recomienda seleccionar plántulas sanas de proveedores de confianza.
Selección y preparación del sitio
Para el cultivo exitoso de clemátide, se deben proporcionar las siguientes condiciones:
- La planta se planta en el lado sur o este del sitio, en un lugar soleado donde haya protección contra las ráfagas de viento.
- La clemátide de montaña requiere luz solar y se recomienda ubicarla en el sureste o suroeste.
- No se recomienda encarecidamente plantar clemátides en una zona sombreada.
- La planta requiere riego regular, acolchado y aflojamiento del suelo. Se utiliza turba o aserrín como mantillo.
- Para plantar, seleccione un suelo fértil, ligeramente alcalino o neutro.
- Esta variedad se considera amante de la humedad; en verano, las flores se riegan una vez a la semana con dos cubos de agua. En días calurosos, el riego se incrementa a una vez cada 2-3 días.

Las corrientes de aire y los vientos fuertes son perjudiciales para la clemátide de montaña. Puede crecer en el mismo lugar de 10 a 18 años. La tierra debe labrarse, fertilizarse y regarse uno o dos meses antes de plantarla.
Tiempos y patrones de siembra
La primavera o el otoño son las mejores épocas para plantar; si la clemátide se cultiva en maceta, se puede plantar incluso en verano. Si no se alcanza el plazo de siembra de otoño, la plántula en maceta debe colocarse en una habitación fresca hasta la primavera. Se puede usar aserrín y arena para evitar que las raíces se sequen. Con la llegada del buen tiempo, la planta puede plantarse en el exterior.
La plantación de Clematis de Montaña se realiza según el siguiente algoritmo:
- Primero, cave un hoyo de 60 cm de diámetro, 60 cm de profundidad y 60 cm de altura. Retire las malas hierbas de la capa superior de tierra excavada y mézclela con humus, compost, arena y turba. El sustrato puede mezclarse con fertilizantes minerales, harina de huesos, cal y ceniza.
- Se añade turba, mantillo y arcilla a la tierra ligera. Si la tierra está muy húmeda, se cubre el fondo del hoyo con piedra triturada, virutas de ladrillo o arena gruesa.
- La capa de drenaje se mezcla con el sustrato y la tierra, y se compacta. El hoyo se riega con 2 o 3 cubos de agua y se deja absorber.
- Una vez que el agua se haya absorbido, se coloca el arbusto en el hoyo, se extiende el sistema radicular y se añade tierra. A continuación, se riega la planta abundantemente.

Si la clemátide de montaña se planta como una sola planta, se instala un soporte al lado de ella.
Cuidado de plántulas y plantas adultas
La clemátide alba requiere riego, fertilización, deshierbe y aflojamiento del suelo. Para evitar que la planta se vuelva susceptible a enfermedades infecciosas, debe tratarse regularmente con preparaciones especiales.
Modo de riego
La clemátide alba prospera con la humedad y requiere riego semanal. Para asegurar un riego uniforme, coloque dos o tres macetas con pequeños agujeros junto a la planta. Añada agua a las macetas para nutrir gradualmente el sistema radicular y evitar la pudrición.
Horario de alimentación
Si se fertilizó el suelo al plantar, la clemátide no requiere fertilización adicional durante el primer año. En el segundo año, se fertiliza con gordolobo y fertilizantes minerales una vez en junio, julio y agosto.

El sustrato nutritivo se mezcla con los siguientes fertilizantes:
- nitrógeno - durante la temporada de crecimiento;
- potasio - durante la formación de los ovarios;
- fósforo - cuando los brotes hayan terminado de florecer;
- mineral - después de podar el arbusto.
Si en el segundo año la clemátide ha echado brotes y se prepara para florecer, se eliminan para que la plántula pueda fortalecer sus raíces.
Poda y atado a soportes
La Clematis montana se clasifica como una planta del grupo de poda 1. Estas plantas no requieren poda anual; solo se deben eliminar las ramas dañadas. Los arbustos maduros se podan hasta el 50 % de sus brotes después de que se marchiten las yemas. Esto rejuvenecerá la planta y asegurará una floración abundante en la temporada siguiente. Tras la plantación, no se poda.
La clemátide montana se considera un arbusto alto, con tallos entrelazados que alcanzan gran altura. Requiere soporte natural o artificial, ya sea vertical u horizontal, arqueado, piramidal o en abanico. Se planta entre otras plantas perennes leñosas, con cuerdas o sedales tendidos entre ellas.

Protección contra enfermedades y plagas
A mediados de septiembre, se poda el arbusto y se queman las partes cortadas para prevenir la infección por microorganismos patógenos. La clemátide alba es susceptible a las siguientes enfermedades:
- El fusarium es una enfermedad fúngica causada por el exceso de humedad en el sistema radicular. Los brotes ennegrecidos indican la presencia de la enfermedad. El fusarium se puede prevenir rociando con caldo bordelés a principios de primavera y otoño.
- Marchitez. Esta es una enfermedad fúngica común. Se produce cuando microorganismos patógenos penetran en el tejido vegetal a través de tallos dañados. Los brotes afectados comienzan a oscurecerse y secarse. En la etapa inicial, se debe rociar el arbusto con fungicidas. Si la infección se propaga activamente, se debe desenterrar la planta y quemarla.
La Clematis montana suele ser atacada por nematodos. Estos son gusanos parásitos microscópicos que se propagan por toda la planta. Los nematodos agalladores son particularmente peligrosos: su proliferación provoca que el sistema radicular de la planta se cubra de nódulos llamados agallas. El arbusto afectado debe ser destruido, de lo contrario la infección se propagará a otras plantas.

Propagación de la clemátide de montaña
La planta perenne se propaga por semillas, esquejes, acodo y división del arbusto.
Semillas
Las semillas se plantan al aire libre a mediados de marzo. Antes de plantarlas, se sumergen en una solución de Kornevin y se conservan en un lugar fresco durante tres meses. Cuando sube la temperatura, se entierran a 1-2 cm de profundidad en tierra preparada.
Esquejes
Los esquejes se cortan, se colocan en un recipiente con agua y Kornevin durante media hora y luego se plantan en un recipiente. Una vez que han enraizado, se plantan en tierra abierta.
Acodar y dividir el arbusto
Los esquejes se trasplantan a principios de la primavera: los brotes se clavan en un hoyo preparado, se riegan y se cubren con una fina capa de tierra. A principios del otoño, los brotes enraizados se desentierran y se colocan en su ubicación definitiva.

El procedimiento de división es adecuado para arbustos maduros de seis años. Se desentierran, se les quita el cepellón y se dividen en varias secciones. Cada sección debe tener brotes separados y un sistema radicular desarrollado.
Las principales dificultades en el cultivo
Durante el primer año de vida, la clemátide de montaña puede dejar de crecer. Esto se puede corregir fertilizando con fertilizantes nitrogenados. Si las puntas de los brotes jóvenes se curvan o se secan, aumente la frecuencia de riego.
Los pulgones del arbusto se pueden controlar con infusión de tabaco, chile picante o insecticidas. Las flores pequeñas indican falta de agua en el sistema radicular. Si la clemátide de montaña no florece profusamente ni crece vigorosamente en su tercer o cuarto año, es probable que la plantación se haya realizado incorrectamente. Replantar la planta puede salvarla.











