- Descripción de la variedad Niobe: todos los pros y contras
- Origen y regiones de cultivo
- Características de la floración y su uso en el diseño paisajístico.
- Aterrizaje
- Selección y preparación del sitio
- Época y patrón de plantación de plántulas
- Cuidados adicionales en campo abierto
- Frecuencia de riego
- Alimentando la planta
- Poda y atado a soportes
- Acolchado y aflojamiento del suelo
- Control de plagas y enfermedades
- Cubriendo la planta durante el invierno
- Métodos de reproducción
- Opiniones de los jardineros sobre la variedad Niobe
Muchos jardineros cultivan no solo hortalizas y árboles frutales, sino también plantas ornamentales. La clemátide es ideal para paisajismo. Estas plantas trepadoras herbáceas se caracterizan por su rápido crecimiento y excelentes cualidades ornamentales. La clemátide, con el exótico nombre de Niobe, también es una opción popular entre los jardineros.
Descripción de la variedad Niobe: todos los pros y contras
La clemátide híbrida Niobe es famosa no solo por su atractiva apariencia, sino también por su fácil cuidado y bajo mantenimiento. Esta enredadera arbustiva pertenece al grupo Jackmanii y se caracteriza por sus grandes cogollos. Dado que no supera los 2,5 metros de longitud, los paisajistas la utilizan tanto para paisajismo vertical como horizontal.
La clemátide florece en los brotes del año en curso, lo que la ubica en el Grupo 3 y requiere una poda drástica antes del invierno. La clemátide de Niobe es una variedad de floración media; los primeros brotes aparecen en julio y los últimos en septiembre. Los pétalos son de color púrpura oscuro y el diámetro de la flor varía de 10 a 15 cm. Las anteras amarillas ofrecen un contraste llamativo.
La clemátide posee una buena inmunidad y rara vez es atacada por plagas de insectos y enfermedades. A pesar de su popularidad entre los jardineros nacionales y extranjeros, este híbrido no ha sido incluido en el Registro Estatal Ruso.
Origen y regiones de cultivo
Clematis Niobe es una selección polaca creada por el renombrado jardinero Władysław Noll. Presentó su creación a la comunidad en 1975. Ese mismo año, el híbrido se registró en la Royal Horticultural Society (Londres, Reino Unido). Esta clemátide se puede cultivar prácticamente en todo el territorio de Rusia, ya que tiene buenas cualidades de resistencia a las heladas y, siempre que esté cubierta, sobrevive fácilmente al invierno.

Características de la floración y su uso en el diseño paisajístico.
La época de floración de este híbrido de clemátide depende de la región de cultivo. En climas templados, los primeros brotes aparecen en julio y los últimos en septiembre. En las regiones del sur, las clemátides pueden florecer hasta finales de otoño.
Debido a su tamaño compacto, la vid se utiliza no solo para decorar parcelas de jardín, sino también cenadores, arcos, muros de construcción y vallas.
Muchos amantes de las clemátides también las cultivan en macetas en balcones y logias. Si se plantan cerca de un árbol, la enredadera lo rodeará por completo en pocos años.
Aterrizaje
Dado que la clemátide es una planta perenne y, con un cultivo adecuado, puede prosperar en un mismo lugar durante unos 20 años, plantar plántulas requiere una cuidadosa consideración. Seleccionar un sitio adecuado, preparar el suelo y comprar materiales de alta calidad son esenciales. Solo siguiendo todas estas pautas, la clemátide le deleitará con abundantes flores y una excelente salud.

Selección y preparación del sitio
Al elegir un lugar para la clemátide, tenga en cuenta una regla: los brotes deben estar expuestos al sol, mientras que las raíces deben estar a la sombra, ya que no toleran el calor. Las zonas bajas o donde el nivel freático está cerca de la superficie del suelo no son aptas para la plantación. Evite también las zonas expuestas al viento y a las corrientes de aire, ya que los delicados pétalos de las flores perderán su aspecto decorativo y la propia planta podría romperse. La distancia a muros o vallas debe ser de entre 70 y 100 cm.
En cuanto al suelo, preferiblemente debe ser neutro, fértil, ligero y bien drenado. Antes de plantar, se debe excavar la tierra, eliminar las raíces de las malas hierbas y añadir nutrientes.
Es mejor comprar plántulas de clemátide en tiendas de jardinería o viveros; los vendedores en mercados espontáneos no podrán proporcionar a los jardineros un certificado de conformidad híbrida. Es preferible comprar plántulas con un sistema radicular cerrado; estas plantas de clemátide se establecen más rápidamente en un nuevo lugar y son menos susceptibles a las enfermedades.

