El tomate Kibitz, cuya descripción incluye una maduración temprana, ha aparecido recientemente en el mercado. Se cultiva en campo abierto e invernaderos. Tras la cosecha, los tomates Kibitz pueden conservarse en una bodega fresca hasta 25-30 días. La temperatura de almacenamiento no debe superar los 10 °C con una humedad relativa del 80 %. Se recomienda no refrigerar las bayas, ya que perderán por completo su sabor. Este híbrido es apto para congelar o enlatar frutos enteros. Esta variedad de tomate puede transportarse a largas distancias.
Algunos datos técnicos
Las características y descripción de la variedad son las siguientes:
- Tras plantar las semillas, las plántulas tardan entre 100 y 110 días en dar fruto. Algunos jardineros consiguen cosechar entre 7 y 10 días antes.
- La altura de los arbustos de la planta oscila entre 60 y 80 cm. Sus hojas son de tamaño mediano y presentan tonos verdes oscuros.
- En un cepillo crecen de 8 a 10 bayas.
- Las características y la descripción del fruto indican que las bayas son pequeñas. Los tomates pesan entre 50 y 60 g y tienen forma ovalada alargada.
- Las bayas son de color rojo brillante. No presentan ninguna mancha verde cerca del tallo. La pulpa contiene pocas cámaras seminales (2-3 lóculos) y pocas semillas.

Las reseñas de agricultores que han cultivado este tomate indican que el híbrido produce de 3 a 3,5 kg de bayas por mata. Puede encontrar una descripción completa de la variedad en libros de referencia agrícolas especializados y catálogos de empresas de semillas.
Se recomienda cultivar este híbrido al aire libre en el sur de Rusia. Para cosecharlo, quienes vivan en climas templados necesitarán un invernadero de plástico sin calefacción.

En Siberia y el extremo norte, esta variedad solo puede cultivarse en invernaderos o semilleros bien calentados. Las plántulas pueden cultivarse al aire libre, pero para acelerar el crecimiento, los cultivadores recomiendan cultivarlas en invernaderos.
¿Cómo cultivar plántulas usted mismo?
Las semillas se siembran a mediados de marzo si el jardinero decide plantar los arbustos resultantes en un invernadero. Si el agricultor no dispone de invernadero, las semillas para plántulas se siembran en los primeros diez días o a mediados de abril.
Antes de plantar, trate las semillas con permanganato de potasio. Rocíe la tierra del huerto con una solución diluida de permanganato de potasio. Tras la aparición de los brotes (en 5-8 días) y la aparición de dos o tres hojas, trasplante las plantas. Una vez que las plántulas hayan crecido, deben trasplantarse a su ubicación definitiva. Si dispone de invernadero, esto debe hacerse a mediados de mayo, y en campo abierto, los arbustos se plantan a principios de junio.

Cave hoyos de 8 cm de profundidad en los bancales y añada compost mezclado con fertilizante complejo y arena. Después de plantar, cubra con mantillo la tierra alrededor de los arbustos. Es mejor plantar tomates en bancales que antes estaban ocupados por pepinos o perejil. Los tomates también prosperan en zonas que antes estaban ocupadas por coliflores o zanahorias.
El patrón de plantación es de 0,5 x 0,5 o 0,3 x 0,5 m. No es necesario atar los arbustos ni eliminar los brotes laterales. En ocasiones, cuando se desarrollan muchos frutos, puede ser necesario sujetar las ramas del híbrido.

Cuidado híbrido y control de plagas
Las plantas deben regarse regularmente, aproximadamente 2 o 3 veces por semana. El riego debe realizarse cada dos días después de aflojar la tierra. Use agua tibia. El riego debe realizarse antes del amanecer o el atardecer.
Aflojar la tierra permite que el oxígeno llegue más rápidamente a las raíces del tomate. Esto mejora la inmunidad del híbrido, permitiéndole resistir el ataque de infecciones fúngicas o bacterianas.

Se recomienda desherbar los bancales cada dos semanas. Esta medida es preventiva, ya que las solanáceas son susceptibles a infecciones fúngicas y al tizón tardío causado por las malezas.
El deshierbe ayuda a eliminar las plagas que infestan el sistema radicular del tomate. Aunque el Kibitz es resistente a la podredumbre apical y radicular, así como al tizón tardío, es importante rociar las tomateras con productos medicinales para prevenirlas.
Los tomates se fertilizan de 2 a 3 veces durante la temporada de crecimiento. Inicialmente, se utiliza más fertilizante nitrogenado a medida que los arbustos desarrollan follaje. Tras la aparición de los primeros frutos, el híbrido se fertiliza con mezclas ricas en potasio y fertilizantes orgánicos. Una vez que aparecen los frutos, los tomates deben recibir mezclas complejas que contengan fósforo, potasio y nitrógeno.
En los arbustos pueden aparecer y multiplicarse ácaros, nematodos y orugas de diversos insectos. Se destruyen con productos químicos industriales. Si no se consiguen, se puede usar una solución de cáscaras de cebolla y ajo. Reúna 0,2 kg de los ingredientes, añada 1 litro de agua hervida y deje reposar. Luego, aplique la infusión a los arbustos donde se encuentren las plagas.










