Para obtener una cosecha rica y de alta calidad, es necesario saber, Cómo preparar adecuadamente una cama para el ajo Para la siembra de otoño, es importante mantener la rotación de cultivos y considerar los cultivos anteriores en la parcela. Es recomendable fertilizar. Puede abonar el suelo con estiércol, superfosfato y otros componentes orgánicos o minerales. Hay otros secretos que incluso los jardineros experimentados deberían conocer.
Elegir una ubicación
La preparación de los bancales para el ajo de invierno comienza con la elección de una ubicación adecuada. Para cultivar bulbos de ajo grandes y ricos en nutrientes, es fundamental elegir el sitio de plantación adecuado.
- El área donde planeas plantar ajo debe estar bien iluminada y protegida de los vientos.
- Es mejor elegir una elevación más alta. Si elige una elevación más baja, se acumulará humedad en la zona después de que se derrita la nieve, lo que contribuirá a la pudrición de las cabezas.
- No debe haber árboles grandes creciendo cerca ni una cerca sólida, ya que esto evitará que la luz solar llegue a los huertos.
- El suelo debe ser suelto, ligero y fértil. Un suelo franco con una acidez normal es ideal. Es importante saber qué fertilizante usar antes de plantar ajo.
Esta verdura picante crece y se desarrolla lentamente a la sombra, en zonas bajas y con constante acumulación de agua. La mejor opción es un sitio donde la nieve cae antes y tarda mucho en derretirse en primavera.

Determinación de la acidez del suelo
Antes de plantar ajo de invierno en otoño, es importante determinar la acidez del suelo. No se necesita ningún equipo especial para hacerlo.
- Malezas como el ranúnculo, el llantén y la cola de caballo prosperan en suelos muy ácidos. La ortiga, la fárfara, el trébol y la correhuela se pueden ver en zonas con acidez normal.
- Puedes comprobar la acidez con vinagre de mesa. Añade un poco de vinagre a la tierra. Si no hay reacción, la acidez es demasiado alta. Si se forman burbujas y burbujeo, la acidez es normal.
- Una infusión de grosella puede ayudar a comprobar la acidez. Añada un poco de tierra de jardín a un vaso de infusión fría. Si la infusión adquiere un color rojo intenso, la tierra es ácida. Un color rosa claro indica una acidez normal.
El ajo no prospera en suelos muy ácidos. La absorción de nutrientes se ralentiza, lo que resulta en un crecimiento deficiente. Si el suelo es muy ácido, trate previamente los lechos con tiza, caliza o harina de dolomita.
La profundidad para plantar el ajo depende del material de siembra. La profundidad óptima para los dientes es de 12 centímetros, y para los bulbillos, de 3 a 4 centímetros. El lecho se cubre con turba, aserrín u hojas secas.
Selección de predecesores
Para un crecimiento saludable del ajo, es importante seleccionar un sitio con cultivos precursores adecuados. Por lo tanto, la siembra debe planificarse siguiendo todas las pautas.

El lugar perfecto para Una cama se considera un lugar para cultivar ajo.De donde se cosechaban verduras como tomates, pepinos, calabaza, repollo, calabacín y legumbres. El ajo crece bien junto a bayas, uvas y frambuesas.
Es mejor no plantar ajo después de papas, cebollas, rábanos, nabos y zanahorias. Estos cultivos son susceptibles a las mismas enfermedades. Esto debilita la inmunidad de la planta y aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades.
No fertilice la tierra con estiércol, gallinaza ni compost podrido antes de plantar. Si no sigue esta regla, el ajo crecerá desde la parte superior, no desde el bulbo. Los dientes estarán flojos y no jugosos. La cosecha no se conserva bien y se pudre rápidamente.
Cultivo del suelo
Dado que el ajo tiene un sistema radicular poco desarrollado, requiere tierra fértil y suelta para prosperar. Antes de plantar el ajo de invierno en otoño, se excava la tierra y se fertiliza.
A principios de septiembre, se excava la parcela de ajo a una profundidad de 26 centímetros y se añaden componentes minerales y orgánicos. La calidad del suelo mejorará añadiendo un cubo de compost, 45 gramos de nitrofoska y 45 gramos de superfosfato, y 250 gramos de harina de dolomita. Los componentes se calculan por metro cuadrado de suelo.
En un terreno preparado, forme hileras con ceniza de madera espolvoreada entre ellas. La ceniza protegerá contra plagas y muchas enfermedades.
Antes de plantar, riegue la zona y haga surcos con una separación de 25 centímetros. El bancal debe tener aproximadamente un metro de ancho y 20 centímetros de alto.

