- Marchitez por Fusarium y Verticillium del pepino: ¿qué es?
- Marchitez por Verticillium
- Fusarium
- ¿Quién es el agente causal de la enfermedad?
- Causas de la infección del pepino
- Signos de la enfermedad
- ¿Cuál es el peligro de infección para los cultivos hortícolas?
- Cómo salvar plantas: métodos y remedios para tratar pepinos
- Agentes biológicos
- Productos químicos
- Remedios populares para combatir
- Los matices del tratamiento de pepinos en condiciones de invernadero.
- Prevención de la aparición de la enfermedad
- Cuidado adecuado y procesamiento oportuno
- Seleccionamos variedades resistentes al marchitamiento por fusarium y verticillium
- Conclusión
Los agricultores que cultivan pepinos anualmente suelen experimentar fusarium en sus plantas. Para eliminar esta enfermedad rápidamente, es importante familiarizarse con los métodos básicos para tratarla.
Marchitez por Fusarium y Verticillium del pepino: ¿qué es?
Antes de comenzar a tratar los pepinos, es necesario comprender las características del marchitamiento por verticillium y el marchitamiento por fusarium.
Marchitez por Verticillium
La verticilosis es una enfermedad fúngica que afecta no solo a los pepinos, sino también a otras hortalizas. Se presenta en todos los climas, pero se desarrolla con mayor frecuencia en las regiones del sur.
La verticilosis progresa de forma diferente según la edad de los arbustos en crecimiento. Las ramas jóvenes infectadas comienzan a amarillear y a secarse. En los arbustos maduros, aparecen inicialmente pequeñas manchas amarillas o marrones que, con el tiempo, provocan el secado de las ramas. La principal diferencia entre esta enfermedad y el fusarium es que en las plantas enfermas, los signos de marchitamiento pueden aparecer solo en una de las ramas.

Fusarium
La fusariosis es una enfermedad infecciosa común que afecta tanto a plantas silvestres como cultivadas. Pueden verse afectadas tanto las plántulas jóvenes como las plantas maduras. Sin embargo, la fusariosis se desarrolla con mayor frecuencia en hortalizas debilitadas trasplantadas recientemente.
Las plantas infectadas con la enfermedad experimentan un deterioro de la función de las raíces y podredumbre, lo que lleva al secado y muerte de las plantas.

¿Quién es el agente causal de la enfermedad?
Muchas personas que se enfrentan a la marchitez por fusarium se interesan por el vector y el agente causal de esta enfermedad. Esta enfermedad es causada por hongos del género Furasia. Entre las características distintivas de los patógenos de fusarium se encuentra su capacidad para tolerar fácilmente las bajas temperaturas y afrontar condiciones climáticas adversas.
Los hongos se activan con la alta humedad y temperaturas de entre 25 y 30 grados Celsius. El patógeno penetra en el sistema radicular desde la capa superficial del suelo e infecta gradualmente la planta de pepino.
Causas de la infección del pepino
Para comprender por qué se marchitan los arbustos, es necesario familiarizarse con las principales causas del fusarium:
- Infestación por esporas de hongos. La principal causa del marchitamiento por fusarium es la infección del sistema radicular por esporas de hongos. Cuando el hongo infecta la planta, esta se cubre de manchas amarillas y sus hojas se curvan y se secan.
- Sobrecalentamiento de las plantas en crecimiento. Otra causa del marchitamiento del follaje y el desarrollo de enfermedades infecciosas es el sobrecalentamiento de las plántulas de pepino. Los síntomas de sobrecalentamiento aparecen si las hortalizas se cultivan a temperaturas superiores a 35 °C (95 °F). Los síntomas de fusarium también aparecen cuando el suelo alcanza los 25 °C (77 °F).
- Aumento de la humedad del suelo. La fusariosis se desarrolla cuando el suelo donde se cultiva la hortaliza está muy húmedo. Este nivel de humedad suele aumentar con riegos frecuentes o lluvias prolongadas.
- Semillas infectadas. Algunos jardineros siembran semillas sin desinfectar. Esto provoca que las plantas se infecten con fusarium inmediatamente después de plantarlas.

Signos de la enfermedad
Antes de comenzar el tratamiento, es necesario comprender los principales síntomas del marchitamiento por Fusarium en las plántulas:
- Decoloración del follaje. Las hojas de los arbustos enfermos se tornan marrones. Aparecen manchas amarillentas en su superficie, que aumentan gradualmente de tamaño.
- Deformación de las hojas. Si no se trata, los bordes de las hojas amarillentas comenzarán a secarse y curvarse.
- Oscurecimiento del tallo. Aparecen rayas oscuras en la superficie de los tallos de las plantas de pepino. Gradualmente, se forman grietas en estas áreas, alrededor de las cuales se puede observar una capa rosada. Las esporas de hongos se desarrollan en las grietas y son transportadas por el viento a las plantas vecinas.
- Deformación del sistema radicular. En las etapas iniciales del marchitamiento por fusarium, el cuello de la raíz se oscurece y adquiere un color borgoña. Con el tiempo, se vuelve más frágil y comienza a pudrirse.
- Pedúnculo retorcido. Con el tiempo, el fusarium ataca el pedúnculo del pepino, que deja de crecer y se retuerce tras la infección.
¿Cuál es el peligro de infección para los cultivos hortícolas?
Algunos jardineros creen que la fusariosis es inofensiva para los pepinos, pero esto no es cierto. Si no se tratan, las plantas infectadas dejan de crecer, sus hojas amarillean y sus tallos comienzan a marchitarse. Esto finalmente provoca la muerte de las plantas.

