- Propiedades útiles de la hortaliza de raíz
- Cómo preparar adecuadamente los nabos para enlatar
- Recetas de preparación para el invierno
- Cómo congelar nabos en casa
- Encurtido con zanahorias
- Encurtido con hierbas
- Marinado con miel y manzanas
- Marinado con remolacha
- Conservado en miel y vinagre
- Ensalada de zanahoria
- Nabos encurtidos picantes
- Reglas para almacenar alimentos enlatados
Esta verdura real ha gozado de merecida popularidad a lo largo de la historia. Los nabos firmes y dulces son deliciosos para masticar, como una manzana, sobre todo porque son tan ricos en vitaminas y azúcar como otras frutas. Las conservas de nabo para el invierno son una bendición tanto para cocineros experimentados como novatos. Y solo se necesita un poco de esfuerzo: familiarizarse con las recetas existentes y luego ponerlas en práctica.
Propiedades útiles de la hortaliza de raíz
El nabo es una planta herbácea bienal; junto con la col, pertenece a la familia de las crucíferas. Los beneficios de sus dulces raíces son conocidos desde hace mucho tiempo: se consumían en Roma y Grecia. En la Rusia rusa, se utilizaban para tratar el raquitismo y las enfermedades óseas, y se consumían a diario. Los médicos los utilizaban para purificar la sangre, como expectorante y como diurético natural.
La singularidad de esta raíz es que se come de diferentes maneras:
- Crudo.
- Hervido.
- Estofado.
- Salado.
- En escabeche.
Y en cada uno de ellos, los nabos tendrán un sabor único y delicioso. Se conservan bien durante el invierno y no requieren condiciones especiales de cultivo. Cada tubérculo jugoso contiene caroteno y vitaminas A, B, K, C y PP. Los nabos son un excelente sustituto de los quemadores de grasa químicos: no aportan calorías adicionales y el cuerpo humano absorbe completamente todos sus componentes.

Cómo preparar adecuadamente los nabos para enlatar
Para disfrutar del sabor y aroma de la verdura de raíz, después de la cosecha se llevan a cabo medidas preparatorias: se seleccionan nabos fuertes y sanos y se eliminan los restos de tierra y puntas verdes.
No todas las variedades son adecuadas para el almacenamiento: se da preferencia a las variedades tardías, que se cosechan en otoño.
Los nabos se almacenan como las zanahorias, en cajas llenas de arena, o se envasan en casa. Para este último método, se retira toda la piel, se cortan las zonas dañadas y se lava y seca la fruta. Después se utiliza en conservas de invierno, como salazón, encurtido y fermentación.

Recetas de preparación para el invierno
Los nabos conservan su valor nutricional al conservarlos, una ventaja innegable. Se pueden congelar, usar en ensaladas o encurtir con verduras. Y las saludables conservas caseras estarán listas para el invierno.
Cómo congelar nabos en casa
Las hortalizas de raíz preseleccionadas se lavan y se ponen a remojo brevemente para eliminar la tierra restante. El tamaño importa: los nabos pequeños y medianos son los mejores para congelar. A continuación, pélelos y córtelos en cubos de 1,5 a 2 cm. Antes de refrigerarlos, escalde los nabos sumergiéndolos en agua hirviendo durante 1 o 2 minutos.
A continuación, se enfrían los cubos, se les retira el exceso de líquido y se congelan en recipientes para alimentos o bolsas de vacío. Este método conserva no solo las hortalizas de raíz, sino también las hojas de nabo.

Encurtido con zanahorias
Una excelente manera de preparar un concentrado de vitaminas es añadir zanahorias para potenciar su efecto. Las verduras más deliciosas se preparan en barriles o tinas de madera, pero también sirven las ollas esmaltadas (de acero inoxidable). Necesitarás:
- nabos y zanahorias en proporciones iguales;
- sal (necesariamente sin yodo) – 2 tazas;
- agua limpia – 10 litros.
Para darle un toque picante, añade pimienta roja picante (no demasiado). Primero, prepara la salmuera: añade sal al agua precalentada a ebullición, deja que hierva hasta que se disuelva por completo y luego deja enfriar. No peles los nabos, córtalos en rodajas o cuartos y colócalos en capas en un bol, alternándolos con zanahorias.
El pastel resultante se vierte con salmuera hasta cubrir completamente las verduras y se coloca un peso. Después de seis semanas, el producto está listo. Solo queda lavarlo, pelarlo y servirlo.
Encurtido con hierbas
Una receta sencilla para preparar unos deliciosos nabos encurtidos. Lave los tubérculos, quíteles los tallos y las hojas, y pélelos. Córtelos en rodajas y colóquelos en capas en frascos o una cacerola, espolvoreándolos con sal, semillas de alcaravea y hierbas aromáticas (perejil, eneldo). Finalmente, añada agua fría hervida hasta cubrir la última capa, cúbralos con hojas de col limpias y presione con un peso. Después de 14 días, el encurtido estará listo.

