- Condiciones de almacenamiento a largo plazo
- Cómo elegir las variedades adecuadas
- Preparación para el almacenamiento
- Riego
- Fertilizante superficial
- Normalización
- Cómo cosechar correctamente
- Cómo almacenar correctamente
- Preparación del local
- Métodos básicos y reglas de almacenamiento
- Colgante
- En las crestas verdes
- En cajas y barriles
- En los estantes
- En el refrigerador
- Una revisión de las mejores variedades para el almacenamiento a largo plazo
- Moldavia
- En memoria de Negrul
- Senso
- Moldavo Negro
- Mascate de Alejandría
- Alden
- Características de almacenamiento en el hogar
- Consumir preferentemente antes de
- Consecuencias de la violación de las normas de almacenamiento
- Consejos y recomendaciones de jardineros experimentados
Las uvas son una baya deliciosa y nutritiva. Tras la cosecha, conviene conservar los racimos frescos el mayor tiempo posible. Pero si la cosecha es abundante, es necesario buscar alternativas para almacenarlas y evitar que se echen a perder rápidamente.
Condiciones de almacenamiento a largo plazo
Antes de pensar en cómo conservar la frescura de las uvas o qué hacer con ellas después de la cosecha, es necesario estudiar las condiciones de almacenamiento a largo plazo de las bayas.
Cómo elegir las variedades adecuadas
Las variedades de uva de maduración tardía se conservan mejor. Tienen una piel gruesa y se mantienen frescas durante más tiempo, incluso si se dejan colgando en la vid. Los híbridos negros también tienen una larga vida útil. En comparación con las uvas blancas y verdes, los híbridos de frutos negros pueden conservarse frescos mucho más tiempo sin fermentar.
Preparación para el almacenamiento
Antes de cosechar, es importante saber cómo hacerlo correctamente. Siguiendo todas las reglas necesarias, podrás conservar tus uvas frescas durante mucho más tiempo.
Riego
No deben dejarse largos intervalos entre riegos. De lo contrario, la piel comenzará a endurecerse y agrietarse durante la maduración. El riego debe realizarse regularmente en primavera y verano. En agosto, se suspende el riego para que los racimos maduren.

Fertilizante superficial
La fertilización regular también tiene un efecto positivo en la conservación de la cosecha. El fósforo y el potasio son esenciales para la calidad de la uva, por lo que estos fertilizantes minerales se añaden al suelo en cuanto las vides terminan de florecer.
Se pueden aplicar por separado o como fertilizante complejo.
Normalización
El aclareo de uvas implica distribuir uniformemente la carga sobre la vid. Si una vid tiene demasiadas yemas y racimos, tarde o temprano agotará toda su fuerza y dejará de producir fruto. Además, en este caso, los racimos serán pequeños. Sin embargo, dejar que se formen muy pocos racimos tampoco es recomendable.

Si los racimos de uvas se hacen más pequeños año tras año, las uvas se vuelven insípidas y el número de ramas solo aumenta, es necesario cortar algunas de las ramas para aliviar la carga de la vid.
Cómo cosechar correctamente
La vendimia solo debe comenzar cuando los racimos alcanzan la madurez técnica. Esto se puede determinar cuando los hollejos adquieren el color característico de la variedad y el fruto se ablanda. Los raspones también adquieren un color marrón.
Se recomienda cosechar los racimos en un clima soleado y seco. Si ha llovido recientemente, es mejor retrasar la cosecha uno o dos días. Al cosechar, evite raspar la capa cerosa que recubre las bayas. Además, retire inmediatamente cualquier fruto seco o mohoso para evitar que el resto se estropee.

Cómo almacenar correctamente
El método de almacenamiento determina cuánto tiempo se mantendrán frescos los racimos cortados. Primero, elija un método de almacenamiento. Luego, decida el lugar de almacenamiento. Este es un factor muy importante.
Reglas para almacenar racimos de uva:
- Las bayas mohosas deben desecharse inmediatamente para evitar que el moho afecte a la fruta sana.
- Al cosechar, apile con cuidado los racimos para evitar que se pierda la capa cerosa, lo que aumenta la vida útil.
- Los cepillos no deben colocarse demasiado cerca uno del otro.
- Las bayas no deben estar mojadas, de lo contrario fermentarán rápidamente.
En gran medida, la vida útil depende de la variedad de uva.

