El tomate Griffon f1, descrito a continuación, fue desarrollado por obtentores para su cultivo en invernadero. Se inscribió en el Registro Estatal Ruso de Híbridos en 2010. Este tomate es fácil de transportar, lo que permite transportar la cosecha a largas distancias. Esta variedad se puede almacenar de 10 a 20 días después de la cosecha. Se recomienda para consumo en fresco y ensaladas.
Brevemente sobre la planta que se describe
Las características de la variedad Griffin son las siguientes:
- Este tomate es una variedad de maduración temprana. Desde la siembra hasta la cosecha, no pasan más de 60 días. Si se siembra directamente en el suelo, los primeros frutos pueden tardar entre 90 y 110 días.
- El tronco de la planta es robusto, con pocos entrenudos; se recupera rápidamente de los daños. Este tipo de tomate posee un sistema radicular fuerte y bien desarrollado.
- El arbusto alcanza una altura de 1,2 a 1,5 m. Requiere eliminar los brotes laterales y atar a soportes.
- El fruto es rosado. Cuaja bien incluso en condiciones climáticas adversas. El peso promedio de un tomate oscila entre 200 y 250 g.
- La forma del fruto se asemeja a una esfera ligeramente aplanada.
- Los tomates no presentan manchas de color cerca del tallo. Su pulpa es bastante densa, con seis o más cámaras seminales.

Las reseñas de los agricultores indican que esta planta se cultiva mejor en invernaderos de plástico con rotaciones de primavera y otoño. Esta variedad de tomate no requiere condiciones de cultivo, pero es mejor no experimentar con este aspecto, ya que podría perder toda la cosecha.
Los jardineros destacan la buena resistencia de la variedad a enfermedades como la verticillium, el virus del mosaico del tabaco y el fusarium.
La planta crece bien en cualquier tipo de suelo y en diversas condiciones de luz. Los frutos aparecen casi simultáneamente, lo que permite una cosecha rápida.

Cultivo del tomate descrito
Esta variedad es un híbrido, por lo que obtener semillas viables por cuenta propia es difícil. Quienes deseen cultivar esta planta deberán comprar semillas en una tienda especializada.
Tras la compra, todas las semillas deben tratarse con permanganato de potasio o jugo de aloe. Esto protegerá a la planta de enfermedades fúngicas y mejorará su inmunidad. Las semillas se siembran en tierra prefertilizada con estiércol, turba o fertilizante nitrogenado. Aunque esta planta puede crecer en suelos pobres, es mejor plantar las plántulas en un suelo bien fertilizado. En suelos con bajos niveles de fertilizante mineral, las pérdidas de rendimiento pueden alcanzar hasta el 50%.

Cuando aparecen las primeras hojas en los brotes, se arrancan.
Plante las plántulas de 2 a 3 plantas por metro cuadrado. Si se plantan demasiado densamente, los arbustos se sombrearán mutuamente, lo que resultará en una pérdida de aproximadamente el 30 % de la cosecha.
Riegue al anochecer con agua tibia. Ajuste la cantidad de líquido para evitar que se acumule exceso de humedad bajo los tallos.

Los tomates deben fertilizarse de nuevo cuando cuajan los frutos. Esto se hace con mezclas complejas que contienen fósforo y potasio. Es necesario desherbar y aflojar la tierra regularmente. Esto refuerza el sistema inmunitario de la planta y le permite resistir infecciones virales.
Las hojas de las tomateras deben tratarse con soluciones especiales para prevenir el desarrollo del tizón tardío. La fitosporina es un buen producto para este fin.

Si las plagas del jardín (como el escarabajo de la patata, los pulgones o las orugas) han infestado las hojas de tomate, se recomienda eliminarlas con soluciones químicas, disponibles en el supermercado. Si estas soluciones no están disponibles, se pueden usar métodos tradicionales para eliminar insectos dañinos.










