El tomate canario es muy popular entre los horticultores de latitudes septentrionales y zonas con poca luz solar o climas lluviosos constantes. Una característica distintiva de esta variedad es su capacidad para crecer y dar fruto en condiciones de poca luz. Este híbrido se cultivó en Novosibirsk y está destinado al cultivo en invernadero. En climas más cálidos, también puede plantarse en bancales abiertos.
Características principales de la variedad
Los tomates tienen un periodo de maduración medio. Dependiendo de la zona climática, este periodo dura entre 110 y 120 días. Las plantas tienen una altura limitada, alcanzando los 200 cm en invernaderos y los 160 cm en bancales abiertos. Por lo tanto, los soportes individuales o espalderas son esenciales para esta variedad.

El tronco es fuerte y flexible. El sistema radicular está bien desarrollado, es amplio y profundo. La copa es escasa y el follaje es de tamaño mediano y de color verde oscuro. No es necesario aclarearlo, ya que el fruto recibe suficiente luz.
Características del tomate canario:
- forma - correcta, esférica;
- peso medio - 600 g, algunos ejemplares alcanzan los 800 g;
- color - rojo, uniforme;
- la cáscara es densa y brillante;
- pulpa - carnosa, azucarada;
- Sabor: rico, sin regusto amargo;
- Calidad de almacenamiento: media.
Las reseñas de los jardineros indican que el rendimiento de esta variedad es digno de elogio. Con un cultivo y cuidado adecuados, un solo arbusto puede producir hasta 10 kg por temporada.

En la cocina, los frutos se utilizan para hacer jugo, adjika, kétchup y lecho. Los tomates frescos se sirven en rodajas o en ensaladas. Debido a su gran tamaño, no son aptos para enlatar. Sin embargo, se conservan bien en barriles encurtidos.
La descripción del fabricante sobre las propiedades inmunitarias de la variedad es precisa. Las plantas son resistentes a prácticamente todo tipo de enfermedades fúngicas e infecciosas.
Ventajas y desventajas de la variedad
La principal ventaja de los tomates canarios es que toleran bien las bajas temperaturas, algo que no es raro en Siberia y los Urales incluso en verano.

Además, los tomates tienen las siguientes ventajas:
- gran tamaño, que despierta inmediatamente el interés por el producto;
- buena resistencia a plagas e infecciones;
- poco exigente en cuanto a condiciones de iluminación;
- posibilidad de almacenamiento a largo plazo;
- Amplia gama de aplicaciones culinarias;
- maduración amigable;
- largo período de fructificación;
- Altas cualidades gustativas.
Los jardineros señalan que cultivar esta variedad requiere cierto esfuerzo. Los arbustos altos y pesados requieren estructuras de soporte fuertes y estables. Dado que la planta y el fruto son grandes, es necesaria una fertilización frecuente.
Cultivo y cuidado de plantas
Las semillas deben plantarse a principios de marzo. Para las plántulas, utilice pellets de turba comerciales o cajas de madera llenas de tierra fértil. Se coloca material de drenaje en el fondo de los recipientes para regular la humedad.

La tierra se compone de tierra de jardín, turba y fertilizante orgánico. Antes de plantar, las semillas se sumergen en una solución nutritiva hasta que germinan. Se entierran 1 cm en la tierra y se riegan inmediatamente con un pulverizador. Las plántulas suelen aparecer en una semana.
Las plántulas deben cultivarse durante al menos dos meses. Requieren 10 horas de luz natural al día. Si esta es insuficiente, utilice lámparas. La temperatura ambiente debe mantenerse entre 19 y 21 °C.
Una semana antes de replantar, las plantas deben endurecerse. Cada ciclo dura 2 horas con una disminución gradual de la temperatura.
Las plántulas se plantan en hoyos previamente preparados, rellenos con una mezcla fértil de turba, fertilizante y ceniza de madera. Una vez que las plántulas se han establecido, se ata una cuerda resistente a la base de cada arbusto. El arbusto se enrollará alrededor de esta cuerda y crecerá. Riegue las plantas a diario durante la primera semana y, posteriormente, según sea necesario, una vez que se forme una costra dura en la tierra.

Para asegurar una buena cosecha, los tomates requieren cuidados constantes. Fertilícelos al menos dos veces al mes, alternando fertilizantes orgánicos, minerales y combinados. Aflojar y cubrir la tierra con mantillo regularmente mantiene la aireación del sistema radicular. Proteger las plántulas de las plagas es un enfoque integral: se añade sulfato de cobre a la tierra alrededor de los arbustos y se rocía la parte superior de las plantas con insecticidas.
Con el cuidado adecuado y buen clima, puedes esperar la primera cosecha a finales de junio o principios de julio.










