El tomate Vladimir f1 pertenece al grupo de los híbridos de primera generación. Esta variedad se puede cultivar en cualquier tipo de suelo. Se cultiva en campo abierto en las regiones del sur de Rusia. En las regiones central y norte del país, se cultiva en invernaderos. Este tomate se utiliza en ensaladas, encurtidos, lecho, salsas y kétchup. Las bayas Vladimir producen un excelente jugo de tomate. Los frutos de este híbrido se conservan para el invierno.
Parámetros técnicos del tomate
Las características y descripción de la variedad son las siguientes:
- Los tomates Vladimir maduran entre 100 y 105 días después de la siembra. Sin embargo, si llueve, la cosecha tardará entre 115 y 117 días.
- El arbusto alcanza una altura de 1,0 a 1,5 m. Los tallos presentan una cantidad media de hojas verdes. La planta requiere soporte mediante enrejados o soportes verticales. Los brotes laterales se eliminan durante la temporada de crecimiento.
- El híbrido presenta inflorescencias de un solo tallo. La primera de estas formaciones aparece debajo de la novena hoja, y las inflorescencias subsiguientes se desarrollan cada tres hojas. Para maximizar el rendimiento, los arbustos se entrenan con dos tallos.
- Cada cepillo produce de 4 a 6 frutos.
- Los frutos del tomate son esféricos y de colores brillantes. Pesan hasta 0,14 kg. Siguiendo los consejos de los expertos, se pueden obtener bayas de hasta 0,18 kg. La piel del tomate es gruesa, lo que facilita su transporte a cualquier distancia. Las reseñas de los jardineros indican que este híbrido a veces produce bayas de forma irregular.

El rendimiento del tomate es bastante alto, con un rendimiento de 4 a 5 kg de fruta por mata. Este híbrido es resistente a enfermedades de las solanáceas, como el virus del mosaico del tabaco, el oídio y la fusariosis.
La planta tolera las fluctuaciones de temperatura, pero muere en caso de sequía o exceso de riego. Una desventaja del híbrido es la necesidad de comprar semillas cada año; el agricultor no podrá obtener suficiente material de siembra de la cosecha.
Obtención de plántulas en un jardín privado
Se recomienda comprar semillas de un productor de confianza. Se desinfectan con una solución diluida de permanganato de potasio y se tratan con estimulantes de crecimiento. Se recomienda plantar las semillas a una profundidad de 10-15 mm, dejando una separación de 2-3 cm entre ellas. Cuando aparezcan los primeros brotes, después de 6 días, riéguelas con un poco de agua tibia y traslade las cajas de tomates a un lugar luminoso. Una vez que aparezcan 2-3 hojas en las plántulas, trasplántelas.

Los arbustos jóvenes deben trasplantarse a tierra permanente cuando tengan 60 días. Para ello, prepare la tierra de la zona. Se aflojan los bancales y se añade fertilizante orgánico. Se recomienda no plantar más de 3 o 4 arbustos por metro cuadrado de bancal. Las plantas deben plantarse verticalmente en los hoyos para que sus raíces puedan alcanzar el nivel freático. Este tipo de plantación evita que el híbrido muera durante la sequía.
Antes de plantar arbustos en los parterres, se recomienda tratar el suelo con permanganato de potasio para destruir las bacterias y hongos que viven en el suelo.

Cuidado de los arbustos en crecimiento
Riegue las plantas con agua tibia, a 26-28 °C. El híbrido no tolera grandes cantidades de agua, así que riegue los arbustos con poca frecuencia. Si llueve, evite regar. Evite que se formen charcos debajo de los arbustos, ya que esto provocará la pudrición de las raíces y la muerte de las plantas.

Antes de regar los tomates, se recomienda desherbar los bancales una vez por semana. Este procedimiento reduce el riesgo de infecciones fúngicas y bacterianas transmitidas por las malas hierbas. Además de las malas hierbas, también se eliminan algunas plagas del jardín que se alimentan de ellas y luego migran a las hortalizas.
Los tomates se fertilizan al menos 3 o 4 veces por temporada. Inicialmente, se aplican fertilizantes nitrogenados y orgánicos (estiércol, estiércol de vaca, gallinaza). A medida que las plantas crecen y florecen, se cambian los arbustos a mezclas de potasio y fósforo. Cuando aparecen los primeros frutos, se utilizan fertilizantes minerales complejos con fósforo, nitrógeno y potasio como complemento.

Afloje la tierra bajo las tomateras dos veces por semana. Esto permite una buena aireación del sistema radicular, lo que favorece su crecimiento. Aflojar la tierra también elimina algunos parásitos que infestan las raíces. Cubrir la tierra con mantillo también puede mejorar la aireación del sistema radicular.
Si en las hojas de tomate aparecen plagas del jardín como pulgones, escarabajos de Colorado y otros insectos, se recomienda tratar los arbustos con productos químicos tóxicos.










