El tomate Siberian Surprise pertenece al grupo de plantas de maduración temprana a media temporada. Esta variedad se puede cultivar en climas fríos. Está inscrito en el Registro Estatal Ruso de Hortalizas y se recomienda su cultivo en campo abierto e invernaderos de plástico. Se consume fresco o como ingrediente en diversos platos. Las amas de casa lo conservan durante el invierno, ya que las bayas no se agrietan durante el procesamiento, manteniendo así su atractivo aspecto.
Datos técnicos del cultivo
Las características y descripción de la variedad Siberian Surprise son las siguientes:
- Los frutos maduros de esta planta se pueden obtener 105-110 días después de la siembra de las plántulas;
- La altura del arbusto de tomate del tipo descrito alcanza 1,1-1,2 m;
- La planta tiene un tallo bastante fuerte, cubierto de hojas grandes, coloreadas en tonos oscuros de verde;
- El tomate tiene inflorescencias simples, la primera de las cuales se forma encima de la décima hoja y el resto aparecen después de 1-2 hojas;
- Las bayas crecen en racimos, y en cada racimo se desarrollan de 9 a 10 tomates;
- Los frutos tienen una forma cilíndrica alargada;
- Las bayas pueden cuajar incluso cuando las condiciones climáticas empeoran;
- Las bayas verdes tienen un color verde claro y en el tallo del tomate se puede ver una mancha oscura; las maduras son de color rojo.
- 1 tomate pesa entre 75 y 150 g; la piel es bastante densa.

Las reseñas de los jardineros indican que la Sorpresa Siberiana produce de 9 a 10 kg de bayas por metro cuadrado de huerto. Los agricultores destacan su bajo mantenimiento y su capacidad para soportar cualquier condición climática.
Gracias a su piel fuerte, que protege la fruta de los impactos mecánicos, las bayas pueden almacenarse durante aproximadamente un mes y transportarse a cualquier distancia.
Los jardineros consideran que la necesidad de eliminar constantemente los brotes laterales y atar los tallos a soportes fuertes o enrejados es una desventaja de esta variedad.

Se recomienda el cultivo de Siberian Surprise al aire libre en el sur de Rusia. En las regiones centrales, el tomate se cultiva en invernaderos sin calefacción. En las regiones del norte, se cultiva en semilleros y bloques de invernadero con calefacción.
Obtención de plántulas de tomate
Las semillas se compran a productores de renombre o tiendas especializadas. Antes de plantarlas, se desinfectan con una solución de permanganato de potasio. Posteriormente, se sumergen en un estimulador.
Se recomienda hornear la tierra donde se plantarán las semillas. Esto destruirá todos los microorganismos y hongos. Después, trate la tierra resultante con una solución de permanganato de potasio. Al sembrar, plante las semillas a 10 mm de profundidad. El formato de siembra es de 30 x 15 mm.

Los primeros brotes aparecerán en 7-10 días. Durante su crecimiento, antes de trasplantarlos a su ubicación definitiva, se recomienda fertilizar las plántulas con fertilizante complejo 2-3 veces. Riegue las plántulas con agua tibia una vez cada 5 días.
Las cajas de plántulas deben colocarse bajo lámparas fluorescentes. La distancia entre la planta y la lámpara no debe exceder los 10-12 cm. Las plántulas deben recibir de 14 a 16 horas de luz natural.

Las plántulas se trasplantan a tierra permanente solo cuando tienen entre 60 y 70 días. Antes de esto, se recomienda endurecerlas durante una semana. Los bancales se fertilizan con ceniza de madera, la tierra se trata con permanganato de potasio y se riega con agua tibia. Se colocan tutores junto a cada arbusto para atar. Se plantan de tres a cinco arbustos por cada m² de bancal.

Cuidado de las plantas antes de la fructificación
La primera fertilización se realiza 15 días después del trasplante de las plántulas. Se pueden utilizar fertilizantes orgánicos o mezclas complejas. La segunda fertilización se realiza entre 25 y 30 días después. Utilice únicamente fertilizantes minerales complejos.
Las plantas requieren riego regular y moderado. Evite mojar las hojas, ya que esto las quemaría. Riegue con agua tibia temprano por la mañana o al atardecer.

Los bancales se aflojan dos veces por semana, ya que la Sorpresa Siberiana prefiere tierra suelta y húmeda. Aflojar la tierra ayuda a airear el sistema radicular del tomate, lo que mejora su crecimiento. El deshierbe se realiza cada dos semanas. La operación ayuda a prevenir el desarrollo de ciertas enfermedades fúngicas. Al desherbar, las plagas del jardín que viven en las malas hierbas también mueren.
Los arbustos se guían para formar de 2 a 3 tallos. Este procedimiento garantiza una producción estable y mayor. Se recomienda eliminar los brotes laterales semanalmente. Si se observan síntomas de alguna enfermedad en las plantas, se recomienda destruir inmediatamente los arbustos afectados para evitar que la infección se propague a todas las tomateras. Las plagas del jardín (escarabajos de la patata, pulgones, etc.) se controlan con productos especiales o remedios caseros, como el sulfato de cobre.










