El ajo gigante siberiano es una variedad de invierno que requiere pocos cuidados, pero produce una excelente cosecha. Como su nombre indica, tolera bien las temperaturas extremas.
Descripción y características
El ajo siberiano es una variedad de media temporada, con un tiempo de cosecha de 90 a 115 días desde la germinación. Se caracteriza por sus cabezas grandes y su alto rendimiento. El ajo siberiano gigante es ideal para el cultivo en climas fríos. Es popular en las regiones de Tomsk, Novosibirsk y Omsk. Sin embargo, también se cultiva con éxito en otras latitudes con climas más suaves.

La planta puede alcanzar una altura de 0,7 m, con 5-7 hojas verdes por arbusto. Al madurar, posee un sabor agridulce y un aroma persistente. Es muy utilizada en la cocina. Al ser una variedad de invierno, la cosecha es resistente a las heladas y se conserva bien.
Descripción del ajo:
- bulbos grandes, hasta 100 g;
- forma plana y redonda;
- la cáscara es blanca con manchas moradas;
- una cabeza de ajo tiene de 6 a 9 dientes;
- La cáscara es de color rosa.
Esta variedad es fácil de cuidar y solo requiere tres riegos durante la temporada cálida. Se añade fertilizante junto con el riego. También requiere control de plagas. El ajo es menos susceptible a las enfermedades que otros cultivos. Sin embargo, el ajo gigante siberiano es susceptible a los nematodos y la roya. Es importante prevenir enfermedades antes de plantar. De lo contrario, se corre el riesgo de perder toda la cosecha.

Prevención de enfermedades y parásitos
Para combatir enfermedades y plagas, puede usar remedios caseros, como permanganato de potasio o sal. La prevención es fundamental en el cuidado del ajo; si un solo bulbo infestado termina almacenado, la infestación se extenderá a todos los bulbos.
Antes de plantar los dientes de ajo, sumérjalos en una solución de sulfato de cobre o permanganato de potasio para desinfectar el material de siembra. Además, desinfecte la tierra con los mismos métodos que para el material de siembra.
Una plaga peligrosa son los nematodos, gusanos blancos de tamaño microscópico. Los parásitos pueden vivir en el suelo durante todo el invierno y luego migrar a la planta en primavera. Una planta infestada de gusanos retrasará su crecimiento y el follaje se tornará amarillo. Para proteger la cosecha, se debe tratar el suelo con una solución salina antes de plantar. Use una cucharada de sal por cada 3 litros de agua. Si aparecen signos de parásitos, retire las plantas afectadas y vuelva a tratar la zona. Después de la cosecha, inspeccione cada cabeza para detectar manchas blancas. una señal de la presencia de nematodos en los bulbos de ajo.

El ajo gigante siberiano es susceptible a la roya. Esta enfermedad fúngica provoca la formación de manchas marrones en las hojas. Con el tiempo, las manchas cubren toda la planta y el ajo se seca. Se realiza una prevención contra la roya antes de plantar. Los dientes se hornean a 40 °C durante 10 horas. Si aparece roya en el ajo germinado, trátelo con una solución de sulfato de cobre o jabón de alquitrán.
Plantación y cuidado
Para obtener una buena cosecha, es importante elegir el sitio adecuado y preparar el suelo. El ajo se puede plantar después de la calabaza, el pepino, el calabacín y los cereales. Evite plantar ajo repetidamente en el mismo sitio para evitar deficiencias nutricionales. El sitio donde crecerá el gigante siberiano debe ser soleado.

La preparación del suelo para los cultivos de invierno comienza a finales del verano y principios del otoño. Primero, es necesario equilibrar la acidez del suelo añadiendo cenizas. Los fertilizantes se añaden posteriormente; se pueden utilizar fertilizantes minerales de uso general. No se recomiendan los fertilizantes orgánicos, especialmente el estiércol, ya que aumentan el riesgo de infestación por plagas. La etapa final de la preparación es la desinfección del suelo.
El ajo de invierno se planta después de que refresque, pero antes de que lleguen las heladas. La época de siembra depende del clima regional. Los dientes se plantan en hoyos de 6 a 8 cm de profundidad. Evite enterrar las semillas demasiado profundamente, ya que esto puede hacer que el ajo se reduzca de tamaño y pierda su característica principal: el gran tamaño de sus bulbos. Plantar ajo a menos de 6 cm de profundidad puede dañar las plántulas por las heladas, especialmente en Siberia.
La distancia entre dientes es de 10 cm, entre hileras de 10 a 15 cm, y las hileras están espaciadas entre 35 y 40 cm. Al plantar la variedad Gigante Siberiano, se recomienda usar un patrón de plantación de dos hileras. No presione los dientes contra la tierra, ya que esto puede dañar el material de plantación e impedir la germinación.

Tras la siembra, los bancales se cubren con tierra o compost y se nivelan cuidadosamente. Para protegerlos de las heladas, se cubre la zona con hojas secas o hierba. Si se usa hierba, se eliminan las flores y semillas.
En primavera, tras la aparición de las plántulas, aplique el primer fertilizante. Se recomienda usar urea. También debe aflojarse la tierra, pero solo entre las hileras. Otros cuidados incluyen desherbar, aflojar la tierra y regar con agua tibia. Después de que se formen 3 o 4 hojas, vuelva a aplicar el fertilizante, esta vez con una mezcla mineral.
La cosecha puede comenzar cuando los tallos se abren. Para comprobarlo, se pueden desenterrar algunas cabezas antes de cosechar el resto. Tras la cosecha, el ajo se seca y se almacena en un lugar seco.










