Los horticultores de muchos países cultivan cebollas. A veces, durante su cultivo, deben tratar enfermedades peligrosas que suelen causar la muerte de las plantas. Para preservar su cosecha, es importante familiarizarse con las enfermedades y sus tratamientos con antelación.
Podredumbre del cuello de las cebollas
Muchos consideran la podredumbre del cuello de la cebolla una enfermedad peligrosa, ya que afecta a las plántulas jóvenes. Los síntomas de la enfermedad aparecen en los arbustos durante el clima cálido y lluvioso, cuando aumenta la humedad. Los patógenos de la podredumbre de la cebolla hibernan en los restos vegetales y, tras la llegada de la primavera, migran gradualmente a las plantas de cebolla.
A veces, los cuellos de las cebollas se pudren después de la cosecha. En este caso, los signos de la enfermedad aparecen seis semanas después de la cosecha. Los bulbos infectados se aclaran y su piel se vuelve amarillenta. Su superficie se vuelve negra y se cubre de manchas oscuras. Si no se trata, la podredumbre se propagará al resto del bulbo.
En la etapa final de la podredumbre del cuello, los bulbos se cubren completamente con una costra negra con una superficie rugosa y texturizada. Esta costra aparece primero en la parte inferior del bulbo y se extiende gradualmente hacia los lados y la parte superior. Ante los primeros signos de podredumbre, es importante retirar rápidamente las verduras infectadas para evitar que la enfermedad se propague a las plantas sanas.
Combatir la podredumbre del cuello es bastante difícil, por lo que es mejor pensar en la prevención con antelación. Para proteger la cosecha de la podredumbre, caliente y seque toda la fruta a unos 45 grados Celsius antes de almacenarla. Además, para conservar la fruta, trate todas las cabezas con una solución de tiza.

Mildiú velloso
Los jardineros a menudo tienen que lidiar con el mildiú velloso, o peronospora, que puede destruir por completo los cultivos. Esta peligrosa enfermedad es causada por conidios, que se activan durante la floración. Cualquiera puede reconocer la presencia de conidios en sus plantas. Las plantas infectadas desarrollan manchas amarillas y una capa morada.
Las principales causas del desarrollo del mildiú polvoroso en los arbustos de cebolla incluyen:
- la presencia de malezas, que a menudo contienen patógenos;
- alta humedad del suelo;
- temperatura alta.
- Las plagas de la cebolla también pueden propagar enfermedades infecciosas.
Los síntomas de la enfermedad aparecen solo un mes después de la infección de los arbustos. Durante los primeros días, el bulbo se ve afectado, tras lo cual la infección se extiende a las hojas. Su superficie se vuelve pálida y moteada. Con alta humedad, se acumula una capa grisácea sobre las hojas infectadas. En las etapas finales, todas las hojas se marchitan y caen, lo que reduce la producción.
Para detener la propagación de la infección, use policarbacina. Su principal ventaja es que es inocua para las plantas y no causa quemaduras. Preparar una solución eficaz es sencillo: añada 50 gramos de la sustancia a un recipiente de diez litros de agua y mezcle bien. Las plantas infectadas deben pulverizarse al menos una vez cada 10-15 días.
También se utiliza un caldo bordelés diluido, compuesto por cal, agua y sulfato de cobre, para tratar las cebollas. Rocíe las plantas con esta solución a mediados de mayo, cuando las esporas de los conidios empiecen a germinar.
Algunos jardineros combaten el oídio con remedios caseros. Recogen malezas del jardín, las remojan en agua caliente y las dejan reposar de 3 a 4 días. Luego, cuelan el líquido y lo usan para tratar las plántulas.

Roya de la cebolla
La roya de la cebolla es una enfermedad peligrosa que afecta negativamente el crecimiento de las plantas. Por lo tanto, los horticultores experimentados recomiendan combatirla inmediatamente después de que aparezcan los primeros signos de daño.
La roya presenta síntomas evidentes, lo que la hace fácil de detectar. Las plantas afectadas desarrollan manchas abultadas y redondeadas que provocan la muerte de las hojas en pocos días. Las principales causas de la roya de la cebolla incluyen el riego inoportuno, la maleza, plantar plantas demasiado juntas y no plantar en el momento adecuado.
La enfermedad suele manifestarse con lluvia, ya que solo las hojas húmedas pueden infectarse. El patógeno no puede penetrar en plantas secas.
Los jardineros inexpertos no saben qué hacer si sus plantas están cubiertas de manchas oxidadas.
Existen varias medidas preventivas que pueden ayudar a proteger las plántulas de las enfermedades:
- Plantar las plantas a una distancia de 50-60 cm;
- retire y queme rápidamente las hojas infectadas;
- Plante variedades de cebolla que sean resistentes a la roya;
- Todas las plántulas deben ser tratadas periódicamente con soluciones bactericidas.
Para proteger las plántulas de enfermedades, se tratan periódicamente con una solución de cobre. Para prepararla, se añaden 50 gramos de jabón y 30 gramos de la solución a un cubo con líquido. La solución se remueve y se usa para rociar las cebollas una vez a la semana. Es recomendable aplicar la solución durante el día para que las hojas estén completamente secas al anochecer.

