- La importancia de la temperatura en el cultivo de plántulas de tomate.
- ¿Qué fluctuaciones de temperatura pueden tolerar las plántulas de tomate?
- ¿Cómo afecta la temperatura la germinación de las semillas y el crecimiento de las plantas?
- Bajo
- Alto
- El efecto de la baja temperatura del suelo sobre las plántulas.
- Indicadores óptimos para cultivar tomates fuertes y sanos
- Al sembrar semillas
- Después de que hayan brotado los brotes jóvenes
- Al recoger tomates
- ¿Qué les pasa a las plántulas de tomate cuando cambia la temperatura?
- Reglas para ajustar la temperatura óptima del aire
- Protección contra sobrecalentamiento
- Protección contra las heladas
- Cómo endurecer las plántulas antes de plantarlas en el suelo.
La temperatura del aire para las plántulas de tomate es un factor importante que influye significativamente en su crecimiento. Al cultivar plántulas en interior, es fundamental crear las condiciones óptimas de crecimiento.
La importancia de la temperatura en el cultivo de plántulas de tomate.
La temperatura del aire varía según la temporada de crecimiento de las plántulas. Aunque a primera vista pueda parecer que la temperatura no es tan importante como el riego o la fertilización, esto no es así. Mantener una temperatura óptima es esencial para obtener plántulas mejores y más fuertes. Una temperatura adecuada garantiza la inmunidad de las plántulas a muchas enfermedades.
La temperatura del aire también es importante al plantar plántulas. Cuanto más cómoda sea la temperatura para las plántulas, más rápido brotarán.
¿Qué fluctuaciones de temperatura pueden tolerar las plántulas de tomate?
Los tomates son bastante resistentes a las fluctuaciones de temperatura. Pero incluso estos tienen sus límites, especialmente para las plántulas. La temperatura máxima a la que crecen normalmente los tomates es de 23 a 26 grados Celsius. La temperatura mínima es de 10 grados Celsius. Si el termómetro baja a 5 grados Celsius, el sistema radicular se congela y muere.
¿Cómo afecta la temperatura la germinación de las semillas y el crecimiento de las plantas?
El control del clima es crucial en el cultivo de plántulas de tomate. Influye en la velocidad de germinación y el crecimiento de las plántulas tras la siembra.
Bajo
La temperatura mínima para el crecimiento del tomate es de 10 grados Celsius (50 grados Fahrenheit). Cualquier descenso adicional de la temperatura provocará la congelación del sistema radicular. Las plántulas deben plantarse solo después de que el aire y el suelo hayan superado esta temperatura.
Alto
Los tomates crecen rápidamente a altas temperaturas. Sin embargo, si las temperaturas suben significativamente, esto afecta negativamente el desarrollo de las plantas, especialmente durante la floración. Las altas temperaturas provocan la esterilidad de las inflorescencias y disminuyen la producción.

El efecto de la baja temperatura del suelo sobre las plántulas.
Las lecturas bajas del termómetro ralentizan el crecimiento de las plántulas, y los tomates crecen débiles y con pocas hojas. Además, son más susceptibles a las enfermedades.
Indicadores óptimos para cultivar tomates fuertes y sanos
Para determinar la temperatura adecuada para el cultivo de plántulas, es necesario determinar la temporada de crecimiento de las plantas. Los tomates requieren diferentes temperaturas en diferentes momentos para un crecimiento normal.
Al sembrar semillas
Antes de sembrar las semillas en la tierra, se germinan. Este procedimiento aumenta la tasa de germinación del material de siembra. ¿Qué temperatura se necesita para la germinación? Las semillas germinan a temperaturas de 25 a 30 grados Celsius.
Si los valores son inferiores, los tomates también brotarán, pero el proceso será lento y no tan efectivo.
Al germinar, los tomates se colocan en una estufa de gas o un radiador, donde se mantiene la temperatura óptima de forma natural. Sin embargo, otro factor importante a considerar es la humedad. Las semillas deben mantenerse húmedas en todo momento.

