La remolacha es una verdura popular en los jardines rusos, pero puede ser bastante delicada. A veces, las hojas y las raíces son susceptibles a diversas enfermedades. Las hojas son un manjar para los escarabajos. En ocasiones, las plagas destruyen por completo las plantas. Para evitar este destino, es importante comprender por qué las hojas de la remolacha se vuelven negras, cómo combatir cada enfermedad y cómo tomar medidas preventivas.
Posible peligro
Las hojas de remolacha ennegrecidas pueden indicar una infestación de hongos o prácticas inadecuadas de almacenamiento y cosecha. Esto a veces ocurre durante la cosecha tardía, cuando las raíces pierden su resistencia a las heladas, las enfermedades y los escarabajos. Las hojas de remolacha se oscurecen entre 2 y 3 meses después del almacenamiento. El área de almacenamiento debe estar libre de fluctuaciones de temperatura. La humedad alta afecta negativamente a las hortalizas; es esencial contar con un espacio adecuado para la circulación del oxígeno.
La causa de las manchas negras en las hojas.
Las hojas de remolacha y sus raíces fuertes proporcionan un entorno propicio para los patógenos de diversas enfermedades. Pueden destruir hasta el 70 % del cultivo. A continuación, se presentan las causas más comunes del ennegrecimiento de las hojas y los métodos para combatirlas.
Comedor de raíces
Las hojas de la remolacha a veces se vuelven negras debido a los ataques de gusanos de la raíz. Esta plaga se puede identificar por los siguientes síntomas:
- el tallo y el follaje se vuelven negros;
- Los brotes jóvenes mueren sin aparecer nunca sobre la superficie de la tierra.

En casos avanzados de infestación por gusanos de la raíz, el rendimiento de los cultivos se reduce en un 45 %. Entre los factores que predisponen a la aparición de la plaga se incluyen los siguientes:
- daños en la remolacha causados por bacterias patógenas;
- mala aireación del suelo;
- baja acidez del suelo;
- Mala calidad de las semillas.
Erradicar el gusano de la raíz es difícil porque es difícil de eliminar del suelo. Numerosos escarabajos dañinos pueden acumularse en el suelo y propagarse a otras hortalizas.
Los insectos incluso sobreviven en las semillas de la temporada siguiente. Las remolachas desarrollan resistencia al gusano de la raíz tras la formación del segundo par de hojas verdaderas.

Podredumbre por Fusarium
La fusariosis también es una causa común de manchas negras en las hojas de remolacha. Esta enfermedad ataca las remolachas a principios de junio. Las hojas se marchitan gradualmente, los pecíolos se ennegrecen y aparecen grietas con una gran capa blanca. Inicialmente, se observa podredumbre parda en los tallos, los pecíolos y el suelo.
Esta patología suele ocurrir cuando el suelo tiene demasiado nitrógeno o está demasiado húmedo. La podredumbre se controla aplicando correctamente cal y fertilizantes con boro. Es importante aflojar bien el área entre los bancales, eliminando las plagas y cualquier planta infectada restante.
Ascoquitosis
La mancha foliar por Ascochyta se produce por la aparición de manchas azul verdosas en las hojas. Con el tiempo, estas manchas se tornan marrones y aparecen puntos negros en el centro. Estos se llaman "picnidios". Para diagnosticar la enfermedad, se examinan las semillas y los rizomas en busca de estas manchas. Un sistema inmunitario debilitado se considera un factor contribuyente. Las semillas y el suelo ya están infestados de escarabajos dañinos, que son transportados al suelo por los restos vegetales.

La plaga de Ascochyta es la causa más común del ennegrecimiento de las hojas de la remolacha. No existe cura para esta afección y la planta no se recupera. Rociar con fungicidas solo ayudará a proteger las raíces. Las remolachas a veces intentan combatir la enfermedad por sí solas, secándose y cayéndose. La planta desarrolla hojas nuevas y más jóvenes. Así es como la remolacha se recupera.
Fomosis, enfermedad de la remolacha
El phoma es una podredumbre acorazonada que afecta los pecíolos, las raíces y las hojas de la remolacha. Los primeros síntomas incluyen la aparición de zonas claras con manchas negras en la planta, seguidas de esporulación. La enfermedad penetra entonces en la raíz y comienza a desarrollarse. Las verduras afectadas presentan tejido infectado, jugoso y duro. Durante el almacenamiento, estas zonas pueden presentar huecos con micelio blanquecino. Este es el punto álgido de la enfermedad. El phoma se produce cuando las remolachas se almacenan. En invierno. Es cuando generalmente se detecta la enfermedad.