Época y patrón de plantación de plántulas
En las regiones más frías, es preferible plantar clemátides en primavera. Durante el verano, las plántulas se adaptarán a las nuevas condiciones y sobrevivirán al frío sin problemas. En las regiones del sur, el procedimiento puede posponerse hasta el otoño; lo principal es dejarlas al menos un mes antes de las primeras heladas.
Instrucciones paso a paso para plantar el híbrido Niobe:
- En primer lugar, preparamos un agujero cuyas dimensiones son 60 x 60 x 60 cm.
- En la parte inferior se dispone una capa de drenaje: para ello se utilizan ladrillos rotos, piedra triturada pequeña o perlita.
- La tierra extraída del hoyo se mezcla con humus, se le añade ceniza de madera y un poco de superfosfato.
- Inmediatamente se instala un soporte, al que posteriormente se ata la plántula joven para que no se rompa.
- Rellena la mitad con tierra y riega un poco.
- Coloque la plántula de manera que sus raíces queden hacia abajo y agregue el resto de la tierra.
Al principio, el sistema de raíces de la clemátide está sombreado; los jardineros experimentados recomiendan plantar plantas anuales bajas a su alrededor.

Cuidados adicionales en campo abierto
La salud y las cualidades ornamentales de las clemátides dependen de la adherencia continua a las prácticas agrícolas adecuadas. Estas incluyen el riego y la fertilización, el aflojamiento y el acolchado del suelo, la poda y la preparación para el invierno, así como tratamientos preventivos contra enfermedades y plagas.
Frecuencia de riego
Las clemátides crecen bien con la humedad, pero es importante no regarlas en exceso, ya que esto puede causar pudrición del rizoma y enfermedades fúngicas. Normalmente, se riega una vez a la semana, con dos cubos de agua por planta adulta. Sin embargo, si no ha llovido durante un período prolongado y el clima es caluroso, aumente la frecuencia a dos veces cada siete días. Se recomienda regar temprano por la mañana o después del atardecer para evitar que las gotas de agua quemen las hojas y los brotes al exponerse a la luz solar.

Alimentando la planta
Las plántulas jóvenes del primer año no necesitan fertilización adicional; los nutrientes añadidos al plantar son suficientes para toda la temporada. Los fertilizantes se añaden a partir de la primavera siguiente. Inicialmente, se utilizan fertilizantes nitrogenados y potásicos para estimular el crecimiento y la posterior formación de brotes. Al comienzo de la floración, se utilizan fertilizantes complejos. Para preparar la clemátide para el invierno, se fertiliza con compost bien descompuesto o mezclas que contengan fósforo, calcio y manganeso.
Poda y atado a soportes
Al plantar clemátides, se instala un soporte al que posteriormente se atan los brotes. Sin este, las ramas se romperían con la fuerza del viento y perderían su efecto decorativo. Sin embargo, hay casos en los que no es necesario atarlas. El primero es cuando la clemátide se usa como cubresuelos. El segundo es cuando se cultiva como planta rastrera en macetas colgantes.
Dado que el híbrido pertenece al Grupo 3, todos los brotes se podan antes del invierno, dejándolos a no más de 20-30 cm del suelo. La clemátide florece en las ramas del año en curso, por lo que no tiene sentido dejar brotes viejos. Durante el verano, realice el saneamiento, eliminando las ramas rotas y enfermas si es necesario.

Acolchado y aflojamiento del suelo
Desherbar y aflojar la tierra es esencial para el cuidado de las clemátides. Esto debe hacerse a una profundidad máxima de 20 cm para evitar dañar las raíces del híbrido. Aflojar la tierra la satura de oxígeno, esencial para el pleno desarrollo de la clemátide y la formación de un sistema radicular fuerte.
Si no desea luchar constantemente contra las malas hierbas, el área de las raíces se puede cubrir con cualquier material orgánico: aserrín, turba no ácida o agujas de abeto.
Control de plagas y enfermedades
La prevención es esencial para evitar enfermedades y ataques de insectos. Es útil tratar la tierra alrededor de las clemátides con preparados que contengan cobre o fungicidas en primavera, después de que se derrita la nieve. También se recomienda retirar rápidamente las hojas caídas de la zona donde hibernan las plagas, mantener un programa de riego regular y podar las clemátides.

Cubriendo la planta durante el invierno
En las regiones meridionales, donde las temperaturas invernales no son muy bajas, una capa de 10-15 cm de mantillo compuesto por humus, hojas secas y turba es suficiente para cubrir las clemátides. En las regiones más frías, se coloca una caja de madera encima y se cubre con ramas de abeto. Esta cubierta protegerá el sistema radicular de la congelación y evitará que se pudra.
Métodos de reproducción
La clemátide Niobe se propaga de cuatro maneras:
- semillas;
- dividiendo el arbusto;
- esquejes;
- capas.
El primer método rara vez lo utilizan los jardineros debido a su largo proceso. Lo suelen utilizar los criadores que desarrollan nuevos híbridos.
Opiniones de los jardineros sobre la variedad Niobe
Lidiya Vasilievna, 57 años: «Esta es la primera clemátide híbrida que me he atrevido a plantar en mi dacha. La plántula echó raíces rápidamente y no nos causó ningún problema. La regamos de vez en cuando y aflojamos la tierra, y las flores son largas y abundantes».
Zhanna Alexandrovna, 36 años: «Es una de mis clemátides favoritas, gracias a su larga floración. La cubro ligeramente en invierno después de podarla; en nuestra región es cálida, así que las raíces nunca se han congelado».











