El tomate Nocturne es un híbrido. Los frutos se cosechan en racimos. Presenta varias ventajas sobre otras variedades.
¿Qué es el tomate Nocturne?
Descripción y características de la variedad:
- La variedad será apreciada por los residentes de verano y los jardineros que no visitan sus parcelas con frecuencia.
- Los tomates son de excelente calidad.
- Tienen un sabor agridulce y son ricos en vitamina C.
- Durante el almacenamiento, la cantidad de vitaminas en las frutas aumenta, lo que aumenta aún más su valor.

Las variedades híbridas F1 se suelen plantar para su venta, por lo que deben cumplir requisitos elevados:
- buena presentación,
- alto rendimiento,
- cualidades gustativas.
Los tomates Nocturne NK de maduración temprana se cultivan en invernadero o bajo cubierta de plástico. La planta deja de crecer tras la aparición del quinto o sexto racimo, alcanzando una altura de 1,5 m. Las ramas deben atarse a un enrejado para evitar que se rompan.
La temporada de crecimiento dura aproximadamente 90 días. Los frutos se desarrollan y maduran uniformemente. El peso máximo es de 150 g. Esta variedad es bastante productiva: se pueden cosechar hasta 20 kg de tomates por metro cuadrado. La calidad de la cosecha depende en gran medida de la preparación de plántulas sanas.

La etapa inicial de la siembra de semillas es la siguiente:
- Se prepara un recipiente con tierra y primero se lleva a una habitación cálida;
- Las semillas se preparan sumergiéndolas en una solución de ceniza como estimulante del crecimiento;
- La plantación se realiza distribuyendo las semillas en el suelo a una profundidad de 1-1,5 cm;
- El suelo se humedece con un pulverizador;
- Se crea un efecto invernadero cubriendo el recipiente con una película;
- La temperatura del aire se mantiene dentro del rango de +20…+24ºС.
¿Cómo cultivar tomates?
Se pueden plantar hasta 9 plántulas por metro cuadrado. Una ubicación adecuada es crucial para obtener una cosecha abundante: debe estar bien iluminada, pero protegida de la luz solar directa. Los tomates se pueden plantar en zonas que antes ocupaban col, pepinos, calabacines, perejil o eneldo.

Es necesario desherbar, aflojar y aporcar la tierra con frecuencia. Esto ayuda a fortalecer y mejorar la salud del sistema radicular.
Tras la aparición de las flores, inspeccione cuidadosamente los arbustos, eliminando el exceso de brotes y follaje. Su crecimiento consume una gran cantidad de nutrientes necesarios para el cuajado y una cosecha de alta calidad. Eliminar el exceso de follaje es especialmente importante durante el período de fructificación activa, cuando la planta dedica toda su energía a la formación de los frutos.
Es necesario quitar las hojas inferiores que tocan el suelo y pueden convertirse en una fuente de enfermedades.
Riegue los arbustos con moderación, ya que los tomates no toleran el exceso de agua. Con temperaturas altas, se puede aplicar mantillo para retener la humedad del suelo.

Las hojas cortadas de la propia planta son ideales como mantillo; pronto se convertirán en fertilizante para las raíces. Pero se pueden utilizar siempre que no presenten restos de enfermedades fúngicas. También puedes cubrir la tierra con heno, paja, aserrín e incluso periódico. El acolchado suele hacerse después de aporcar la tierra.
Al cultivar tomates en invernadero, es importante mantener la temperatura adecuada. Tanto las temperaturas altas como las bajas pueden ser perjudiciales para la planta. La temperatura óptima para este cultivo es de 18 a 25 °C.
Durante la floración, conviene rociar los arbustos con una solución diluida de ácido bórico, que promueve el cuajado y el crecimiento de los frutos, además de aumentar su contenido de azúcar. Use 10 gramos de polvo por cada 10 litros de agua.

Una vez a la semana, conviene aplicar micronutrientes foliares. Esta pulverización proporciona nutrición adicional, acelerando el proceso de maduración. Se puede usar urea, fosfato de potasio o nitrato de calcio como fertilizante a razón de una cucharadita por cada 10 litros de agua. Como alternativa, se puede pulverizar con una solución de un litro de suero de leche y 20 gotas de yodo.
La fertilización radicular es necesaria durante la primera fase de la temporada de crecimiento. Durante la fructificación, no es necesaria; basta con espolvorear un poco de ceniza seca bajo las raíces, lo que le dará un sabor dulce.