Marinado con miel y manzanas
Una forma común de preparar deliciosas conservas caseras. Necesitarás:
- Agua fría limpia – 1 litro.
- Miel – 200 gramos.
- Canela molida – 10 gramos.
- Sal – 50 gramos.
- Azúcar – 200 gramos.
- Vinagre de sidra de manzana – 120 mililitros.
La proporción de manzanas y nabos es arbitraria, pero la clave está en usar manzanas más pequeñas. Añada todos los ingredientes de la marinada al agua y llévela a ebullición, removiendo. Una vez que la marinada esté a temperatura ambiente, añada vinagre y vierta esta mezcla sobre las manzanas, previamente envasadas en frascos. Presione con una pesa y deje reposar hasta que estén completamente cocidas.

Marinado con remolacha
La remolacha se usa para dar color a los nabos, así que solo necesitarás una pequeña cantidad. Las raíces se cortan en gajos de arriba abajo, dejando aproximadamente 1 centímetro en la base. Luego se dejan en remojo durante la noche. Las remolachas se cortan en rodajas y se colocan en frascos junto con los nabos.
Para la marinada tomar:
- 4 dientes de ajo;
- 250 mililitros de vinagre;
- 2 cucharaditas de sal de mesa;
- medio litro de agua.
Prepare la solución llevándola a ebullición poco a poco, pero no añada vinagre. Luego retire la marinada del fuego y déjela enfriar. Vierta el vinagre y llene los frascos con la mezcla. El producto estará listo en 3 días.

Conservado en miel y vinagre
Se lavan los nabos pequeños y firmes, pero no se pelan, y se dejan sobre una toalla. A continuación, se prepara la solución conservante:
- 1 litro de agua;
- 1 vaso de miel;
- 2 cucharadas de sal;
- medio vaso de vinagre de manzana;
- clavos de olor (3-4 dientes);
- cucharada de nuez moscada molida.
Mezclar todo, llevar a ebullición a fuego lento y dejar enfriar. Colocar los nabos en frascos y verter la solución sobre ellos. Conservar en un lugar fresco y oscuro.

Ensalada de zanahoria
Una receta popular de ensalada para el invierno. Para 450 gramos de nabos, necesitarás:
- 1 cebolla;
- 150 gramos de zanahorias;
- 2 dientes de ajo;
- una pizca de hierbas (eneldo o perejil);
- 4 guisantes de pimienta de Jamaica;
- 1 hoja de laurel.
Pele las hortalizas de raíz, córtelas en cubos y cocínelas a fuego lento en agua hirviendo. El adobo se prepara con vinagre al 9% (1 cucharada), azúcar y sal (2 cucharadas de cada uno). Pique finamente las hierbas, la cebolla y el ajo, añádalos a los nabos y las zanahorias y mezcle bien. Añada las especias, el azúcar, la sal y el vinagre al fondo del frasco, luego añada las verduras y vierta agua hirviendo sobre ellas. La ensalada esterilizada se cierra herméticamente y se conserva como un producto enlatado normal.

Nabos encurtidos picantes
Este aperitivo picante es fácil de preparar: añade de 3 a 4 pimientos rojos picantes a los nabos durante la fermentación. No es necesario pelarlos ni quitarles el tallo; simplemente lávalos. Los nabos, enteros o en cuartos, se colocan en capas en un recipiente adecuado, se espolvorean con sal y se llenan hasta el borde con agua. Finalmente, se añaden los pimientos y se les coloca una pesa. Después de un mes o mes y medio, el aperitivo picante está listo.

Reglas para almacenar alimentos enlatados
Los alimentos encurtidos y salados no están destinados al almacenamiento a largo plazo; deben consumirse lo antes posible. Las ollas y barriles que contengan alimentos encurtidos deben conservarse en un lugar fresco, alejados de la luz solar directa.
La salmuera que recubre las verduras actúa como un conservante natural, así que no la retires a menos que sea necesario. Las ensaladas envasadas se conservan al menos un año, hasta la próxima cosecha, a menos que muestren signos de hinchazón o enturbiamiento.












