El tomate Tlacolula se trajo de México. Sus frutos tienen una forma acanalada inusual. Cultivado adecuadamente, cada tomate pesa 300 g.
Descripción de la variedad de tomate Tlacolula
A continuación se presentará una descripción y características de la variedad:
- El tomate Tlacolula de Matamoros es ancho en la base y estrecho en la punta. La parte superior del fruto es amarilla, el resto es rojo.
- La planta es determinada, por lo que estos tomates deben cultivarse en invernadero.
- Tlacolula es una variedad precoz, madurando entre 90 y 100 días después de la siembra.
- Los arbustos alcanzan los 2 m de altura y producen racimos de 3 a 7 tomates, sobre los cuales crecen tomates.

La variedad Tlacolula tiene diversas variedades. La subvariedad Rosa es redonda, con frutos ligeramente aplanados en la parte superior. También se encuentran tomates con forma de pera. Su pulpa es densa y contiene un alto contenido de glucosa, lo que la hace beneficiosa para diabéticos y alérgicos.
El tomate Tlacolula Amarillo tiene una pulpa jugosa, tierna y con un agradable sabor dulce.
La tlacolula blanca se cultiva poco, por lo que requiere mucho tiempo y esfuerzo para cuidarla. Tiene un sabor inusualmente dulce y afrutado.

¿Cómo cultivar tomates Tlacolula?
Los tomates son un cultivo de colección, por lo que conviene comprar semillas en tiendas especializadas. Antes de sembrar, compruebe la germinación de las semillas. Después, trátelas con permanganato de potasio, déjelas en un lugar fresco y abierto durante 2 o 3 días y aplique estimulantes de crecimiento. Este tratamiento suele dar lugar a plántulas fuertes.

La tierra debe estar suelta y húmeda. Antes de sembrar, desinfecte la tierra para evitar la aparición de hongos. Cuando las plántulas tengan dos hojas, se trasplantan. Riegue las plántulas en maceta con agua sedimentada mientras se seca la superficie de la tierra. Es necesario aclimatar las plántulas antes de plantarlas en el invernadero. Para ello, colóquelas en el exterior durante un tiempo. Esto asegurará que estén fuertes y resistan el frío.
Después de 6 a 10 días, trasplanta las plántulas a un invernadero. Plántalas a 50 cm de distancia entre sí. La capa de tierra debe tener una profundidad de 18 cm. Agrega partes iguales de humus y turba a la tierra. Agrega 50 g de ceniza de madera mezclada con tierra a cada hoyo.

Las plántulas deben plantarse al anochecer para asegurar un crecimiento óptimo. Deben enterrarse profundamente en la tierra. Una vez que las plantas hayan crecido, se inclinan ligeramente, extendiendo los tallos a lo largo del bancal y se cubren con tierra. Riegue las plantas abundantemente y, después de dos semanas, trátelas con una solución de caldo bordelés al 1% para protegerlas de enfermedades. A continuación, prepare soportes o un enrejado al que se atarán las plantas.
Con poca luz, los arbustos se guían para formar un solo tallo; con buena luz, dos. Se dejan de cinco a seis racimos en cada arbusto. Una vez desarrollados, se corta la parte superior, dejando dos hojas por encima del racimo superior. Se recomienda regar la planta con agua tibia. La tierra no debe estar demasiado húmeda, pero los tomates no toleran la sequía. Para reducir la evaporación del suelo, se añade una capa de 2-3 cm de paja o turba.

En el invernadero, la humedad y la temperatura deben controlarse constantemente; de lo contrario, el calor puede secar las flores e impedir la aparición de frutos. Fertilice la tierra cada dos semanas, alternando fertilizantes orgánicos y minerales. Se requiere un cubo de fertilizante por metro cuadrado de tierra.
La cosecha se realiza a medida que los tomates maduran. Si aún no están maduros, se pueden colocar en cestas y dejarlos en un lugar cálido. Los tomates más maduros se colocan en el centro de la cesta para acelerar la maduración de los tomates restantes. En climas más cálidos, estos tomates también se pueden cultivar al aire libre.

Las reseñas de quienes han cultivado la variedad Tlacolula son generalmente positivas. Los jardineros destacan el delicado sabor dulce de sus frutos. Estos tomates se consumen frescos y se utilizan en ensaladas, aderezos, salsas y platos calientes. Su excelente sabor hace que esta variedad sea ampliamente cultivada y muy popular entre los jardineros.










