Muchos jardineros están interesados en cómo cultivar el tomate Lvovich f1, descrito en sitios web de horticultores. Esta variedad se desarrolló recientemente. Ofrece altos rendimientos y, por lo tanto, es popular entre los agricultores que la cultivan comercialmente.
Características y descripción del tomate Lvovich f1
Características y descripción de la variedad:
- Los tomates maduran en 63 días desde la fecha de siembra.
- Los frutos son grandes, de forma redonda, el peso de un tomate es de 220 g.
- Los tomates maduros tienen un color rojo intenso.
- Las hojas son de tamaño mediano, onduladas en los bordes.
- Los tomates se clasifican como una variedad híbrida.
- La cosecha madura temprano.
- Las plantas no se ven afectadas por las enfermedades.
- El rendimiento del tomate es alto.
- Los frutos no se agrietan ni se dañan durante el transporte, ya que tienen una superficie bastante densa.

La planta es una variedad indeterminada. Los arbustos son altos, lo cual es importante tener en cuenta al cultivar tomates en invernadero. Los tomates tienen un excelente sabor agridulce. Los frutos son versátiles. Se pueden usar para preparar ensaladas, jugos, puré de tomate, salsas, kétchup, guarniciones de verduras y platos calientes. También se pueden encurtir y marinar.
¿Cómo se cultivan los tomates?
Los tomates se cultivan a partir de plántulas. Antes de sembrar, es necesario desinfectar las semillas con una solución de permanganato de potasio o fitosporina. Estos compuestos también se utilizan como estimulantes del crecimiento del tomate.

Para cultivar plántulas, seleccione un recipiente especial y prepare la tierra. Añada compost, ceniza de madera y cáscaras de huevo trituradas. Una vez que broten, aclimate las plántulas. Para ello, saque las plántulas al exterior todos los días. Aumente el tiempo que las plantas pasan al aire libre cada día.
Una vez que la tierra se haya calentado y ya no haya riesgo de heladas, se pueden plantar las plántulas al aire libre. Esto suele ocurrir a finales de marzo o principios de abril. Tras plantar las plántulas en bancales abiertos, se debe fertilizar la tierra con fertilizante mineral y compost. Los tomates necesitan riego regular.

Los arbustos se atan a soportes para evitar que las ramas se rompan. Las plántulas se plantan en agujeros previamente regados con agua tibia. Es recomendable plantarlas a una profundidad que alcance las primeras hojas. Si el arbusto es alto, plántelas hasta la segunda y tercera hoja, lo que favorece el desarrollo adecuado de las raíces.
Diez días después de la siembra, trate las plantas con una solución de permanganato de potasio para protegerlas del tizón tardío. La solución se prepara de la siguiente manera: añada 2 gramos de permanganato de potasio a 10 litros de agua. Tras plantar las plántulas en campo abierto, algunas comienzan a marchitarse. Esto se debe a la falta de luz durante el crecimiento.

Los arbustos necesitan entrenamiento. Para ello, retire los brotes laterales. Si cultiva tomates en el norte, retire las hojas inferiores antes de que cuajen los frutos. Se pueden dejar de tres a cuatro brotes superiores en el arbusto. Esto asegurará un mejor acceso al aire y la luz solar, reducirá las enfermedades y ayudará a obtener una cosecha más temprana.
En las regiones del sur, no se quitan las hojas, ya que protegen los arbustos de la exposición solar excesiva. En estas zonas, cuando el racimo deja de dar fruto, se deben quitar las hojas inferiores.

Si se cultivan tomates en invernadero, es necesario ventilarlos regularmente. Se deben regar las raíces todas las mañanas. Esto evitará la pudrición de las plantas y las plagas. Los tomates son resistentes a las enfermedades, pero para prevenirlas es necesario regar las plantas moderadamente, aflojar y fertilizar el suelo. Los horticultores valoran positivamente esta variedad. Destacan su excelente sabor agridulce y su buena producción.










