El tomate Snezhana es una variedad excelente para plantar en campo abierto e invernaderos sin calefacción. Su principal característica distintiva es su bajo mantenimiento. Esta variedad de bajo crecimiento fue desarrollada por criadores siberianos, lo que la hace ideal para cultivar en condiciones menos favorables. Estas características indican que estos tomates prosperarán en invernaderos o campo abierto y producirán una cosecha abundante.
Cultivo del tomate Snezhana
Descripción de la variedad:
- Los arbustos tienen una ramificación media y no superan los 50-60 cm de altura, lo que elimina la necesidad de tutores o pinzas. Esto reduce significativamente el esfuerzo del horticultor y los costes de plantación y mantenimiento.
- Variedad medio-precoz, produce su primera cosecha 100 días después de plantar las semillas en el suelo, que madura casi simultáneamente.
- El rendimiento del tomate Snezhana es alto y no es inferior al de otras variedades de bajo crecimiento de criadores siberianos.
- La primera inflorescencia aparece encima de la séptima hoja, todas las siguientes aparecen cada dos hojas.

Características de las frutas
Los tomates Snezhana son redondos, ligeramente aplanados, de superficie brillante y firmes al tacto. Una vez maduros, son rojos y pesan entre 90 y 100 g.
Los frutos de esta variedad tienen un sabor dulce y ácido, lo que los hace excelentes para consumir en fresco o para conservarlos durante el invierno. Sus principales ventajas incluyen su buen cuajado, incluso en condiciones climáticas adversas, y su resistencia al transporte a largas distancias.

Cultivo y cuidado
Siembre las semillas de las plántulas aproximadamente dos meses antes de plantarlas al aire libre o en un invernadero. 55 a 60 días son suficientes para producir plántulas fuertes que sean resistentes al trasplante y a las enfermedades.
Antes de plantar, las semillas deben tratarse con una solución diluida de permanganato de potasio y luego enjuagarse con agua tibia. Esto protegerá las plántulas de las enfermedades a las que son propensas las solanáceas.
Para una buena germinación de las plántulas, la temperatura ambiente debe ser de al menos +22…+25 °C. Las semillas deben plantarse a una profundidad de 1-2 cm en el suelo o en un sustrato preparado, que se puede comprar en la tienda.

Después de que aparezcan algunas hojas, es necesario trasplantar las plántulas. Trasplantar la planta a un recipiente más grande ayuda a fortalecer el sistema radicular y a crear un tallo más denso. Después de trasplantarlas, riegue las plántulas con agua y añada fertilizante.
El mejor momento para trasplantar plántulas al suelo es a finales de mayo o principios de junio. Quienes han plantado plántulas en campo abierto saben que el fertilizante es esencial para la supervivencia de las plantas.

Para ello, en primavera, trate el suelo con fertilizantes complejos (también se puede usar superfosfato, sulfato de amonio o nitrato de amonio) y, durante la plantación, añada 1,5 cucharadas de ceniza a cada hoyo. No debe haber más de 4 hoyos por m².
Para aumentar la producción, puedes fertilizar las plantas con fertilizantes minerales. Los tomates crecen mejor en climas cálidos, por lo que conviene plantarlos en una zona soleada y protegida del viento. Para mantener una producción saludable, rota las tomateras cada año.

Las opiniones de los jardineros sobre la variedad Snezhana son positivas, ya que cultivarla y cuidarla es muy sencillo. Los frutos maduros se conservan bien durante mucho tiempo y no sufren daños durante el transporte.










