Características de la variedad de tomate Vikingo y técnicas de cultivo en campo abierto

El tomate Viking es conocido como una variedad para ensaladas con excelente sabor y rendimientos consistentes. Está inscrito en el Registro Estatal de Logros de Mejoramiento.

Ventajas de la variedad

El tomate Viking tiene un periodo de maduración medio, y la fructificación se produce entre 110 y 120 días después de la germinación. Esta variedad, con su carácter determinado, se recomienda para su cultivo en campo abierto o en invernaderos de plástico. Durante la temporada de crecimiento, el arbusto alcanza una altura de 70 cm.

Dos tomates

Las hojas de la planta son de tamaño mediano, y maduran de 4 a 6 tomates en una sola rama. El rendimiento del cultivo es de hasta 5-6 kg por metro cuadrado. La descripción de la variedad indica que el tomate es resistente al frío y a la sequía.

Los tomates tienen un sabor excelente y son ideales para ensaladas y sándwiches. Los tomates verdes son verdes con una característica mancha negra cerca del tallo. Los tomates maduros adquieren un color naranja intenso.

Cepillo de tomate

El peso del fruto oscila entre 80 y 170 g. La forma de los tomates es redonda, ligeramente convexa y ligeramente acanalada.

Las reseñas de los horticultores que cultivan la variedad Viking destacan el excelente sabor de sus frutos. Los tomates son tiernos y dulces. Además, son resistentes al agrietamiento durante la maduración y se conservan bien.

Tecnología agrícola de cultivo

Los expertos recomiendan cultivar esta variedad en suelos ricos en humus. Las semillas para plántulas se siembran a mediados de marzo. Tras un pretratamiento con una solución acuosa de aloe vera y un estimulante de crecimiento, las semillas se colocan en recipientes con tierra a una profundidad de 1,5 cm.

Cultivo de tomates

Para estimular la germinación simultánea, riegue las plántulas con agua tibia usando un pulverizador. Cubra el recipiente con film plástico para crear un efecto invernadero. La exposición prolongada a la luz natural con una lámpara fluorescente garantiza el desarrollo normal de las plántulas.

Cuando se forman una o dos hojas verdaderas, las plantas se trasplantan a macetas de turba. Este es un buen método para trasplantar plántulas a su ubicación permanente, ya que garantiza la conservación del sistema radicular y ayuda a la tomatera a adaptarse mejor a las nuevas condiciones.

Las plántulas se alimentan con fertilizantes complejos. Los mejores precursores para este cultivo son la zanahoria, el calabacín, el pepino, la coliflor, el eneldo y el perejil. Las plántulas se trasplantan a su ubicación definitiva a los 60-65 días de edad (cuando se han formado de 5 a 7 hojas verdaderas). Se plantan de 7 a 9 plantas por metro cuadrado.

Plántulas de tomate

El cuidado del cultivo implica el aflojamiento periódico del suelo, el deshierbe y la aplicación de fertilizantes minerales y orgánicos. El rendimiento del tomate depende del momento de la siembra y de las condiciones climáticas.

Los arbustos requieren un régimen de luz adecuado y un riego equilibrado para asegurar un tamaño uniforme de los frutos. Siguiendo prácticas agrícolas adecuadas, podrá obtener una cosecha abundante.

Los tomates son exigentes con el suelo. Durante la temporada de crecimiento, extraen muchos nutrientes del suelo. Necesitan fósforo durante el desarrollo radicular. Durante la formación del fruto, el fósforo y el potasio promueven una floración y maduración más rápidas. La deficiencia de nitrógeno retarda el crecimiento y reduce la resistencia a enfermedades fúngicas y virales.

Tomate grande

Al cultivar tomates, se pueden utilizar métodos de agricultura ecológica, que implican la adición de abono verde de plantas jóvenes. Por ejemplo, cultivo de guisantes seguido de su incorporación al suelo, enriqueciéndolo con nitrógeno y materia orgánica.

Creciendo sembrando guisantes Puedes segar los guisantes para hacer compost, cubrir la tierra con el material picado o usarlo para crear fertilizante líquido. Después de incorporar los guisantes picados a la tierra, puedes plantar los arbustos en 2 a 4 semanas.

En la zona donde se planea sembrar tomates para la próxima temporada, se pueden sembrar legumbres en otoño. En primavera, entre una semana y media y dos semanas antes de plantar las plántulas, se corta el follaje verde y se incorpora a la tierra.

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