Desinfección
Para evitar que los cultivos de hortalizas se infecten con diversas enfermedades, se realiza la desinfección del suelo. Se puede preparar una solución con varios componentes.
- Disuelva 35 gramos de sulfato de cobre en polvo en 10 litros de agua. Rocíe la cama con la solución preparada y cúbrala con film transparente.
- En un balde de agua se pueden disolver 100 mililitros de caldo bordelés y una solución fuerte de permanganato de potasio.
- Una mezcla de ácido bórico, permanganato de potasio y sulfato de cobre es adecuada. Use 2 gramos de cada componente por cada dos litros de agua.
Es útil remojar las semillas en una solución de permanganato de potasio antes de plantarlas.
Fertilizantes
Se recomienda fertilizar el ajo durante el otoño al desenterrarlo. El suelo debe acumular una cantidad significativa de potasio y fósforo, para que el ajo pueda echar raíces antes de las heladas.
Dos semanas antes de plantar el ajo, se excava profundamente la tierra y se añade una mezcla de varios componentes. Luego, se nivela la superficie con un rastrillo de jardín y se cubre con film transparente.
- Es adecuada una mezcla de estiércol de vaca, superfosfato doble y nitrofoska.
- Se puede preparar una solución a base de sal de potasio, superfosfato simple, cal y humus.
- Es útil mezclar y agregar al suelo una mezcla de humus, superfosfato doble y sal de potasio.
En otoño, es mejor aplicar fertilizante líquido al suelo, ya que las bacterias lo digieren más rápidamente. Esto facilita su absorción por las plantas. Después de excavar y aplicar el fertilizante, se nivela el área con un rastrillo y se riega con una solución de sulfato de cobre (1 cucharada por cada dos litros de agua).

Preparando las camas
El lecho para el ajo, que se planta en otoño, se prepara con antelación. A finales de agosto, inmediatamente después de la cosecha anterior, se excava la parcela a una profundidad de 32-35 centímetros y se fertiliza. A continuación, se procede de la siguiente manera.
- En la zona designada para la plantación, haga agujeros a intervalos de 10 centímetros. La profundidad de los agujeros depende del método de plantación y puede variar entre 3,5 y 14 centímetros. La distancia entre hileras es de aproximadamente 23 centímetros.
- El material de siembra se coloca en los agujeros preparados, sin presionarlo demasiado en el suelo.
- Se recomienda tapar los agujeros con estiércol podrido.
- Los lechos se cubren con agujas de abeto, hojas secas y aserrín. La capa de mantillo debe tener al menos 10 centímetros de espesor.
Además del método tradicional de plantar variedades de hortalizas de invierno, existen otras opciones. Si el espacio es limitado, se puede optar por la siembra doble. En este caso, los clavos se plantan en dos hileras. La primera hilera se planta a mayor profundidad y la segunda a un poco más alto.
- Preparar un surco profundo, colocar los dientes a una profundidad de 12,5 centímetros y cubrir con una capa de tierra.
- La segunda hilera debe excavarse a 5,5 centímetros de profundidad. La distancia entre los dientes es de 14 centímetros. La distancia entre los surcos es de aproximadamente 24 centímetros. La segunda capa también se cubre con tierra.

Si planta el ajo correctamente en otoño, podrá cosechar una buena cosecha el año que viene.












Llevo varios años utilizándolo “como medida preventiva”BioGrowHasta ahora, este remedio no ha fallado y el ajo crece sin problemas. Conviene plantarlo dos semanas antes de la primera helada fuerte.