Después de que hayan brotado los brotes jóvenes
Tras la emergencia de las plántulas, se ajusta la temperatura para que los brotes se fortalezcan. Se recomienda mantener los recipientes a una temperatura de entre 23 y 25 grados Celsius. Hasta que las plántulas comiencen a emerger, los recipientes también se mantienen a esta temperatura. El cultivo de tomates también requiere luz adecuada y una humedad óptima.
Si no se respeta el régimen de temperatura, pueden producirse los siguientes problemas de crecimiento:
- A altas temperaturas (+27…+20), las plántulas empiezan a estirarse, los tallos se adelgazan y las hojas se debilitan. Gradualmente, empiezan a amarillear y finalmente se caen por completo.
- Con niveles bajos, las plántulas no tienen tiempo de establecerse y crecen con debilidad. El desarrollo radicular también es deficiente.
- Si el termómetro baja a +12 grados, el sistema radicular deja de absorber nutrientes del suelo.
Pero hay un inconveniente. Entre 14 y 16 grados Celsius, el sistema radicular prospera, pero a temperaturas más altas, su crecimiento se ralentiza. Por el contrario, el follaje crece mejor a temperaturas más altas. Para optimizar el crecimiento de las plántulas, muchos jardineros experimentados establecen una temperatura alta durante el día y la bajan por la noche.

Al recoger tomates
Al trasplantar, la temperatura ambiente debe estar entre 20 y 25 grados Celsius. Puede bajar el termómetro unos grados más. El trasplante es el último paso antes de plantar las plántulas en el exterior, por lo que es importante prepararlas con antelación para el cambio de clima. El clima será fresco durante los primeros días después de la siembra, así que es mejor preparar los tomates con antelación. Esto hará que el trasplante sea menos traumático.
Tras el trasplante, es hora de comenzar el aclimatamiento de las plántulas de tomate. El aclimatamiento comienza unos días después del trasplante.
¿Qué les pasa a las plántulas de tomate cuando cambia la temperatura?
Las plántulas crecen mal tras fluctuaciones de temperatura, especialmente si estas superan los 5 grados. Además, los tomates toleran mejor las temperaturas altas que las bajas. Las fluctuaciones de temperatura son especialmente peligrosas si los tomates se plantaron recientemente en el exterior.
Una caída repentina de las temperaturas exteriores durante la noche puede dañar tanto las plántulas que mueran por completo o incluso enfermen.

Reglas para ajustar la temperatura óptima del aire
Una vez plantadas las plántulas en su ubicación definitiva, resulta imposible regular la temperatura. Sin embargo, las temperaturas de verano no siempre son óptimas para el crecimiento del tomate. A veces, se necesitan trucos para protegerlo.
Protección contra sobrecalentamiento
Cómo proteger los tomates del sobrecalentamiento:
- Si el calor persiste, puedes crear un refugio para tus tomates. Para ello, coloca unas estacas cerca de los bancales y extiende una tela de color claro sobre ellos.
- Para evitar que la tierra se seque demasiado rápido, cubra con mantillo los bancales de tomate. Se utiliza aserrín, turba o estiércol como mantillo. La capa de mantillo debe tener al menos 15 cm de espesor. El mantillo evita la rápida evaporación de la humedad del suelo.
- Plante uvas o maíz junto a los tomateros. Estas plantas darán sombra y evitarán que los tomates se sobrecalienten.
Proteger los tomates del calor es especialmente importante durante la floración. A temperaturas inferiores a 30 °C, las inflorescencias se vuelven estériles, lo que afecta negativamente la producción.

Protección contra las heladas
Los tomateros suelen necesitar protección contra las heladas en primavera, después de la siembra. La primavera no siempre es cálida, y las heladas nocturnas son frecuentes en las regiones centrales y siberianas, incluso en junio.
Lo primero que hay que considerar es la protección nocturna. Se utiliza una tela cálida y hermética para cubrir los bancales. Esto puede proteger los tomates de las heladas.
Para proteger el sistema radicular de las heladas, se cubre el suelo del huerto con mantillo. Este no solo evita la evaporación de la humedad, sino que también retiene el calor del suelo. La forma más difícil de proteger los tomates de las heladas es plantarlos en un invernadero. Sin embargo, este método es más adecuado para quienes viven en Siberia, donde las noches frías son comunes incluso en verano.

Cómo endurecer las plántulas antes de plantarlas en el suelo.
Antes de plantar las plántulas en su ubicación definitiva, se endurecen. Este proceso comienza aproximadamente 2-3 semanas antes de la siembra. Se lleva a cabo después del trasplante de los tomates. Diariamente, los recipientes con las plantas se sacan al exterior o al balcón durante 2-3 horas.
Durante los primeros días, las bandejas de plántulas se sacan al exterior durante 30-35 minutos. Gradualmente, se aumenta el tiempo de exposición al frío hasta alcanzar las 2 horas. Se recomienda sacar las macetas al exterior solo en días soleados y sin viento.











