- Las principales causas del rizado de las hojas
- Violación de las prácticas agrícolas durante el cultivo
- Exceso de fertilizantes minerales
- Deficiencias de nutrientes
- Deficiencia de micronutrientes
- Riego incorrecto
- Daños al sistema radicular
- Característica varietal
- La temperatura ambiente es demasiado alta
- Pellizco incorrecto
- Plántulas de tomate afectadas por enfermedades y plagas.
- Marchitez por Fusarium
- Bacteriosis
- Cáncer bacteriano
- Virus de la hoja delgada
- Mosca blanca
- Áfido
- ácaro araña
- procedimientos médicos
- Cómo evitar que las plántulas se enrosquen y se sequen
Para asegurar la maduración de los tomates en un clima templado, se siembran semillas para plántulas, que requieren un cuidado especial. Requieren buena iluminación, riego regular y la temperatura y humedad adecuadas para prosperar. Los jardineros principiantes suelen preocuparse cuando las hojas de sus plántulas de tomate se curvan y se marchitan. No quieren quedarse sin cosecha, pero no siempre entienden por qué ocurre esto ni saben qué hacer, y el tiempo apremia.
Las principales causas del rizado de las hojas
Las plántulas sanas arraigan rápidamente en invernaderos y huertos abiertos. Las tomateras jóvenes se marchitan con temperaturas demasiado altas, lo que provoca falta de humedad y una mala absorción de minerales por las raíces. No siempre se sabe de inmediato por qué las hojas se curvan.
Violación de las prácticas agrícolas durante el cultivo
Solo identificando la causa del marchitamiento de las plántulas se pueden salvar y esperar a que maduren. Con frecuencia, los tomates jóvenes mueren por descuido y prácticas agrícolas inadecuadas.
Las hojas cambian de color y se doblan hacia abajo:
- en condiciones de poca luz;
- debido a las fluctuaciones de temperatura;
- Al colocar plántulas en suelo ácido.
Cuando las semillas de tomate se siembran en suelo arcilloso pesado, la germinación tarda mucho y las raíces de las plántulas se desarrollan mal debido a la escasez de aire y nutrientes. Se forman sales en el suelo, que absorben los micronutrientes.
Para evitar que las plántulas mueran, se trasplantan a un nuevo sustrato de turba y mantillo, con arena y vermiculita añadidas. La tierra se desinfecta o se coloca en un horno caliente durante 30 minutos.

Exceso de fertilizantes minerales
Las plántulas se desarrollan normalmente cuando reciben suficientes nutrientes. Sin embargo, si reciben un exceso de nitrógeno:
- Los tallos se vuelven más densos.
- Las raíces están dañadas.
- Las hojas se están curvando.
Si hay exceso de tierra en el sustrato, retire la capa superior y agregue tierra nueva mezclada con aserrín. Después de regar, coloque las plántulas en la tierra y trátelas con Epin.

Deficiencias de nutrientes
Cuando las plántulas de tomate emergen en un invernadero con temperaturas elevadas, sus hojas se curvan. Esto ocurre porque las plantas se ven privadas de aire fresco, lo que dificulta la absorción de nutrientes.
Deficiencia de micronutrientes
El desarrollo de las plantas de tomate se ralentiza y las plántulas mueren por falta de boro, nitrógeno y potasio. Una deficiencia de magnesio provoca la formación de manchas claras entre las nervaduras, que con el tiempo se tornan marrones, y las hojas se curvan y se secan.
La deficiencia de fósforo afecta negativamente la salud de las raíces. La parte aérea de los tomates jóvenes se vuelve morada y dura, y los bordes de las hojas se secan. La necrosis foliar se produce debido a la deficiencia de potasio. La deficiencia de este micronutriente provoca el marchitamiento del tallo.
Cuando falta boro en el suelo, los puntos de crecimiento de los tomates mueren, mientras que las ramas laterales se desarrollan normalmente, las hojas se vuelven más claras y se transforman en tubos.
Cuando las plántulas carecen de zinc aparecen manchas de bronce en toda la superficie del plato.

Riego incorrecto
Cuando el suelo se seca, lo que ocurre con un riego irregular, se altera la absorción de nutrientes y las hojas de tomate en el invernadero comienzan a marchitarse.
Con riegos frecuentes y abundantes, el agua se estanca en el suelo, lo que puede provocar:
- podredumbre de la raíz;
- activación de hongos;
- muerte de plántulas.
Si hay exceso de humedad, los arbustos se retiran del sustrato húmedo, se trasladan a otro suelo tratado con una solución de permanganato de potasio y se rocían las hojas con un estimulador de crecimiento.

Daños al sistema radicular
Las plántulas de tomate se marchitan al crecer y se amontonan en la caja. En este caso, se retiran y se trasplantan a otro recipiente, pero a veces se daña una raíz o un tallo durante el trasplante. La planta muere.
Característica varietal
Algunas variedades de tomate tienen hojas muy delgadas que se curvan hacia abajo a lo largo del limbo, lo que provoca que crezcan a un ritmo más lento que las nervaduras. Esto se considera normal en variedades híbridas como el tomate cangrejo japonés y el tomate Fátima, los tomates cherry miniatura y los tomates altos, y no supone ninguna amenaza para el desarrollo de las plántulas.
La temperatura ambiente es demasiado alta
Los tomates dejan de absorber nutrientes esenciales cuando hacen frío: a 14 °C (55 °F), no absorben fósforo, y a 10 °C (53 °F), no absorben nitrógeno. Sin embargo, a temperaturas superiores a 35 °C (95 °F), las hojas de las plántulas se curvan hacia adentro por el sobrecalentamiento. Las plántulas se desarrollan normalmente a 20-23 °C (68-73 °F).

