El tomate Korolevich es una variedad indeterminada de media temporada. Produce frutos carnosos y rosados, ideales para ensaladas.
¿Qué es el tomate Korolevich?
Las características y descripción de la variedad son las siguientes:
- Los frutos son bastante grandes, el peso de un tomate maduro alcanza de 200 a 800 g.
- El tomate Korolevich tiene forma de corazón.
- Las frutas se pueden utilizar tanto frescas como enlatadas.
- Las semillas deben sembrarse a finales de marzo.
- Antes de empezar a sembrar, debes preparar el recipiente, el suelo, el espacio y la iluminación.
- El recipiente para la siembra debe ser de plástico y tener agujeros de drenaje.
- Si el agua se estanca, la planta puede desarrollar la enfermedad de las patas negras.
- Es recomendable desinfectar el recipiente y la tierra antes de sembrar. Esto se puede hacer con una solución de permanganato de potasio o sumergiendo la bolsa de tierra en agua caliente y dejándola reposar hasta que el agua se enfríe por completo.

¿Cómo cultivar tomates?
La temperatura del aire en la habitación donde se siembran las semillas de Korolevich para las plántulas debe alcanzar los 25 °C. Una buena ventilación también es esencial.
Las plántulas necesitan suficiente luz para crecer. La experiencia ha demostrado que un lugar luminoso y la luz solar por sí solos no son suficientes. Para asegurar un desarrollo adecuado de las plántulas, según el programa establecido por los cultivadores, es recomendable proporcionar iluminación artificial adicional con lámparas especiales. Para la siembra, puede comprar sustrato ya preparado o añadir turba, arena y un poco de ceniza a la tierra.

Al plantar, mantenga una distancia entre las semillas para asegurar que crezcan fuertes y sanas. Las semillas se pueden sembrar secas, pero es mejor desinfectarlas sumergiéndolas en una solución de permanganato de potasio durante 30 minutos. Antes de sembrar, humedezca la tierra con agua tibia y cubra el recipiente con film transparente. Si se hace correctamente, los primeros brotes aparecerán en dos semanas.
Puedes empezar a trasplantar las plántulas a macetas individuales una vez que aparezcan 2 o 3 hojas. El cuidado de las plántulas es sencillo: solo necesitas un riego moderado y proporcionarles luz y calor.

Una señal de que la planta está lista para el trasplante es la aparición de 6-7 hojas sanas y un racimo floral. El tiempo aproximado de siembra es de 60 a 65 días tras la aparición de los primeros brotes, una vez que no haya habido más heladas.
Para cultivar tomates jugosos y dulces y aumentar la producción, siga las reglas clásicas que se aplican a casi todas las variedades de tomate. Es importante saber que este cultivo no prospera en suelos pobres; necesita ser enriquecido con fertilizante. Los jardineros deben recordar que no pueden plantar tomates en el mismo lugar donde crecieron el año anterior. Es mejor plantarlos en un lugar donde crecieron calabazas, legumbres, pepinos, cebollas o repollos.
A los tomates no les gusta el riego excesivo ni el goteo sobre las hojas. El exceso de humedad puede provocar el tizón tardío. Es fundamental sujetar los tallos del tomate a tiempo.

Tras el cuajado de los primeros frutos, se deben retirar las hojas inferiores de los arbustos y vigilar la aparición de brotes laterales. Es fundamental no dejar que crezcan más de 2 cm, ya que, de lo contrario, se desperdiciarán nutrientes en el crecimiento de los brotes en lugar del desarrollo del fruto.
El siguiente aspecto importante es el acolchado y el aporque del suelo. El acolchado nutre las raíces y retiene la humedad necesaria, mientras que el aporque mejora el suelo.
Fertilice los tomates cada dos semanas y de 2 a 3 veces durante la temporada de crecimiento. Puede usar excrementos de pájaros, estiércol, turba o compost como fertilizantes orgánicos. También puede añadir cal y superfosfato.

Antes de trasplantar las plántulas al suelo, es importante aflojarlo y añadir fertilizantes de potasio, nitrógeno y superfosfato. Estos pasos le ayudarán a obtener una cosecha abundante y saludable.










