Cultivar una buena cosecha de pepinos es fácil si se conocen los cuidados básicos. Sin embargo, a veces surgen problemas. Los jardineros suelen preguntarse por qué los pepinos se ablandan en el invernadero. La principal causa de las enfermedades del pepino es una plantación inadecuada o un cuidado deficiente.
Reglas de crecimiento
Un invernadero es la opción ideal para cultivar hortalizas frescas desde la primavera hasta finales del otoño. En las regiones del sur, este método se puede utilizar durante todo el año. Sin embargo, los jardineros principiantes suelen encontrarse con frutos blandos en el invernadero. Para proteger la cosecha de la pudrición, es fundamental seguir prácticas de cultivo adecuadas, incluso si parecen insignificantes.

Es necesario comenzar con la preparación del suelo, que incluye la desinfección y la fertilización. Se utiliza una mezcla de humus y turba como fertilizante; los superfosfatos y el salitre se pueden añadir por separado.
Es preferible cultivar plántulas a sembrar directamente en la tierra. Cultivar a partir de plántulas no solo le permitirá cosechar temprano, sino también evaluarlas y seleccionar solo plantas fuertes y sanas para plantar. Si la variedad no se autopoliniza, debe atraer insectos polinizadores. La frecuencia de riego debe seguir las recomendaciones del fabricante. No olvide aflojar la tierra y fertilizar.
Incluso la violación parcial de las normas de cultivo provoca cambios en la forma de la fruta (enrollamiento), lo que puede volverla blanda, amarga o hueca por dentro. Averigüemos por qué los pepinos pierden su firmeza.

Los expertos identifican una serie de razones para la blandura de la verdura:
- ajuste ceñido;
- riego inadecuado o falta de humedad;
- falta de alimentación;
- mala iluminación;
- violación del régimen de temperatura;
- plantación de pepinos y tomates en un invernadero;
- enfermedad fúngica.
El calor excesivo puede arruinar los pepinos, no solo en el invernadero, sino también en el huerto. Esta hortaliza no tolera el sol abrasador, por lo que es importante elegir el lugar adecuado para plantarla. Al observar que los frutos se marchitan, los jardineros se preguntan qué hacer y si es posible revertir el proceso y salvar la cosecha.
Errores comunes que cometen los jardineros
Uno de los errores más comunes en el cuidado de pepinos - regar con agua fríaUsar agua fría puede provocar enfermedades y problemas de crecimiento. Recuerda que los pepinos son plantas que aman el calor. El riego debe hacerse con agua tibia que haya estado expuesta al sol, por lo que es mejor hacerlo por la tarde. En promedio, los pepinos necesitan riego de 2 a 3 veces por semana.

La falta de humedad también provoca el marchitamiento de los pepinos. Es importante controlar no solo la humedad del suelo, sino también la del aire. El riego por goteo y la ventilación regular del invernadero ayudarán a mantenerla en un nivel adecuado.
Algunos jardineros, con la esperanza de obtener una cosecha más abundante, reducen la distancia entre las plantas de pepino. La plantación apretada es la razón por la que los pepinos en invernadero se vuelven blandos. La plantación densa interfiere principalmente con el desarrollo del sistema radicular de la planta, lo que altera el crecimiento y la absorción de minerales del suelo. Los frutos crecen pequeños y con formas irregulares. Si los pepinos están demasiado juntos, pueden comenzar a pudrirse. El primer signo de pudrición es la aparición de frutos blandos.
Las plantaciones densas aumentan la tasa de propagación de enfermedades. Los expertos recomiendan una distancia mínima de 15 cm entre plantas.
Los pepinos prosperan a temperaturas de entre 18 y 22 °C. Desviaciones significativas en cualquier dirección no solo provocarán pepinos blandos, sino que también marchitarán toda la planta. Aumentar la temperatura en el invernadero es fácil: simplemente instale elementos calefactores. Reducirla en caso de un verano caluroso es mucho más difícil. Esto se puede lograr utilizando una cubierta especial para invernadero.

La fertilización regular permite que la hortaliza crezca y se desarrolle. La falta de micronutrientes puede provocar diversas enfermedades, como el ablandamiento de los pepinos. Si no se controla, la planta crece demasiado, creando sombra adicional para las hojas e impidiendo que los frutos inferiores reciban suficiente luz solar.
Evite plantar pepinos y tomates en el mismo invernadero; requieren microclimas diferentes. Los tomates no toleran la humedad alta. Proporcionarles a ambas plantas condiciones confortables no funcionará, y los pepinos podrían empezar a echarse a perder.
Si nota que sus pepinos se han ablandado, debe eliminar todas las posibles causas. Trate la cosecha con una decocción de cebolla: una bolsita de cáscaras de cebolla por cada 5 litros de agua. Vierta agua sobre las cáscaras, llévela a ebullición a fuego lento y deje enfriar. Luego, cuélela y úsela tibia para regar.
enfermedades fúngicas
La fusariosis es una infección fúngica que afecta a los pepinos. Es la causa más peligrosa de pepinos blandos en invernaderos. El hongo puede vivir en el suelo si no se desinfecta antes de plantar. También puede introducirse a través de herramientas sucias o agua. La humedad alta es un entorno ideal para el desarrollo de enfermedades fúngicas. Los pepinos requieren abundante riego, pero el exceso puede provocar enfermedades.

Cuando se ven afectadas por el fusarium, las hojas son las primeras en reaccionar: se amarillean y se marchitan. Es importante revisar el estado de la planta a diario; una intervención oportuna detendrá la propagación del hongo y salvará la cosecha. El oídio también es una enfermedad fúngica. Bloquea la fotosíntesis, provocando la aparición de manchas blancas en las hojas. Los pepinos sanos, espinosos y firmes, se ablandan cuando se ven afectados por el oídio.
Una medida preventiva contra las enfermedades fúngicas es rotar las variedades de cultivo. También se recomienda reemplazar la capa superficial del suelo antes de plantar la temporada siguiente. Si la enfermedad se presenta, trate los arbustos afectados con una solución de sulfato de cobre, ceniza y tiza. Por cada litro de agua, mezcle una cucharadita de sulfato de cobre, tres cucharadas de ceniza y la misma cantidad de tiza. Después de tratar las zonas afectadas, espolvoree todo el cultivo con cal seca.












Las enfermedades fúngicas suelen ser la causa. El invernadero debe desinfectarse al menos una vez al año. Después, se pueden usar bioactivadores; compro...BioGrow".