En ocasiones, la causa de esta patología puede no ser una enfermedad infecciosa, sino una deficiencia de boro. Si esta causa la fotosis, el cultivo se desarrolla deficientemente y las hojas jóvenes mueren. Además, las propias hortalizas de raíz son susceptibles a la enfermedad, desarrollando podredumbre negra. Como medida preventiva, se deben seleccionar remolachas sanas y firmes para el invierno y desechar las enfermas. Si se colocan junto a hortalizas sanas, se producirá la infección.
Para tratar la fomosis, es necesario agregar compuestos de boro al suelo de manera oportuna y quemar los restos de la planta en el otoño.
También puedes remojarlo antes de sembrar. semillas de remolacha en una solución al 1% de ácido bórico.
¿Qué hacer si se detecta un problema?
Cuando las hojas de remolacha se vuelven negras, es necesario tomar diversas medidas. Solo un enfoque integral puede resolver el problema.
- Aplique el fertilizante adecuado. No se recomiendan los fertilizantes orgánicos, especialmente el estiércol, para la remolacha. Se pueden agregar 1 o 2 años antes de la siembra. Los fertilizantes minerales son los más beneficiosos para las plantas, ya que promueven el desarrollo de raíces de alta calidad y aumentan la resistencia de la hortaliza a las enfermedades. Una deficiencia de fósforo puede provocar la pudrición de la raíz y la aparición de gusanos de la raíz. La deficiencia de potasio puede provocar cercospora, la deficiencia de boro puede provocar phoma y la deficiencia de manganeso puede provocar diversos tipos de manchas y gusanos de la raíz. La fertilización foliar también es útil. Cuando se observen signos de cercospora, rocíe con potasio y, para la aparición de phoma, aplique ácido bórico. Es importante utilizar fertilizantes equilibrados.
- Cuidado del suelo. A las remolachas no les gustan los suelos ácidos, ya que suelen desarrollar pudrición radicular. Los suelos ácidos deben encalarse. También es importante prevenir la formación de costras y controlar las malas hierbas, los pulgones y los ácaros. Estas dos últimas plagas transmiten infecciones virales.
- Es mejor quemar los arbustos enfermos que tirarlos. Esto sin duda eliminará virus, hongos y bacterias.
- Uso de fungicidas. Ante los primeros signos de enfermedad (enrojecimiento, amarilleamiento o manchas en las hojas), las plantas deben tratarse con productos químicos.
Si no quieres utilizar productos químicos puedes recurrir al caldo bordelés, HOM, Propiconazol, biofungicidas como Actofit, Planriz, Mikosan, Fitodoctor, Gaupsin.

Los requisitos para estos últimos tratamientos son más estrictos, y es importante seleccionar las condiciones climáticas adecuadas. Normalmente, el tratamiento preventivo se realiza una vez, mientras que el curativo se realiza dos veces, con 10 días de diferencia. Estas medidas buscan maximizar la supervivencia de la remolacha. Cuando la enfermedad se detecta inicialmente y la planta no está gravemente afectada, se pueden utilizar biofungicidas o remedios caseros. Para infestaciones extensas, se utilizan productos químicos. Ambos métodos pueden alternarse.
Cómo prevenir las manchas negras
Hay una serie de medidas preventivas que pueden ayudar a proteger las remolachas de enfermedades incluso antes de plantarlas.
- Elija variedades resistentes a enfermedades e insectos. Preste especial atención a la resistencia a enfermedades fúngicas. Esta información suele estar indicada en el envase. Las variedades con alta inmunidad tienen un período de incubación lento para el desarrollo de enfermedades, lo que resulta en menos esporas fúngicas y evita la necesidad de tratamientos con fungicidas. Los híbridos también son preferibles, ya que presentan una gran resistencia a enfermedades e insectos dañinos.
- Mantenga la rotación de cultivos. La remolacha no debe replantarse en una nueva ubicación durante al menos cinco años. De lo contrario, se activarán enfermedades como la cercospora, la phoma, la pudrición radicular, el mildiu velloso y la susceptibilidad a la pudrición. Los mejores predecesores para la remolacha incluyen legumbres, maíz, cereales de invierno, cebollas, tomates, pepinos y papas.
- A la hora de cultivar hortalizas hay que tener en cuenta los requisitos agrícolas: deshierbe, riego y aclareo oportunos.
- Añadir todos los fertilizantes según los tiempos establecidos.
- Cosecha a tiempo.
- Clasifique cuidadosamente las verduras antes de guardarlas para eliminar las frutas dañadas.
Es imposible proteger al 100% las remolachas de los ataques de microorganismos patógenos y plagas, pero las medidas preventivas proporcionarán una mayor garantía.