Pellizco incorrecto
Al trasplantar tomates a un huerto o invernadero, algunos jardineros retiran todas las hojas inferiores de las plantas jóvenes y se sorprenden al ver que las superiores se secan. Retrasar la eliminación de los brotes puede dificultar la ventilación de la planta. El abono lateral debe iniciarse 2-3 semanas después de la siembra, una vez que los tomates se hayan establecido y fortalecido.
Este procedimiento favorece la formación del ovario, pero debe realizarse a tiempo.
Plántulas de tomate afectadas por enfermedades y plagas.
Las hojas del tomate se manchan, se curvan y se caen cuando están infectadas por microorganismos patógenos o infestaciones parasitarias.
Marchitez por Fusarium
A veces, los jardineros siembran semillas de tomate en tierra sin desinfectar. Cuando las temperaturas bajan a 13-14 °C y suben a 28 °C, los hongos que causan la fusariosis se activan.
- Las hojas adquieren un tono claro.
- Los brotes superiores se caen.
- Las plántulas se están muriendo.
Salvar arbustos jóvenes es prácticamente imposible. La prevención puede ayudar a prevenir infecciones fúngicas, incluyendo la desinfección del suelo, el mantenimiento de la temperatura adecuada y el tratamiento de las semillas con biopreparados.

Bacteriosis
A veces, las plántulas de tomate empiezan a amarillear, dejan de crecer y desarrollan vetas marrones en los tallos. Con el tiempo, las hojas se caen. A pesar de la iluminación adecuada y el cuidado adecuado, las plantas afectadas por el tizón bacteriano, causado por microorganismos dañinos, mueren. Para salvar las plantas sanas, se utiliza un tratamiento con Fitolavin y los tomates infectados se arrancan y se queman.
Cáncer bacteriano
La enfermedad es poco frecuente, pero destruye rápidamente las plántulas de tomate. Aparecen úlceras en los tallos de las plántulas y se detiene el flujo de savia por los vasos afectados. Las plantas enfermas deben arrancarse y las sanas deben replantarse en tierra nueva. Para prevenir el desarrollo de cancro bacteriano, Las semillas de tomate necesitan remojarse en solución de formalina.
Virus de la hoja delgada
La enfermedad se presenta con mayor frecuencia en plántulas cultivadas en invernaderos. El exceso de luz promueve la activación del microorganismo que ataca a los tomates. Las hojas de las plantas jóvenes se curvan formando tubos. Una solución de urea y permanganato de potasio, junto con fertilizantes nitrogenados, puede curar el virus en los tomates.

Mosca blanca
Un pequeño insecto, parecido a una polilla, pone numerosos huevos en el envés de las hojas. Las larvas emergen de estos huevos y succionan la savia. Se utilizan diversos métodos para proteger los tomates de esta plaga. Productos como Aktara, Confidor, Intavir y Verticilina son eficaces para proteger los tomates de este parásito.
Áfido
Este insecto microscópico destruirá todas las plántulas en pocos días si no se actúa de inmediato. Colonias enteras de la plaga, que se asientan en las hojas, consumen rápidamente la savia, provocando que las plantas se curven y amarilleen. Los pulgones no soportan el olor a tabaco y se eliminan rociando los tomates con una solución de ceniza y jabón.
ácaro araña
Al cultivar plántulas en invernadero, a veces se pueden observar pequeñas manchas blancas o amarillentas en las hojas, causadas por ácaros que las perforan con su probóscide. Estas plagas adoran la savia y la extraen rápidamente de las plantas. Rociar con alcohol, infusiones de diente de león y beleño, y tratar los arbustos con productos biológicos ayuda a controlar el insecto.

procedimientos médicos
Para saber qué hacer con las tomateras, es necesario saber qué está causando el problema. Si las plántulas se secan a altas temperaturas, se debe reducir la temperatura; si no reciben suficientes nutrientes, se debe fertilizar. Las hojas se amarillean cuando las raíces están apiñadas; ralear las plántulas puede ayudar. Los tallos se estiran hacia arriba cuando no hay suficiente luz; instalar una luz suplementaria puede solucionar este problema.
Se utilizan tanto remedios caseros como fungicidas para combatir virus, bacterias y hongos. Si las tomateras se secan y sus hojas se manchan debido a plagas, se rocían con insecticidas.

Cómo evitar que las plántulas se enrosquen y se sequen
La prevención ayuda a cultivar tomates sanos. Antes de sembrar, se deben desinfectar las semillas y la tierra. Para evitar el enrollamiento de las hojas del tomate, se recomienda:
- Cumplir con los requisitos de tecnología agrícola.
- Mantener la temperatura y la iluminación óptimas.
- Evite el hacinamiento en las plantaciones.
- Controlar la humedad del suelo.
Rociar los arbustos con soluciones de permanganato de potasio, urea y caldo bordelés ayuda a prevenir la aparición de plagas y el desarrollo de enfermedades.
Desbroce las plántulas con cuidado para evitar dañar las raíces. Aplique los fertilizantes en las proporciones recomendadas, evitando sobrealimentar las plantas con componentes minerales.











