El tomate Garmoshka es apto para cultivo en exterior e invernadero. Los cultivadores recomiendan esta variedad a los jardineros por su alto rendimiento. Se puede encontrar una descripción completa de la planta y sus métodos de cultivo en libros de referencia especializados. El Garmoshka se utiliza para preparar ensaladas, pasta de tomate, salsas, kétchup y zumos. Los frutos se pueden conservar para el invierno cortándolos en gajos. Al intentar envasarlos enteros, se agrietan.
Características del tomate
Las características y descripción de la variedad son las siguientes:
- El período vegetativo de desarrollo desde las plántulas hasta los primeros frutos oscila entre 104 y 110 días.
- Los tomates Pomoshka crecen en matas de hasta 180 cm de altura. Cada racimo contiene de 2 a 3 bayas.
- La planta presenta inflorescencias simples. Los tallos presentan un número mediano de hojas, coloreadas en tonos verdes claros.
- La descripción continúa con la forma y el color de sus frutos. Se asemejan a una pera, con tonos rosados y rojos.
- Descripción de las bayas de Garmoshka: buen sabor, alta densidad de pulpa, gran número de cámaras de semillas.
- El peso del fruto puede variar de 0,1 a 0,4 kg.

Las reseñas de los agricultores indican que la variedad produce entre 4,5 y 5 kg de frutos por arbusto. Con un cultivo adecuado, Garmoshka produce hasta 13-15 kg de frutos por metro cuadrado de huerto. Los jardineros destacan su capacidad para resistir el almacenamiento prolongado (hasta 30 días) en un lugar fresco. Su facilidad de transporte permite transportar Garmoshka a largas distancias. Los jardineros también destacan la posibilidad de cultivar tomates para semilla.
Pero esta planta también tiene sus inconvenientes. Los jardineros señalan que la Garmoshka es susceptible a diversas enfermedades, ya que la variedad prácticamente no tiene inmunidad a las enfermedades de las solanáceas.
Por lo tanto, es necesario llevar a cabo medidas preventivas, por ejemplo, tratar los arbustos de tomate con fungicidas.

La planta requiere un modelado cuidadoso. Normalmente se necesitan de 2 a 3 tallos. El tomate debe protegerse de las inclemencias del tiempo; de lo contrario, se puede perder hasta el 50% de la cosecha. Esta variedad no tolera las fluctuaciones de temperatura, el calor ni las heladas repentinas.
Otra desventaja de las frutas es su tendencia a agrietarse.
Cultivando la variedad en un jardín privado
Antes de plantar, trate las semillas con una solución diluida de permanganato de potasio o jugo de aloe vera. Esto es necesario para asegurar la salud de las plántulas, ya que las tomateras tienen poca inmunidad a diversas enfermedades.

Tras los tratamientos preventivos, las semillas se plantan a 20 mm de profundidad en tierra especial para hortalizas. Se fertilizan con fertilizantes orgánicos (compost, estiércol). Una vez que brotan los brotes, se trasladan a un lugar luminoso. Si la luz solar es insuficiente, se recomiendan lámparas fluorescentes.
El trasplante se realiza cuando las plántulas han desarrollado 2 o 3 hojas. Cuando las plantas tengan 2 meses, se pueden trasplantar a tierra permanente en el invernadero. Antes de esto, es necesario aclimatar las plántulas durante 10 a 14 días.

Se añaden fertilizantes orgánicos y nitrogenados a la tierra de los bancales. Los arbustos se plantan con espaciamientos de 0,5 x 0,6 m. La tierra se ablanda 2 o 3 veces por semana. Esto evita el crecimiento de parásitos en las raíces de las plantas y las protege contra ciertas enfermedades. Las plántulas deben cubrirse con plástico durante 10 días para protegerlas de los cambios bruscos de temperatura.

Se recomienda desherbar los parterres regularmente (2-3 veces por semana). De lo contrario, se producirá una infección de tizón tardío, que reducirá drásticamente la producción. Los cultivadores recomiendan atar las ramas de las plantas a soportes resistentes y eliminar los brotes sobrantes.
Se recomienda fertilizar las plantas con fertilizantes minerales y orgánicos tres veces por temporada. Inicialmente, se aplican mezclas de nitrógeno y potasio para estimular el crecimiento del arbusto. Tras la floración, abone los tomates con nitrato de potasio, estiércol y una pequeña cantidad de mezclas de nitrógeno. Tras el desarrollo de los primeros frutos en las ramas, fertilice con fertilizantes complejos que contengan fósforo, potasio y nitrógeno.

Si aparecen plagas en el jardín (escarabajos de la patata, pulgones y diversas orugas), trate los arbustos con productos químicos que eliminen las plagas y eviten su reaparición. Las babosas se pueden controlar aplicando ceniza a las raíces de las tomateras. El mismo método se utiliza para eliminar insectos que parasitan el sistema radicular de las plantas.