Preparación del local
Las áreas oscuras y bien ventiladas son las mejores para el almacenamiento. La cosecha no debe exponerse a la luz solar directa. También es importante mantener la habitación fresca. Las bayas se echan a perder rápidamente a altas temperaturas.
Métodos básicos y reglas de almacenamiento
Hay muchas formas de almacenar las uvas después de la cosecha.
Colgante
Una forma de mantener las uvas frescas es colgándolas. Para ello, se corta el racimo junto con parte del tallo. El extremo del tallo se cubre con parafina fundida o plastilina. Se ata previamente una cuerda resistente o alambre metálico al alambre en la habitación donde se almacenarán las uvas. Se cuelgan ganchos especiales del alambre, que luego se utilizan para colgar los racimos cómodamente.

La cosecha puede conservarse así hasta dos meses. Pero cuanto más tiempo esté colgada, peor será su sabor. Las uvas empiezan a marchitarse y a encogerse gradualmente.
En las crestas verdes
Este método es similar al colgado. Los racimos se cortan con una porción de la vid verde de la que cuelgan. Sin embargo, a diferencia de colgarlos en panales verdes, las uvas no se arrugan y se mantienen jugosas por más tiempo.
Los panales verdes se colocan en frascos llenos de agua y se aseguran para que los racimos no se caigan. El agua se hierve previamente, se deja enfriar y se disuelve en ella una aspirina. Es mejor almacenar la cosecha en un lugar fresco y oscuro. El agua se cambia siempre.

En cajas y barriles
Las cajas o barriles de madera son adecuados para este método. Los recipientes se lavan y desinfectan previamente. Las cajas tienen una altura aproximada de 20 cm. Añada serrín, paja o arena hasta una profundidad de 3 cm en el fondo. Añada una capa de racimos de uva. Espolvoréelos con serrín. Añada otra capa. Continúe este proceso hasta llenar las cajas. El serrín de álamo o tilo es el mejor. No se recomienda el serrín de abeto, ya que las uvas absorben rápidamente el aroma de las agujas de pino.
En los estantes
Un método común para almacenar uvas es en estantes o estanterías. La distancia entre ellos debe ser de al menos 20 cm y el ancho de aproximadamente 80 cm. Antes de transferir los racimos, espolvoree aserrín o paja sobre los estantes. Los racimos se colocan en una sola capa. Las uvas no deben estar apretadas. Sin embargo, este método no conservará las uvas por mucho tiempo.

En el refrigerador
Otro método es la refrigeración. Los racimos se disponen en una sola capa en un recipiente grande y se colocan en el estante inferior del refrigerador. Para prolongar su conservación, se cortan los racimos con los tallos y se colocan en agua fría. Luego, se refrigeran.
Una revisión de las mejores variedades para el almacenamiento a largo plazo
Pero por muy excelente que sea el método de almacenamiento, no se puede ignorar que algunas variedades simplemente no pueden conservarse durante largos periodos debido a sus características. Esto es especialmente cierto en el caso de las variedades de piel fina, amarillas y verdes.
Sólo las variedades de frutos oscuros se conservan durante mucho tiempo.
Moldavia
Este híbrido se creó en Moldavia, como su nombre indica. Es una variedad de maduración tardía, cuya cosecha se produce alrededor de mediados de septiembre. Los racimos son grandes, con un peso promedio de 550 a 600 g. El peso máximo del racimo puede alcanzar 1 kg. El racimo tiene forma de cono. Las uvas presentan un intenso color púrpura, con un alto contenido de azúcar en la pulpa, que alcanza el 17 %. Gracias a la densidad de la piel, las uvas se conservan durante mucho tiempo después de la cosecha.

En memoria de Negrul
Este híbrido es una variedad de uva de mesa. Las uvas tienen una forma alargada inusual. Los racimos son cilíndricos. La pulpa tiene un alto contenido de azúcar, que alcanza el 17-19 %. Las bayas son grandes, con un peso de entre 5 y 9 g. La piel es de color berenjena y está cubierta de una gruesa capa cerosa. La pulpa madura es jugosa, similar a la miel, con un agradable sabor ácido. Contiene pocas semillas, no más de 2 o 3.
Senso
Los racimos, una vez completamente maduros, son de tamaño mediano, con un peso de entre 250 y 355 g. Su forma es cónica. Los frutos son grandes y alargados. La piel es de color púrpura oscuro, recubierta de una gruesa capa cerosa. Dentro de la pulpa se encuentran de 2 a 3 semillas. La pulpa es jugosa, crujiente y de agradable sabor ácido. Este híbrido se considera semiprecoz. El período de maduración es de aproximadamente 150 días. La producción es buena.

