Los jardineros están interesados en el cultivo del tomate Fátima, cuyas características y descripción son de interés para muchos. Esta variedad de maduración temprana es popular entre los horticultores. Fue creada en el siglo XXI por criadores rusos.
Descripción del tomate Fátima
Características y descripción de la variedad:
- La variedad de tomate Fátima se puede cultivar en campo abierto.
- Los arbustos se extienden, el tronco mide 60 cm de altura.
- Fátima es una variedad híbrida; tiene una variedad similar del mismo nombre, que es una variedad semiprecoz y crece en invernadero.
- Los tomates son resistentes a enfermedades como el tizón tardío, la podredumbre apical y el mosaico del tabaco.
- Los tomates son muy productivos. Desde la siembra hasta la maduración, transcurren unos tres meses.
- Los frutos son grandes, en forma de corazón y de color rosado, con un peso de 300-400 g.
- Los tomates tienen una pulpa densa y un sabor dulce.
- La piel es densa y resistente al agrietamiento. Los frutos contienen pocas cámaras y el contenido de materia seca de los tomates es medio.
- Los tomates de esta variedad se pueden transportar a largas distancias y pueden almacenarse durante largos periodos en cajas en un lugar fresco.

Los horticultores dejan comentarios positivos sobre los tomates Fátima y describen sus cuidados. Los frutos de esta variedad son versátiles. Se pueden consumir frescos, utilizar para elaborar jugo de tomate, pasta, kétchup, salsas y diversos aperitivos y guarniciones. Los tomates Fátima también se pueden salar, encurtir y conservar para el invierno.
Las ventajas de esta variedad son:
- Los frutos maduros son de gran tamaño.
- Excelente sabor y presentación de los tomates.
- Resistencia a enfermedades, alto rendimiento, versatilidad en uso.
Los jardineros no identificaron ningún defecto.

¿Cómo cultivar tomates Fátima?
La variedad de tomate Fátima se puede cultivar en cualquier lugar de la Federación Rusa. Las semillas se siembran en marzo. Antes de sembrar, deben tratarse con una solución diluida de permanganato de potasio. Si las semillas han estado almacenadas durante más de un año, remójelas en agua tibia durante varias horas antes de remojarlas.
Las plantas no requieren modelado; se pueden dejar los brotes laterales, pero las ramas deben sujetarse a un soporte. Si las semillas son comerciales, no es necesario tratarlas, ya que esto puede dañarlas y dificultar su germinación.

Antes de plantar, es necesario preparar la tierra. La tierra de jardín puede usarse como sustrato. Puede contener muchos microorganismos patógenos y plagas, por lo que es necesario desinfectarla. Esto se logra vaporizando la tierra. Coloque la tierra en un colador y manténgala sobre agua hirviendo durante 10 minutos. Luego, vierta la tierra en recipientes y haga surcos de 5 cm de profundidad. Coloque varias semillas en cada hoyo.
La distancia entre los agujeros debe ser de unos 2 cm. Tras la siembra, los surcos se cubren con tierra y se riegan.
Los tomates se pueden plantar al aire libre a principios de mayo. Si se cultivan en invernadero, las plántulas pueden plantarse a mediados de abril. Dos días antes de la siembra, se tratan las plántulas con estimulantes del crecimiento como Epin o Immunocytophyte. Estos productos acelerarán el desarrollo de las plantas.

Los tomates deben plantarse en tierra enriquecida con fertilizantes minerales. Por lo tanto, antes de plantar las plántulas, se deben fertilizar los bancales con compost y humus. La tierra de la zona debe aflojarse previamente, excavándola a una profundidad de aproximadamente 15 cm, para evitar la formación de una costra dura.
Las plántulas deben plantarse en hoyos de 15 cm de profundidad. El patrón de plantación es de 40 x 50 cm. Las plántulas se plantan en ángulo recto con respecto a la superficie del suelo. Si la plántula es alta, se debe colocar un soporte cerca de ella inmediatamente para atar las ramas posteriormente.
Tras plantarlos en el suelo, los tomates requieren cuidados. Es necesario regarlos regularmente: una vez a la semana en días nublados y cada 2-3 días en días cálidos y soleados. Fertilice los tomates varias veces durante la temporada de crecimiento. El primer abono se realiza 10 días después de la siembra. Se utilizan fertilizantes con superfosfato, gordolobo y salitre.
Es necesario aflojar la tierra de los canteros para permitir que el oxígeno llegue a las raíces de las plantas. El deshierbe regular de los bancales también es esencial. Los tomates de esta variedad son muy resistentes a las enfermedades. Sin embargo, si los arbustos se ven afectados por alguna enfermedad, deben tratarse con fungicidas. El control de plagas se logra rociando las plantas con insecticidas. Si se siguen todas las prácticas de cultivo, la producción será de aproximadamente 10 kg de tomates por metro cuadrado.
La cosecha puede comenzar a finales de julio o principios de agosto. Los frutos deben recogerse de los arbustos a medida que maduran. Gracias a su resistencia al agrietamiento, los tomates pueden conservarse frescos durante mucho tiempo. Los horticultores cultivan estos tomates no solo para su propio consumo, sino también para la venta. Son fáciles de cultivar, e incluso un jardinero novato puede hacerlo.










