- ¿Se pueden congelar las grosellas para el invierno?
- ¿Son saludables las grosellas congeladas?
- Selección y preparación de grosellas negras y rojas
- Opciones para almacenar bayas en el congelador.
- Método de congelación en seco
- Puré de grosella congelado
- Con ramitas
- Jugo de grosella
- Grosellas molidas con azúcar
- Preparación para bebidas de invierno
- Batido de grosella negra con leche
- Vida útil de almacenamiento
- Normas de descongelación y uso posterior
La cuestión de cómo congelar grosellas para el invierno no se limita a los amantes de las bayas. Durante la temporada, la fruta se conserva de diversas maneras, como compotas y mermeladas. Pero las grosellas conservan su excelente sabor en cualquier presentación, incluso congeladas. Las grosellas congeladas conservan algunas vitaminas y minerales beneficiosos. Hay varias maneras de conservar las bayas congeladas y usarlas durante todo el invierno.
¿Se pueden congelar las grosellas para el invierno?
Sí, puedes. Las bayas se conservan mucho tiempo en el congelador. Si las congelas rápidamente o las expones a altas temperaturas, conservarán la mayoría de sus propiedades beneficiosas.
Este tipo de conservación es preferible a la conservación térmica, ya que durante el proceso de cocción, las grosellas pierden todas sus sustancias y elementos beneficiosos.
¿Son saludables las grosellas congeladas?
Los beneficios del producto son los siguientes:
- Ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y a saturar el cuerpo con sustancias útiles.
- Es rico en flavonoides, lo que significa que reduce el riesgo de desarrollar enfermedades virales y resfriados.
Las grosellas congeladas se pueden utilizar como un producto independiente o se pueden utilizar para preparar postres deliciosos y saludables.

Selección y preparación de grosellas negras y rojas
Puedes congelar grosellas de cualquier color: blancas, rojas, negras, siempre que cumplan las siguientes características:
- Se da preferencia a las frutas que no han alcanzado su madurez completa; las frutas demasiado maduras no se congelan;
- Las grosellas deben ser frescas, sin signos de moho, podredumbre o inclusiones; estas frutas no son aptas para congelar;
- Antes de colocar un producto en el congelador, hay que prepararlo para la congelación: lavarlo, clasificarlo e inspeccionarlo.
Opciones para almacenar bayas en el congelador.
En casa, las amas de casa almacenan y congelan las bayas en recipientes de plástico aptos para uso alimentario. Como alternativa, pueden usar otros recipientes o bolsas de plástico adecuados.

Consejo: Es importante asegurarse de que la temperatura del congelador se mantenga estable para evitar que el producto se eche a perder.
Método de congelación en seco
Se compone de lo siguiente:
- Clasificaremos las bayas, eliminaremos los restos, las frutas estropeadas y cortaremos los tallos.
- Enjuague con agua corriente y coloque la fruta en un colador para escurrir.
- Luego las grosellas se secan con una toalla y se dejan reposar un rato.
- Colóquelo en una bandeja para hornear y póngalo en el congelador.
- Después de 15 minutos, envasar en contenedores o bolsas.
Puré de grosella congelado
Este producto se puede conservar en el refrigerador, pero no por mucho tiempo, hasta 14 días. Preparación:
- Lavamos las bayas, las secamos, las clasificamos y quitamos los tallos y las ramitas;
- Los ponemos en un bol y con la ayuda de una batidora los convertimos en puré, también podéis utilizar una picadora de carne para este fin;
- Deje reposar la mezcla un rato, luego colóquela en recipientes y póngala en el congelador.

Con ramitas
Este producto es adecuado para hacer compotas, deberás hacer lo siguiente:
- Se inspeccionan las bayas junto con las ramas y se eliminan las que están dañadas.
- Enjuague y seque hasta que el agua se escurra completamente.
- Colóquelo en recipientes y guárdelo en el congelador para almacenarlo a largo plazo.
- Es necesario colocar las bayas en recipientes, conservarlas en el refrigerador durante 15 minutos y luego congelarlas.
Jugo de grosella
Realizaremos la preparación siguiendo la siguiente receta:
- Pasamos las bayas por un exprimidor, exprimimos el jugo y retiramos la pulpa;
- Vierta el jugo en vasos de plástico y cúbralos con film transparente;
- Enviamos los vasos al congelador.
Grosellas molidas con azúcar
Un método sencillo de conservación, haremos lo siguiente:
- Vamos a clasificar las frutas y eliminar las que estén estropeadas o podridas.
- Los enjuagamos bajo el chorro de agua y los secamos.
- Colóquelo en un recipiente adecuado y agregue el azúcar en una proporción de 1:1.
- Muela con una licuadora, machacador o picadora de carne con un colador fino.
- Deja reposar el puré un rato, mezcla todo con una cuchara de madera, ponlo en recipientes y mételo en el congelador.

Preparación para bebidas de invierno
Puedes congelar las grosellas y añadirlas a compotas e infusiones para dar a las bebidas un sabor y aroma agradables.
La pulpa que queda después de hacer el jugo a menudo se congela; también se puede agregar a la compota, junto con ingredientes adicionales como frutas y bayas.
Otra forma de crear una bebida en blanco:
- Se exprime el jugo de las grosellas o simplemente se trituran con un mortero hasta obtener una masa homogénea;
- luego se coloca la mezcla en recipientes, no es necesario preparar un puré, basta con triturar las frutas para obtener el jugo;
- La pulpa no se exprime, todo se envasa en vasos o recipientes y se envía a almacenar en el congelador.

Batido de grosella negra con leche
Existen varias recetas para este plato, te recomiendo utilizar las siguientes:
- Utilizaremos grosellas congeladas, necesitaréis unos 100 gramos.
- Vierta miel o almíbar sobre las bayas y déjelas reposar un rato.
- Añade el helado, 100 gramos de vainilla.
- Bate todo con una batidora hasta conseguir una masa homogénea y espesa.
- Si piensas beber el batido, añade leche y vuelve a mezclar todo.
Vida útil de almacenamiento
Las grosellas congeladas se pueden conservar hasta un año. No hay restricciones estrictas de conservación. Si se conservan durante más tiempo sin descongelar, no tendrán ningún problema.

Normas de descongelación y uso posterior
Para descongelar la fruta correctamente, hazlo gradualmente, no de forma brusca. No las descongeles completamente, ya que se convertirán en gelatina y solo servirán para hacer compota.
No sumerjas las grosellas en agua tibia. Después de sacarlas del congelador, déjalas en el refrigerador, vigilando su estado.
Las grosellas congeladas son tan sabrosas y nutritivas como las frescas. Se pueden usar para crear una variedad de platos, incluyendo postres dulces y salados.











