Los criadores han creado otra variedad de solanácea original y de alta calidad: el tomate Gigalo. Con su distintiva forma oblonga y su sabor inusual, estos tomates son perfectos para preparar ensaladas frescas ricas en vitaminas y diversos productos derivados del tomate.
La variedad Gigolo se caracteriza por su alto rendimiento y resistencia a la intemperie. Si se plantan las plántulas en mayo, los frutos maduros se pueden cosechar a finales del verano. Este tomate no es un híbrido, por lo que puede cosechar las semillas usted mismo.
Antes de empezar a cultivar estos tomates, es necesario familiarizarse con sus técnicas de cultivo. El productor de semillas suele proporcionar toda la información necesaria en el envase. Los paquetes contienen una descripción completa y las características de la variedad.

Características de la variedad
El tomate Gigalo es una planta estándar que no supera los 50 cm de altura. Gracias a su baja estatura y tallo robusto, no requiere tutores ni brotes laterales. Su follaje es de tamaño y forma medianos, de color verde claro. Los arbustos tienen poca vegetación. Estas pequeñas y cuidadas plantas serán un verdadero punto culminante en el jardín.
Esta variedad es resistente a diversos hongos y plagas, pero requiere fumigación preventiva al menos dos veces por temporada. También se recomienda tratar las semillas antes de plantarlas. Esta variedad de tomate es apta para cultivar tanto en bancales abiertos como bajo plástico. Es una variedad de media temporada con una temporada de crecimiento de 98 a 100 días.

Los tomates Gigalo tienen la siguiente descripción:
- La forma alargada del fruto se asemeja a un pimiento.
- El tomate es de color rojo con un borde verdoso alrededor del tallo.
- El peso medio de una fruta es de 100 a 120 g.
- El arbusto tiene una inflorescencia simple. En cada racimo se forman de 7 a 10 tomates. Los racimos de esta planta se asemejan a racimos de uvas cuando los frutos maduran.
- La variedad Zhigalo presume de un sabor excelente. Sus frutos son carnosos pero jugosos, con un sabor agridulce. Su alto contenido de materia seca los hace muy beneficiosos para el organismo. Estos tomates son versátiles y se utilizan en ensaladas, pastas, lecho, jugos e incluso rellenos.
- La variedad Zhigalo es muy productiva. Cultivada adecuadamente, un solo arbusto puede producir hasta 5 kg de fruta.
- Gracias a su piel gruesa, los tomates se pueden almacenar durante mucho tiempo. Conservan su aspecto comercial durante el transporte a larga distancia.

Para obtener una cosecha abundante, es fundamental plantar las plantas correctamente. Casi todos los arbustos comunes tienen sistemas radiculares poco desarrollados, por lo que se recomienda plantarlos más juntos en los parterres.
Reglas para el cultivo de tomates
Las plántulas se cosechan a finales de febrero o durante marzo. Las semillas de esta solanácea deben tratarse previamente con una solución diluida de permanganato de potasio o un desinfectante especial, disponible en tiendas. Muchos horticultores también utilizan un estimulante del crecimiento para activar el material de siembra. Remoje las semillas en él durante no más de 30 minutos. Luego, déjelas secar completamente.

Las plántulas se cultivan en cajas poco profundas o recipientes especiales. Puedes comprar tierra preparada o crear la tuya propia. Para ello, mezcla a partes iguales arena gruesa, turba y turba.
Antes de plantar, humedezca la tierra y haga agujeros de 2 cm de profundidad. Coloque las semillas en estos agujeros y cúbralas con turba limpia o tierra. Inmediatamente después de plantar, riéguelas con agua tibia sedimentada. Riegue con un colador o un pulverizador para evitar que las semillas se desprendan de la tierra.
La caja de plántulas debe cubrirse inmediatamente con film transparente y colocarse en un lugar cálido hasta que aparezcan los primeros brotes. Después, las plántulas se trasladan a un lugar más luminoso donde la temperatura se mantenga entre 22 y 25 °C. Al cultivar plántulas, es importante vigilar la tierra para evitar la humedad estancada y la aparición de moho.

Las plántulas se trasplantan cuando desarrollan dos hojas. Muchos jardineros recomiendan aclimatarlas, lo que puede hacerse bajando la temperatura ambiente a 7-10 °C o sacándolas al exterior durante 1 o 2 horas.
Plante las plántulas en lechos bien excavados y fertilizados. Puede usar humus o fertilizantes minerales complejos. Los agujeros se colocan a una distancia de 30-35 cm entre sí, y se dejan 45-50 cm entre filas.
Tras la siembra, las plántulas se riegan inmediatamente y los hoyos se cubren con aserrín. Se puede usar heno o hierba recién cortada como mantillo. Después de 10 días, se deben fertilizar los bancales con minerales como hierro, boro, nitrógeno y potasio.

Cuidar las plantas no es difícil. Lo principal es regarlas regularmente y evitar que la tierra se agriete. Es fundamental desherbar y aflojar los bancales periódicamente. Antes de que cuajen los primeros frutos, es importante rociarlos profilácticamente contra el tizón tardío y el mosaico del tabaco.
Debido a la abundante fructificación y gran cantidad de frutos, las ramas pueden no soportar la carga, por lo que en algunos casos aún vale la pena atarlas y brindarles soporte.
La fertilización de los arbustos debe realizarse regularmente. La primera aplicación debe realizarse después de plantar las plántulas y la segunda después de que cuajen los frutos.
La variedad de tomate Zhigalo ha recibido críticas muy positivas. Quienes la han plantado en sus huertos destacan su alto rendimiento, incluso en sequías leves, así como su excelente sabor.










