El tomate Millonario es una variedad alta con frutos grandes y un sabor excelente. Su buena resistencia a las enfermedades permite plantarlo en casi cualquier tipo de suelo. Por eso, esta variedad es popular no solo cerca de casas particulares, sino también en huertos.
¿Qué es millonario?
La descripción de la variedad indica que los tomates son de color rosa oscuro, redondos, planos y jugosos. Gracias a su maduración uniforme, se suelen utilizar en ensaladas y zumo de tomate. Los frutos pesan entre 300 y 800 g. Los arbustos alcanzan una altura de 2,5 m y requieren soporte. Los tallos de los tomates son fuertes y de color verde oscuro.

La variedad tolera bien el calor. Durante los períodos de sequía, los frutos del tomate Millionaire no se agrietan.
Con el cuidado adecuado, el rendimiento de un arbusto puede alcanzar los 15-20 kg.
Consejos de cultivo
Para obtener una buena cosecha conviene seguir algunas recomendaciones.
Al cultivar esta variedad, no se recomienda usar estiércol fresco como fertilizante, ya que provocará sobrepeso en la planta, desarrollando tallos fuertes y hojas grandes. Esto resultará en frutos pequeños y un desarrollo y crecimiento más lentos.

Los jardineros suelen arrancar las hojas más fuertes de la planta para aumentar la producción de frutos. Sin embargo, no se recomienda quitar tantas hojas como sea posible, especialmente si la planta se cultiva en invernadero, ya que son esenciales para el aporte de nutrientes a los frutos. Por lo tanto, durante el desarrollo de la planta, solo se deben eliminar las hojas enfermas y amarillentas.
Una vez que el fruto esté completamente formado y maduro, se pueden retirar las hojas de los racimos inferiores. A medida que los tomates maduren, se pueden retirar las hojas de debajo de cada racimo maduro, pero no más de 2 o 3 hojas por semana.
Además, no olvides quitar los brotes laterales, ya que pueden hacer que pierdas una parte importante de tu cosecha.

En días nublados, la floración se retrasa. Para mejorar el cuajado, rocíe las tomateras con una solución de ácido bórico al 0,02 %. Si el tiempo no mejora, repita el tratamiento en 2 o 3 días.
Los tomates necesitan riego esporádico, pero abundante. Después de cada riego, aporque las plantas y afloje la tierra entre las hileras, ya que sin esto, el sistema radicular no podrá suministrar la humedad y los nutrientes necesarios a los frutos y las hojas.
Al cultivar tomates en invernadero, asegúrese de que la temperatura ambiente no supere los 30 °C, ya que el calor excesivo provocará que las hojas se curven y los ovarios se caigan. Ventile la habitación si es necesario.
El suelo franco es ideal para cultivar tomates al aire libre. Al elegir el lugar de plantación, considere las áreas que anteriormente se usaban para cultivos con sistemas radiculares superficiales (pepinos, repollos, cebollas, zanahorias y legumbres).

Calidad de las plántulas
Las plántulas de alta calidad son cruciales en el cultivo de tomate, ya que determinan la producción. Las plántulas resistentes, menos susceptibles a las enfermedades, se cultivan a partir de semillas de esta variedad. Siembre las semillas a finales de marzo o principios de abril a una profundidad de 2-3 cm.
Antes de sembrar, es aconsejable tratar las semillas con una solución de permanganato de potasio, seguido de un enjuague con agua tibia.

Una vez que aparezcan 2 o 3 hojas en las plántulas, es necesario arrancarlas. Entre el día 55 y el 60, las plántulas estarán completamente establecidas y listas para plantar en campo abierto.
Una semana antes de plantar los tomates en campo abierto, es necesario endurecer las plantas, después de lo cual se pueden plantar las plántulas en los parterres.