Fusarium
Una de las enfermedades más peligrosas de la cebolla es la fusariosis, que causa la pudrición del bulbo y la muerte regresiva de las hojas. El patógeno se encuentra en el suelo y se activa en primavera, tras el calentamiento del suelo. La fusariosis primero oscurece las hojas y luego aparecen manchas en el fruto. Los bulbos se ablandan y aparece una capa grisácea con un desagradable olor a podrido en su superficie.
Las razones de la aparición de los primeros signos de patología incluyen:
- riego demasiado frecuente de la zona donde se cultivan las cebollas;
- cosecha tardía de frutos maduros;
- utilización de material de semilla estropeado;
- alta temperatura del aire.
Para evitar futuros problemas con plantas infectadas por fusarium, es importante tomar medidas preventivas con antelación. Estas medidas se toman durante la preparación del suelo antes de plantar cebollas. Antes de plantar, se trata toda la superficie con una solución de iprodiona, que desinfecta completamente el suelo y lo elimina de bacterias. Al cultivar plántulas de cebolla, también se deben seguir las siguientes medidas preventivas:
- aflojamiento regular de la zona;
- plantar únicamente variedades de maduración temprana;
- desinfección previa a la siembra del material de siembra con una solución de manganeso;
- cumplimiento de los plazos de cosecha.
Para evitar la aparición del marchitamiento por fusarium después de la cosecha de los bulbos, todas las frutas se almacenan en habitaciones con una temperatura no superior a cinco grados centígrados y una humedad de aproximadamente el 50%.

Podredumbre bacteriana de las cebollas
Las plantas de cebolla se infectan con podredumbre bacteriana del fondo durante la maduración. La infección se manifiesta en las hojas como pequeñas heridas redondas de color gris oscuro. Los bulbos parecen sanos incluso después de la cosecha. Sin embargo, tras uno o dos meses de almacenamiento, su interior comienza a deteriorarse y pudrirse. Para comprobar si los bulbos se están pudriendo, hay que cortarlos longitudinalmente. El corte revelará escamas oscurecidas y reblandecidas.
Poco a poco, todas las partes del bulbo se volverán negras y la fruta se echará a perder por completo.
Existen varias razones para la aparición de podredumbre bacteriana en las plántulas de cebolla:
- riego inadecuado, por lo que las plumas de la cebolla se quemaron con el sol;
- daños a los cultivos durante la excavación;
- cambios bruscos de temperatura que debilitaron las plantas;
- enfermedades infecciosas;
- Condiciones inadecuadas para el almacenamiento de bulbos.
Se recomienda prevenir y combatir la pudrición bacteriana para evitar que se propague a plántulas sanas cercanas. Las medidas preventivas incluyen las siguientes:
- comprar material de siembra de vendedores confiables que sólo vendan bulbos sanos;
- cosecha cuidadosa;
- eliminación periódica de malezas de la zona;
- secar todas las frutas antes de su posterior almacenamiento en la bodega;
- creando condiciones óptimas para conservar los bulbos maduros.

Moho verde
Estas son las principales plagas de las cebollas y el ajo. La pudrición por moho aparece después de la cosecha de las cebollas maduras y durante el almacenamiento. Inicialmente, aparecen manchas marrones en el envés de las cebollas infectadas. Posteriormente, los bulbos pierden su firmeza y se vuelven flácidos. Toda la superficie del fruto se cubre de manchas verdes de moho con un olor desagradable. Estas cebollas deben desecharse inmediatamente, ya que albergan esporas que pueden infectar a ejemplares sanos. Existen dos causas principales de la pudrición por moho en las cebollas:
- altos niveles de humedad en la habitación donde se almacena la cosecha;
- Daños mecánicos múltiples en la superficie de los bulbos durante la cosecha.
Para evitar que los bulbos de cebolla se echen a perder por moho, siga las medidas preventivas. Retire con cuidado todos los bulbos maduros y las semillas para evitar daños accidentales. Trate previamente el área de almacenamiento con productos antirratones y otros productos de control de plagas. También deben crearse condiciones de almacenamiento adecuadas. Deben almacenarse en una habitación con humedad moderada y una temperatura de aproximadamente 12-15 grados Celsius.
Moho negro
La aparición de moho Las plagas de la cebolla contribuyen a la pudrición y bacterias peligrosas que atacan la fruta ya cosechada. Solo es posible determinar si los arbustos están infectados con esta enfermedad después de la cosecha. El oscurecimiento de la superficie de la cebolla indica su progresión. Los bulbos infectados también se ablandan y se pudren gradualmente. En su superficie se forma moho negro con un olor a humedad y desagradable. Las principales causas de esta enfermedad incluyen:
- almacenar cultivos en instalaciones inadecuadas;
- daños severos a las cabezas de cebolla;
- presencia de bacterias en el suelo;
- El suelo está demasiado húmedo.

Para preservar la cosecha y protegerla de la podredumbre negra, pisotee todas las hileras antes de cosechar. Esto protegerá la planta del exceso de humedad e inhibirá el crecimiento bacteriano en el suelo. El pisoteo debe realizarse con mucho cuidado para evitar dañar accidentalmente los arbustos. Para prevenirlo, también es necesario:
- Deshágase de las moscas de la cebolla de manera oportuna, ya que pueden causar que los arbustos se infecten con podredumbre;
- Coseche las cebollas sólo en días soleados;
- secar las frutas antes de almacenarlas;
- pre-desinfectar el material de semilla;
- Crear condiciones adecuadas para el almacenamiento de frutas.
Conclusión
La cebolla es una hortaliza común en casi todos los huertos. Al cultivarla, es frecuente encontrar enfermedades que pueden arruinar la cosecha. Para protegerla de estas enfermedades, es importante comprender los detalles de su prevención.