Moldavo Negro
Los racimos maduros son grandes, alargados y de forma cónica. La densidad de uva varía según la polinización. Este híbrido es una variedad de maduración tardía. La cosecha comienza a madurar a principios de octubre. Los frutos son de color azul oscuro o rojo oscuro, con una piel gruesa y cerosa. El contenido de azúcar es promedio, alrededor del 16 %.
Mascate de Alejandría
Un híbrido de maduración tardía, cuya temporada de crecimiento dura aproximadamente entre 150 y 160 días tras el cuajado. Las bayas son de tamaño mediano a grande, con una forma regular y redondeada. Este híbrido es una de las pocas excepciones que se conserva durante mucho tiempo a pesar de su piel verde claro. Esto es posible gracias a su densa piel. Los racimos son grandes, con formas y densidades variables. Para garantizar una cosecha más larga, los racimos se recolectan en un día soleado y seco.

Alden
Un híbrido semiprecoz con temporada de cosecha. Los racimos se pueden cosechar en la segunda quincena de agosto. Entre sus ventajas se incluyen la resistencia a heladas severas de hasta -28 °C (-28 °F) y al oídio. Los racimos son de tamaño mediano y cilíndricos cuando están completamente maduros. Las uvas son redondas, con una piel de color púrpura oscuro y una notable y gruesa capa de cera.
Características de almacenamiento en el hogar
En primer lugar, para asegurar el almacenamiento a largo plazo de las uvas en casa, es necesario cosecharlas inmediatamente y dejar solo las bayas enteras. Si las uvas en buen estado entran en contacto con bayas mohosas o agrietadas, se echarán a perder rápidamente. No lave los racimos antes de almacenarlos. La capa cerosa de los racimos afecta su vida útil. Si se lava, la cosecha no durará mucho.
Si las frutas están ligeramente húmedas, conviene secarlas primero. Los racimos se colocan sobre una toalla hasta que se secan. Es mejor evitar olores extraños en la habitación donde se almacenan las uvas. Las uvas absorben rápidamente estos olores, lo que puede afectar negativamente su sabor.
Consumir preferentemente antes de
Con condiciones de almacenamiento adecuadas, la cosecha puede mantenerse fresca hasta la primavera. Por ejemplo, durará más si los racimos con surcos verdes se colocan en agua. La vida útil puede ser de hasta seis meses. Sin embargo, esto depende en gran medida de la variedad. En promedio, la vida útil varía de unas pocas semanas a varios meses.

Consecuencias de la violación de las normas de almacenamiento
Si no se siguen las normas de almacenamiento de la uva, su vida útil se acortará naturalmente. Cuanto más graves sean los errores, mayor será el impacto en su vida útil. La fruta puede empezar a enmohecerse, fermentar o secarse.
Consejos y recomendaciones de jardineros experimentados
Consejos y recomendaciones de jardineros para ayudar a prolongar la vida útil de su cosecha de uva:
- Es mejor almacenar la cosecha a 0 grados Celsius. A temperaturas superiores a cero, el agua de las bayas se evapora rápidamente, provocando que se sequen más rápido.
- No se recomienda cortar los racimos mientras aún tengan rocío. Es mejor esperar a que se evapore.
- Los racimos deben retirarse para su almacenamiento lo más tarde posible.
- Las mejores variedades para almacenar serán aquellas con un alto contenido de azúcar en la pulpa, el valor óptimo es al menos el 15%.
- Las bayas se pueden congelar. Solo asegúrese de que no transcurran más de 8 horas entre la recolección y la congelación.
- Las variedades que no son propensas a desprenderse incluso después de que los racimos alcanzan la madurez técnica se distinguen por su larga vida útil.
- Para podar, es necesario preparar la herramienta con antelación. Las tijeras de podar deben estar afiladas para evitar que se doblen. Esto es importante tanto para la conservación como para la salud de toda la vid. Puede limpiarlas periódicamente con alcohol isopropílico.
- A la hora de cosechar, es mejor utilizar guantes suaves para evitar tocar las bayas y quitar la capa cerosa.
- Al inspeccionar las bayas, es aconsejable utilizar tijeras finas o pinzas para cortar los frutos dañados.
- La cosecha debe inspeccionarse periódicamente. Incluso en condiciones ideales, siempre existe el riesgo de que se desarrolle moho. Cuanto antes se detecte, mejor se podrán conservar los racimos sanos.
- La humedad en la habitación donde se cuelgan los racimos no debe superar el 80 %. Para reducirla, coloque recipientes con carbón vegetal y cámbielos periódicamente.
Siguiendo estos consejos podrás aumentar la vida útil de las uvas cosechadas a 4-5 meses.