Cómo salvar plantas: métodos y remedios para tratar pepinos
Existen diversas maneras de combatir la fusariosis en los pepinos. Es importante comprender de antemano qué se utiliza exactamente para eliminar los síntomas de la marchitez.
Agentes biológicos
Los jardineros suelen utilizar productos biológicos, considerados los más eficaces contra el tizón tardío. Los tratamientos antimarchitamiento más conocidos incluyen:
- Trichodermin. Producto biológico disponible en gránulos solubles. Antes de pulverizar las plantas, se disuelve Trichodermin en agua tibia. Se utiliza un litro de la mezcla por cada planta infectada.
- Fitosporina. El producto se presenta en forma de polvo que debe disolverse en agua. Una de las ventajas de la fitosporina es su larga vida útil de 4 a 5 años. Los arbustos se tratan con el producto biológico de 3 a 4 veces al mes.
- Vitaros. Un producto bastante popular para regar plántulas enfermas. Vitaros contiene componentes que destruyen los patógenos de fusarium y previenen la progresión de la enfermedad.

Productos químicos
Antes de la floración y la fructificación, los pepinos pueden tratarse con productos químicos. Los productos más comunes para combatir el fusarium son:
- Fundazol es un fungicida eficaz que se utiliza para tratar y prevenir el marchitamiento. Para preparar una solución, mezcle 200 mililitros de Fundazol con diez litros de agua. Esto es suficiente para tratar de 10 a 15 plantas de pepino maduras.
- "Maxim" es una solución fungicida de contacto para el tratamiento de patatas y pepinos. Antes de aplicar, mezcle "Maxim" con agua en una proporción de una parte por diez partes. Rocíe de 2 a 3 veces por semana.
- Gliocladina. Un fungicida químico utilizado para combatir enfermedades fúngicas. Para preparar su propia solución de pulverización, mezcle 150 mililitros de Gliocladina con 5-7 litros de agua.

Remedios populares para combatir
Muchos cultivadores de hortalizas se niegan a utilizar preparados biológicos o químicos y prefieren recurrir a remedios caseros:
- Una solución de jabón de leche. Se usa para combatir el fusarium y otras enfermedades fúngicas. Para preparar la mezcla, mezcle 50 gramos de jabón de lavar rallado con yodo y 200 mililitros de leche. Aplique la solución resultante a los tallos y hojas de las plantas enfermas.
- Ceniza de madera. Una mezcla medicinal hecha con ceniza de madera ayuda a eliminar la fusariosis en 2-3 semanas. Para prepararla, añada 350 gramos de ceniza y 50 mililitros de jabón líquido a dos litros de agua. Rocíe los arbustos con la mezcla una vez a la semana.
- Cáscaras de cebolla. Vierta de 3 a 4 tazas de cáscaras de cebolla secas en un balde con agua y hierva el líquido durante 40 a 45 minutos. Luego, cuele la mezcla con una estameña y deje enfriar.

Los matices del tratamiento de pepinos en condiciones de invernadero.
Los horticultores a veces se enfrentan a la fusariosis al cultivar pepinos en invernaderos. Los siguientes remedios caseros se utilizan en condiciones de invernadero:
- Suero de leche. Las plantas infectadas con fusarium pueden tratarse con suero de leche. Se calienta a 25-30 grados Celsius y luego se mezcla con agua en una proporción de una parte por siete partes.
- Mezcla de sulfatos. Cuando las hojas empiezan a curvarse debido al fusarium, se utiliza sulfato de cobre. Se mezcla con jabón duro triturado y se disuelve en agua tibia.
- Solución de bicarbonato de sodio. Este remedio ayuda a restaurar las zonas podridas de los pepinos. Para preparar la solución, mezcle de 8 a 9 litros de agua con 75 gramos de bicarbonato de sodio.

Prevención de la aparición de la enfermedad
Para garantizar que su plántula nunca se enferme con fusarium, es necesario tomar medidas preventivas contra la enfermedad.
Cuidado adecuado y procesamiento oportuno
La principal medida preventiva que protegerá las plántulas de pepino del marchitamiento es el cuidado adecuado.
Al cuidar las verduras se realizan los siguientes procedimientos:
- Riego. Los pepinos deben regarse regularmente, al menos tres veces por semana. Durante las sequías de verano, deben regarse a diario. La humectación del suelo se realiza a última hora de la tarde, después del atardecer.
- Fertilización. Las plantas fertilizadas regularmente tienen una probabilidad mucho menor de sufrir marchitez por fusarium. Los pepinos se fertilizan de 3 a 4 veces por temporada. Se utilizan comúnmente superfosfato, gordolobo, excrementos de pájaro y sulfato de potasio.
- Aflojando la tierra. Después de cada riego, deshierbe y afloje la tierra alrededor de los arbustos. Esto ayuda a que la tierra absorba mejor la humedad y permita el paso del oxígeno.

Seleccionamos variedades resistentes al marchitamiento por fusarium y verticillium
Los horticultores experimentados recomiendan plantar pepinos resistentes al marchitamiento. Entre las variedades resistentes se incluyen:
- Serba. Una hortaliza alta, resistente a enfermedades fúngicas y heladas. Se puede cultivar tanto en exterior como en invernadero.
- Dunyasha. Una variedad productiva con frutos jugosos y dulces. Su sistema inmunitario la protege eficazmente contra el oídio, el fusarium y el mosaico.
- Sudar. Planta con arbustos compactos que no requieren tutorado. El sudar es resistente a la fusariosis y a los ataques de insectos.
Conclusión
Los cultivadores de pepinos a menudo pierden su cosecha debido al marchitamiento. Para evitarlo, es importante comprender los detalles de la prevención del marchitamiento por fusarium y elegir un tratamiento químico eficaz para esta enfermedad fúngica.











